copper coins

Capítulo 30: Cerradura tallada, parte 2

El cuerpo de un dragón está cubierto de escamas, y las de su espalda son extremadamente duras, formando una especie de exoesqueleto. Las escamas son más grandes cerca de su cabeza y gradualmente se vuelven más pequeñas a medida que avanzan hacia su cola. Solo para cortar una sola escala de la parte posterior se requería un cuchillo fuerte. Pero las escamas cerca del vientre del dragón son más suaves que las de su columna. Ese día en la posaba de las nubes, Xue Xian le había dejado a Xuan Min una escama de su vientre.

La bestia era muy arrogante y siempre asumió que las personas a su alrededor eran estúpidas; de hecho, era tan testarudo que generalmente no confiaba en que nadie más tomara la decisión correcta. A Xue Xian le había preocupado que si le hubiera dado a Xuan Min una escama de su espalda, ese burro calvo no habría sabido moler primero la escama hasta convertirla en polvo, y simplemente se la habría tragado entera. Entonces la escama habría cortado el cuello del monje desde el interior y el posadero habría encontrado un cadáver en la habitación. Eso no hubiera estado bien.

De todos modos. El vientre del dragón era relativamente suave.

La parte molesta fue que, una vez que se hizo pequeño, las escamas a lo largo de su cuerpo siguieron su ejemplo y se convirtieron en cosas diminutas y flexibles. Incluso las escamas más duras de su columna perdieron su filo y se volvieron flexibles e incluso un poco elásticas, así que no importa el vientre.

Mirando hacia abajo, Xue Xian se golpeó con la garra y descubrió que un solo golpe hacía que su vientre se volviera jodidamente cóncavo. ¡No había diferencia entre su vientre y su piel humana! Peor aún, su barriga parecía aún más suave y, mientras rebotaba, ¡ni siquiera dolía!

¡Su poderosa garra de dragón, que podía atravesar el hierro como si fuera barro suelto, no podía causar ningún dolor al rascarse el vientre! Parecía que sus garras también se habían vuelto suaves.

Otro golpe fatal a su dignidad.

Cuando su pequeño y suavizado cuerpo se enroscó alrededor de la muñeca del calvo, Xue Xian se dio cuenta de que se sentía incómodo ––

Desde la perspectiva de un extraño, este burro calvo tenía una muñeca preciosa: delgada, con una suave curva hasta el hueso. Pero cuando Xue Xian se enredó con autodesprecio alrededor de la muñeca del monje, descubrió que no era nada dócil. El hueso de su muñeca sobresalía contra las suaves escamas de su vientre; se sentía como si estuviera boca abajo sobre un cucharón redondo; no dolía, pero estaba lleno de baches y era duro.

¡Molesto!

Xue Xian arañó con enojo la muñeca del burro calvo, pero no pudo sacarle sangre; todo lo que probablemente había logrado era hacerle cosquillas al monje. Xue Xian se rindió.

La bestia estaba llena de drama y tenía mal genio, para enojarse tanto y tan a menudo, que de hecho, requería algo de talento.

Pero mientras se movía de un lado a otro, rápidamente llamó la atención de Xuan Min.

Cuando Xuan Min abrió los ojos por primera vez, simplemente miró fijamente al cielo, sus ojos negros profundos como piscinas, con un ligero toque de vacío.

Luego, frunció el ceño, porque, mezclado con la humedad del río, podía oler el hedor a sangre. Cuando había caído al agua, estaba en medio de un hechizo con los ojos cerrados con fuerza, por lo que no tragó demasiada agua. Pero la presión de la corriente en el fondo del río significaba que ahora tenía un dolor agudo en el pecho.

Tosió suavemente y se sentó. Echando un rápido vistazo a sus alrededores, descubrió que estaba sentado en un montón de barro blando en la orilla del río, y que junto a él había una pesada cerradura de piedra, que se hundía en la tierra húmeda. No había nadie más cerca, por lo que no había peligro inmediato. A través de la niebla del río, pudo ver que un grupo de botes se había reunido en el agua; no estaba seguro de lo que estaban haciendo, pero no parecían haber notado su presencia en la orilla.