Capítulo 94 (Cumpleaños Olvidados) Parte 1

41.3K 2.8K 1.3K
                                    

Lottie:

El tiempo no existía durante las semanas pasadas. Era como si viera cambiar el rojo escarlata del reloj digital en la habitación de Louis, de alguna manera representaba el pasar del tiempo, pero esos números no significaban nada para mí. Yo.

Yo. Un suave bufido salió de mis labios por la palabra, por el abstracto concepto de quien era –o preferiblemente, de quien creí que era.

No sabía quién era. No podía entender como de alguna forma, atrapada dentro de mi cráneo, era yo. ¿Cómo era que a través de masas de células nerviosas entrelazadas entre sí de alguna manera podían determinar mi personalidad, mi vida, y traer a la vida recuerdos que no desearía rememorar?

Entre los casuales encuentros de recuerdos seguidos por largos periodos de un vacío desolador, sólo una cosa retumbaba dentro de mi cráneo, balanceándose contra el interior de mis huesos que protegían esas cuatro conexiones de retirada y en mi memoria estaban dos palabras. Sólo dos.

Quiero morir.

Ojos agua marina observaron los míos, y estaba ensimismada de nuevo, igual que la otra vez. Su cabello, un rico, castaño oscuro, estaba desaliñado sobre su cabeza. La familiaridad de la incipiente barba contra la línea de su rígida mandíbula regía un dolor conocido en el interior de mi pecho, como la leve arruga junto a sus labios mientras formaban una sonrisa.

Blaise, —solté, mi voz era ronca, seca. Como si no hubiera comido en años; como si no hubiera bebido en décadas.

Pero después el cabello oscuro se convirtió en rubio y la barba desapareció, y después no estaba más el rostro del hombre al que contemplaba. El rostro era más joven –más aniñado, suave. El rostro de William.

—Mami, —su diminuta mano sacudió mi rodilla, la cual reposaba contra mi barbilla mientras abrazaba mis piernas contra mi pecho.

Mordí mi labios, tratando de contener la abrumadora sensación de emoción que estaba sintiendo. No estaba sintiendo –no era nada. Estaba vacía. Era un agujero, nada más que una simple cáscara –y no quería que el viera eso.

—Will, —la voz de Louis sonó desde el otro lado del dormitorio, llamando suavemente al niño—. Ven aquí; deja a mami sola. No se siente bien.

—Mami, —trató de nuevo Will, sacudiendo mi rodilla con más fuerza. Podría verlo sacudir mi rodilla, pero no podía sentir su toque. Quería alcanzarlo y decirle que estaba bin, que debería escuchar a su tío Louis, sin embargo no podía moverme. No tenía energía, y estaba privada de todas las sensaciones. No sabía cómo.

Mis ojos se concentraron en los dígitos rojos del reloj y los observé con la mente en blanco.

Un golpeteo sonó en la puerta, y William continuó llorando a mis pies. No podía ayudarlo.

Alguien levantó a William de mis pies. Noté que era Perrie, pero de nuevo –es sólo un registro pequeño trozo de información dentro de mi infructuosa cabeza, acomodándose en el cajón vacío en el fondo de mi cerebro. Para ser pensado después; en otro tiempo.

Se lo entregó a Louis, quien asumí que salió de la habitación, mientras los lloriqueos de William bajaron su volumen.

Y después se deslizó contra el muro junto a mí, exhalando.

Inhalé. Exhalé. Arrugué mis cejas. Tomé otro respiro. ¿Cómo es que no lo noté antes como de alguna forma continué inhalar y exhalar, a pesar de mi deseo de estar tumbada dentro de un ataúd de madera, y que sea colocado bajo seis pies de tierra?

Exhalé una vez más.

—No puedes seguir haciendo esto, —la voz de Perrie salió delicada—. Louis está preocupado por ti, y William no entiende porque no hablas. Piensa que estás enojada con él.

Laced | Zayn Malik (Español)Where stories live. Discover now