copper coins

Capítulo 81: cueva de los cien insectos, parte 3

"No hay nadie aquí. Realmente son buenos para escapar ..." murmuró Xue Xian mientras observaba la cámara, iluminada por el dragón de fuego de Xuan Min, luego volvió a posar su mirada en esa baldosa de piedra blanca junto a la piscina. "O quizá están en el fondo del agua".

La cámara era demasiado rectangular para haber sido creada de forma natural; claramente, alguien la había tallado. Aparte del charco de agua negra y algunas columnas que parecían sostener el techo, en la parte trasera de la cámara también había un bloque de piedra, que parecía un dosel adecuado tanto para sentarse como para dormir.

Aunque estaba duro como una roca y estaba helado, además de que probablemente no era muy cómodo.

"Alguien usó este lugar para cultivar suavemente su espíritu", dijo Xuan Min mientras entraba a la cámara y miraba a su alrededor.

Xue Xian se volvió hacia él. "¿Qué clase de cultivador puede tolerar estar en un lugar como este?" preguntó, señalando detrás de él.

Aunque esta cámara no contenía toneladas de bichos espeluznantes venenosos, ese mar de cuerpos residía, no obstante, justo debajo de la escalera de caracol. ¿Quién en su sano juicio vendría aquí a meditar? ¿Y cultivar suavemente?

Pero no había duda de que alguien realmente había vivido aquí. Aparte del dosel, las cuatro paredes de piedra estaban salpicadas de ocasionales agujeros en los rincones lo suficientemente grandes como para meter la mano. Xuan Min tocó uno e inmediatamente retiró la mano con disgusto. Con la otra mano, agarró un talismán y lanzó un hechizo de limpieza.

"¿Qué había?" Preguntó Xue Xian, mirando de un lado a otro entre el rincón y la mano de Xuan Min.

Frunciendo el ceño, Xuan Min respondió: "Aceite de linterna".

"Oh." La primera reacción de Xue Xian fue asentir distraídamente, asumiendo que la mirada de disgusto de Xuan Min se debía a que odiaba las cosas grasosas. Pero luego exclamó: "Oh... -" cuando de repente se dio cuenta de que el aceite de las linternas a menudo provenía de animales.

Pero no importa cuán disgustado estaba Xuan Min, después de haber limpiado la grasa de sus dedos, no obstante, llevó a ese largo dragón de fuego a todos los rincones uno por uno. Luego, con un silbido, las linternas incrustadas en las paredes comenzaron a proyectar un cálido resplandor en la cámara.

Ahora que tenían luz, Xuan Min podía retraer el talismán de llamas. Mientras pasaba un dedo por el colgante de la moneda de cobre, miró a Xue Xian, cuyas sienes habían comenzado a sudar.

Sin el calor abrasador del dragón de fuego y sin los molestos bichos, Xue Xian finalmente sintió que podía relajarse de nuevo. Se cruzó de brazos y deambuló por la cámara. Desconcertado, dijo: "Aparte de esos orificios de ventilación del tamaño de un dedo, no hay salida desde aquí ..."

Al final, se detuvo frente a la piscina negra y señaló la huella de la mano ensangrentada en la baldosa de piedra blanca. Añadió: "Entonces, ¿a dónde fueron los miembros restantes de ese grupo de la parada funeraria? No pueden estar todos en el agua, ¿verdad?".

La piscina tenía solo tenía un zhang de ancho y uno de largo. ¿Cuántas personas podrían caber allí? Además, según los rastros de sangre, parecía que había habido una lucha aquí. Ya sea que haya un conflicto entre los miembros del grupo o que haya ocurrido algún otro cambio, siempre que hubo una pelea, siempre hubo un lado ganador y un lado perdedor.

Fue fácil concluir que el bando perdedor había caído al agua. Pero, ¿adónde se había ido el lado ganador?

"Además, ¿Dónde está la 'araña de la misma edad'?" Dijo Xue Xian, frunciendo el ceño.