Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 12 (Personalidades Incógnitas)

—¡Déjame ir! —Traté de gritar, pero no podía mover mis labios—. ¡Por favor!

Se aproximó mas a mí, sus ojos eran amenazantes. Lamió sus labios y retrocedí—. Intenta y vete ahora.—Se mofó—. Nadie está aquí para ayudarte.

—Por favor ¡solo déjame ir! ¡Haré lo que sea! —supliqué.

—Mmmh... No lo creo. —Una sonrisa maligna apareció en su rostro y lentamente sacó un revólver.

Apunto el final del arma hacía mí y la miro cautelosamente.

—Despídete Abby. —Presionó el gatillo.

—Por favor, no-

BAM.

Desperté con una sacudida y un gemido sobresaltado—. ¡No! —grité, mi corazón latía irregularmente. Jadeé, percatándome de que ya no estaba soñando. Hice una mueca a causa del dolor, mi cabeza palpitaba.

Un par de brazos me envolvieron efusivamente y presionó sus labios en sobre mi sien—. Oye, shhhhhhh —susurró Zayn suavemente—. ¿Estás bien?

Negué con la cabeza, secando mis lágrimas. Dejé salir una respiración agitada y colocó su mandíbula en el hueco de mi cuello.

—Fue solo un sueño —me consoló.

De pronto, sentí sus brazos retirarse de mí y me volteó así lo veía sobre su cama.

Me envolvió con sus brazos una vez más, Zayn me empujó contra él. Enterré mi cabeza dentro de su pecho y entrelacé mis piernas con las suyas. Inhalé su esencia, arrugando mis cejas en un intento de aliviar el dolor de mi cabeza.

Depositó un suave beso en mi cabello y luego puso un dedo debajo de mi barbilla así podría mirarlo.

Presionó su pulgar sobre mi cara, secando las lágrimas restantes.

Dejé salir una respiración agitada—. Siento haberte despertado. —Me disculpé, sintiéndome estúpida.

—No te preocupes por eso. —Lentamente presionó sus labios contra los míos, cuidadosa y suavemente.

Reaccioné de inmediato, correspondiéndole el beso y moviendo mis manos sobre su pecho y su desordenado cabello negro, con cuidado debido al aparato en mi muñeca y mis dedos.

Ataque sus labios vorazmente y él dejo salir un ronco gruñido, las vibraciones de su gruñido golpeaban mis labios.

Hice una mueca de dolor nuevamente y se aparto—. Perdón, lo olvidé... ¿te duele la cabeza? —Se disculpó.

Fruncí el ceño—. Un poco.

Se paralizó por un minuto, cerrando los ojos. Frunció sus labios levemente y no pude evitar desear saber que pasaba por su mente.

Me acerqué más a él, inhalé su colonia, agradecida. Me sostuvo entre sus brazos por varios minutos, sus ojos se cerraron y su respiración se tranquilizó. Finalmente me relaje, otra vez deseé que mi dolor de cabeza se fuera así podría disfrutar este momento.

De pronto, él se movió, alejándose de mí y volteándose. Lo observé, confundida, hasta que noté que revisaba la hora.

—Son las siete —me informó.

—¿Tienes hambre? —preguntó después de pocos minutos de un cómodo silencio.

Negué con la cabeza—. No está bien —mentí, mayormente porque no quería bajar y dejar el nivel de Zayn en la mansión. No sabía porque, sin embargo tenía un presentimiento de que no regresaría aquí de nuevo. Y estaba casi segura que mi cabeza dolería más si me levantaba.