copper coins

Capítulo 49: amabilidad, parte 4

Xue Xian se burló. "¿Cuán preciosa es esa cabeza tuya? ¿Por qué no puedo tocarla?".

Xuan Min lo ignoró.

En realidad, el agarre de Xuan Min no era tan fuerte: un tirón rápido bastaría para salir de él. Pero Xue Xian no luchó, apoyó la muñeca allí, dejando que Xuan Min sostuviera su mano.

La frialdad en los dedos de Xuan Min se filtró en la piel de Xue Xian, por lo que su muñeca adquirió la misma temperatura.

La mirada de Xue Xian se posó ociosamente en la mano de Xuan Min, y comparó al monje con esa persona que sostenía los hilos dorados una vez más, de hecho, eran iguales en todos los sentidos, excepto por la sombra de cabello.

Pero Xuan Min ya se había rapado la cabeza y se había convertido en monje cuando era niño, y Xue Xian solo había sido mutilado hace seis meses. Eso significaba que Xuan Min no podría haber hecho la acción.

Para Xue Xian, siempre que Xuan Min no fuera esa persona, entonces era perfecto.

De otra manera...

Xue Xian detuvo su tren de pensamientos en seco antes de que pudiera pensar en otra cosa. Cambió de tema y le preguntó a Xuan Min: "Justo ahora, ¿dijiste que encontraste su posición, pero no podías acercarte? Entonces dijiste 'Sin embargo' - ¿Sin embargo qué? ¿No ves que los has hecho llorar a todos con esa pausa dramática?".

Al escucharlo decir esto, los oídos del tío y la tía Chen se animaron y miraron con entusiasmo a Xuan Min.

Xuan Min se enderezó. Echando un vistazo a la espesa niebla en ese pueblo abandonado, levantó la otra mano.

Abrió el puño y, con un ligero sonido metálico, el colgante de la moneda de cobre cayó y colgó suavemente de su dedo.

"De hecho, no puedo acercarme. Sin embargo..." Ahora Xuan Min finalmente soltó la muñeca de Xue Xian, para que pudiera usar su dedo índice para empujar las monedas en algún tipo de secuencia. Con calma, dijo: "Ya que no podemos ir allí, esperaremos que vengan aquí".

Retiró la otra mano y las monedas en su palma emitieron un zumbido, el hilo rojo que las unía se tensó de repente.

Entonces, un ruido ensordecedor vino del interior del pueblo abandonado, como si algo hubiera sido levantado del suelo.

Sobresaltado, el grupo dentro del carruaje se miró con ansiedad. En ese momento, una cicatriz negra apareció en la niebla y se cernió sobre ellos.

"¡Oh Dios, miren! ¿Qué es eso?" Xingzi gritó, tirando de la manga de la tía Chen y apuntando al cielo.

La sombra negra venía hacia ellos a gran velocidad y, a medida que se acercaba, su silueta se hizo más clara ...

Eso era la totalidad de un complejo viejo y en ruinas, que, junto con el terreno en el que se encontraba, estaba siendo levitado por Xuan Min.

Hong––

Con un ruido sordo inmenso, el complejo aterrizó en el suelo frente a ellos, ese parche de maleza que rodea los edificios y sus raíces se hunden en la tierra nueva de inmediato.

Esto era lo que Xuan Min había querido decir, ya que no podemos ir allí, entonces déjelos venir aquí.

La tía Chen, el tío Chen y Xingzi se quedaron sin habla. Nunca habían imaginado una forma tan extravagante de mudarse de casa - se olvidaron incluso de cerrar la boca.

Cuando el recinto cayó al suelo, también pudieron escuchar el sonido de gritos provenientes del interior del edificio. Y...

"Sabelotodo", dijo de repente Xue Xian, mirando la delgada silueta que se aferraba con fuerza a la manilla de las puertas de entrada. Se burló, "¿Estás tratando de convertirte en el dios de la puerta de esta casa?".