Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 87 (Definida por una Decisión)

Zayn:

Solté un suave gemido mientras la luz brillando desde el muro ventana de mi dormitorio se situaba contra mis párpados, irritándome. Todo lo que podía ver era rojo con los ojos cerrados, así que lentamente los abrí, gimiendo por la luz que me despertó.

Subconscientemente, traté de voltearme, lejos de la deslumbrante luz del sol, sin embargo lentamente me di cuenta que una de mis brazos estaba atrapado debajo del cuerpo de Abigail, y mi otro brazo estaba situado sobre su cintura.

Me calmé, no quería despertarla de su sueño. Ella lucia exquisita mientras dormía —con su desorden de cabello oscuro, sus respiraciones superficiales saliendo de sus labios gruesos, rosas, su pecho se movía de arriba abajo con cada inhalación. Usaba mi camiseta que le di la noche anterior, la cima de sus pechos sobresalían por debajo del suave algodón.

Sus párpados estaban cerrados, y ella lucía muy… vulnerable mientras dormía —casi como si el tiempo hubiera retrocedido algunos meses atrás cuando ella fue traída aquí, y ella aún era extremadamente ingenua e inocente.

Ella creció y cambió mucho aquí durante los meses pasados; ella se volvió más cabeza dura y terca, fuerte, y difícil de dominar y controlar. Maduró con su propia persona, sin un figura paternal como su tío, y alguien que la cuidara como su hermano. Ella lo hizo por sí misma, completamente nueva en este ambiente, con un corazón abierto, y una enfermiza cantidad de confianza en todo el mundo alrededor de ella.

Tal vez eso era lo que me impulsaba —su completa ingenuidad y disposición para confiar en mí y los demás, incluso si no teníamos intención de lastimarla trayéndola aquí. Me tenía atado, su personalidad me acaparaba tenazmente, rehusándose a liberarme. Me tenía comiendo de la palma de su diminuta mano, y sabía que lo que sea que ella me pidiera, lo haría.

Apreté mi brazo alrededor de ella, y hundí mi cara en su cabello, riendo levemente por cuan desordenado estaba. Ella era tan adorable durmiendo, inconsciente de que estaba observándola, disfrutando la calidez que ella me proveía.

Sentí una emoción abrumadora fluir a través de mí, una sensación abrumadora de alegría y felicidad en este momento corto que estábamos juntos. Por un corto momento, olvidé las preocupaciones y el estrés de llevar a cabo el plan, olvidé el peso que aún cargaba sobre mis hombros, me olvidé acerca de todos y todo lo que dependía de mí al guiar esta rebelión.

Junto a mí, Abigail se movió levemente, soltando un gemido suave, somnoliento. Sus ojos se abrieron lentamente, parpadeando varias veces antes de mirarme por un instante, y cerrando sus ojos de nuevo.

Ella se acercó a mí, volteándose así no estaba más su espalda frente a mí, pero en lugar de eso, ella estaba encarándome. Se acurrucó contra mí, casi como un pequeño gatito, colocando un brazo alrededor de mi cintura, y reposando su cabeza contra mi pecho.

La apegué más hacia mí, ladeando mi cabeza hacia abajo para saludar sus labios con un beso, y después ella se alejó, y sonrió, sus ojos aún estaban cerrados.

—Buen día, Princesa, —me fastidió, una sonrisa divertida estaba en sus labios, aunque sus ojos todavía seguían cerrados.

—Abigail.

—¿Qué? —Alargó la palabra, con sueño aún en su voz de una manera que había que mis bóxers se apretaran—. ¿No vas a desearme buenos días?

Las esquinas de mis labios se curvaron en una sonrisa, y negué con la cabeza mientras picaba su espalda—. No le deseo buenos días las personas con el cabello aterradoramente enredado como el tuyo.

Con esto, sus labios se separaron en sorpresa, y ella se sentó, golpeando mi brazo levemente. Tenía una sonrisa tonta en su cara, tratando de contener su risa.