Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 53 (Ayudando a Los Necesitados)

Abby:

Él cambio de carril, moviéndose hacia el más rápido al carril derecho de la autopista. Escuché el rítmico clic clic clic del guiñador del auto mientras señalaba y tomaba la salida, y enderecé mi silla a la posición de sentada.

Mi atención se centró en la conmoción afuera, los autos zumbando, obviamente ricos y libres caminaban en las aceras, apresurándose a donde se dirigían.

Estaba encantada por todo el ambiente urbano, olvidando completamente que estaba en un auto con el Amo Zayn hasta que aclaró su garganta.

—Ya casi llegamos. ¿Quieres desayunar? —Pregunta.

Asiento—. Sí, por favor. ¿Puedo abrir la ventana?

Asiente y presiona un botón de su puerta, y la ventana desciende. El frío aire entra y lo acepto y me inclino más para tener una buena vista de afuera.

—Es muy hermosa. —Exhalo y lo miro. Aparta la mirada rápidamente cuando se da cuenta que lo atrapé mirándome, pero eso sólo provoca una sonrisa en mis labios.

—Sí, lo es.

Nos detuvimos en la luz de freno, esperando que se pusiera verde y después Zayn gira a la izquierda.

—Conozco este lugar que creo que te gustará. Es pequeño y tranquilo. —Dice suavemente, observándome para asegurarse.

—Suena perfecto. —Le di una sonrisa tranquilizadora y después rápidamente asiente y pone su atención de nuevo en la carretera.

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Zayn:

—Sólo necesito encontrar un lugar donde estacionarme. —Digo y después trato de recordar donde estaba ese estacionamiento disponible.

Cada vez que venía a la ciudad, era el edificio del Gobierno y también me estacionaba ahí, conocía a los oficiales de alto rango y después me iba. También eso, o tendría a Nick, mi conductor, me traía aquí, esperaba afuera y me llevaba de regreso cuando terminaba. Pero esta vez, venía con Abigail, simplemente para mostrarle los alrededores y no sería capaz de estacionarme ahí.

Algunos clics en el fondo de mi mente y recordé que había un garaje para estacionarse cerca, así que me encamine en esa dirección.

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—Bueno tenemos que caminar desde aquí. —Le digo a Abigail mientras salgo del auto y me dirijo a su lado para abrir la puerta para ella. Frunzo el ceño cuando ella abre la puerta y sale por sí misma, pero no digo nada.

—Está bien. El clima es asombroso. —Hay emoción en su voz y estoy exaltado de que ella estuviera feliz por esto. Este debería ser un agradable día de viaje y esperaba que eso arreglara el habernos marchado antes de esta pequeña vacación que le concedí.

—No, en realidad hace frío. —Digo y saco su suéter del asiento trasero de auto—. Ponte esto.

Ella niega con su cabeza hacia mí y hace una mueca—. Me gusta el clima frío. No necesito usarlo.

Alzo una ceja hacia ella, para que no esté dispuesta a retarme ahora—. Abigail.

Rueda sus ojos hacia mí y sujeta el suéter de mi mano—. Bien. Pero lo pondré alrededor de mi cintura hasta que haga frío. —Dice y empieza a anudar las esponjosas mangas verdes.

Ruedo mis ojos hacía ella, irritado, pero no estoy de humor para pelear con Abigail, así que la dejo ir—. Bien. Pero si la temperatura desciende más, te lo pondrás.

—Aunque esta soleado, así que lo dudo mucho, trato. —Me muestra una sonrisa y se la devuelvo.

—Trato. —Hago un gesto para que se acerque a mí y cuando lo hace, me inclino, susurrando en su oído—. Las mismas reglas se aplican a la última vez que te lleve afuera. Quédate conmigo todo el tiempo, no hables con nadie, no le sonrías a nadie y no hagas contacto visual. A menos de que lo apruebe. ¿Está claro? —Sé que mi aliento es tibio contra su cuello y ella se estremece.