Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 16 (Una Ilusión de Fuerza)

Zayn:

Coloqué mi brazo alrededor de Perrie, manteniéndola cerca de mí mientras salíamos del auto y nos dirigíamos a la vereda que guiaba a la mansión de Sykes, escoltados por sus viles guardias, Siva y Max.

Podía sentir la incomodidad de Perrie con las dos miradas sospechosas que los guardias le daban. Estaban hambrientos, sedientos de lujuria.

—Ignóralos —susurré en su oído, enroscando mi brazo alrededor de ella de forma protectora—. No permitiré que ellos te toquen.

Asintió, mordiendo su labio—. Estoy asustada —musitó, bajando el ritmo de sus pasos.

Apreté su mano para darle seguridad, pero no dije nada entretanto llegábamos a las enormes puertas de metal de la mansión de Sykes. Los guardias de enfrente nos dieron un vistazo rápido y nos dejaron entrar una vez que vieron que estábamos escoltados por otros de sus guardias.

Uno de los guardias, quién reconocí como Tom, me mostró una engreída sonrisa—. El Amo Nathan ha estado esperando por su llegada.

Le quitó el seguro a las pesadas puertas de metal y las empujo para abrirlas—. Sígame, Señor. —Hizo una mueca, con un tono condescendiente.

Hice un ademán a Perrie para que fuera detrás de él y yo iría detrás suyo.

Tan pronto como entramos a la sombría mansión, uno de los guardias agarró el brazo de Perrie, apartándola de mí—. Ella viene con nosotros por separado —anunció el guardia.

Perrie me dio una mirada de súplica y tensé mi mandíbula. Si decía algo, Sykes se pondría difícil. Me percaté de que los ojos de Perrie estaban llenos de lágrimas, así que me volteé, apartando la mirada y cruzando mis brazos mientras ella seguía su camino.

Hundí mis manos en mis bolsillos, irritado. ¿Por qué no podía Sykes irse a la mierda? Detestaba tener que llevar una esclava para complacerlo cada vez que me amenazaba.

Oí una bofetada y después Perrie chilló. Rápidamente mire atrás para ver que sucedía.

Una furia roja e intensa me lleno a través entretanto me percataba que Tom había golpeado el trasero de Perrie. Reaccionando sin un moderado segundo para pensar, lo ataque, empujándolo con toda mi fuerza hacia el piso. Rápidamente tomé el brazo de Perrie, jalándola a la fuerza para que se alejara de las sucias manos de Tom. La empujé detrás de mí, parándome enfrente de ella de manera protectora.

—Mantén tus sucias manos fuera de ella ¡hijo de perra! —bramé, observándolo severamente. Me agaché mientras escuchaba los sollozos de Perrie detrás de mí, pero continúe taladrando con la mirada a Tom.

Agarrándolo por el cuello, mantuve mi puño amenazadoramente cerca de su cara—. Sí te atreves a ponerle un puto dedo encima, te mataré, sin considerar una segunda opción. ¿Está claro Parker?

—¿Qué está ocurriendo aquí? —Una entretenida voz nos interrumpió y miré a un lado para ver a ningún otro que Nathan Sykes aproximándose a nosotros.

Le escupí a Tom y usé toda mi fuerza para empujarlo al piso antes de girarme para encarar a Sykes. Me miró divertido.

—Tu inmundo guardia decidió que estaba bien violar a mi esclava —dije despreocupadamente.

Sykes se encogió de hombros, dándole a Tom un rápido gesto con la cabeza en desaprobación. Se volteó hacia mí—. Puedes venir conmigo. —Señaló que lo siguiéramos y entonces rápidamente sujete el antebrazo de Perrie, apretándolo comfortantemente y jalándola junto conmigo. Sentí su cuerpo estremecerse con silenciosos sollozos, así que lleve mis labios a su oído y susurre consolándola—. No llores.