Si no vas a correr

1.1K 237 16
                                    

Una sacudida gentil la despertó, Neana se obligó a abrir sus ojos sintiendo esa pesada mano sobre su hombro. Hurcan la estaba mirando levantado sobre ella, la hinchazón en su rostro había desaparecido, pero ahora tenía moretones oscuros manchando su piel bronceada.

—Levántate —pidió, no como una orden, no con gravedad. Solo una invitación, casi amable.

Neana se enderezó sobre las mantas y comenzó a retirarlas de su cuerpo. Él lo sabía, sabía lo que ella intentó hacer, descubrió que intentó manipularlo, iba a matarla, estaba tan segura de eso, pero…Él seguía teniendo sus ojos sobre ella y no había rabia, odio o asco. Solo algo que ella no conocía, pero su piel se erizó advirtiéndola.

—¿Qué pasa?

Sus mejillas se calentaron por el tono ronco de su voz. A Hurcan no le importó.

—Quiero que me muestres tu magia.

—¿Qué? —parpadeó perpleja.

Hurcan se acercó, acechándola.

—Dado que tienes una boca suicida y tiendes a meterte en problemas en cada puto parpadeo, quiero que me muestres como es que podrías defenderte usando tu magia—estaba dando vueltas a su alrededor.

La sangre se le escurrió del rostro.

—¿Por qué? —volvió a insistir ella, su piel se sintió sudorosa.

—Dijiste que estabas cansada de correr —él se detuvo, su pecho seguía desnudo y ella tuvo que levantar la cabeza para mirarle el rostro—. Si no vas a correr, entonces tienes que pelear.

El Caballero y el hadaWhere stories live. Discover now