Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 85 (Jugando & Fastidiando)

Abby:

Sebastian y yo entramos a la mansión después de que los guardias nos hicieran pasar a través de los detectores de metal para asegurarse de que no estábamos llevando nada. Intencionalmente, o quizás no —además ¿ellos pensaron que teníamos micrófonos? No lo sé.

Al principio, creí que era ridículo, pero después me percaté de que todo lo que me dijo Sebastian respecto a toda esta rebelión que estaba sucediendo ahora, ellos tenían que tener precauciones extra para que ningún plan o información se filtrara fuera de la mansión. Eso le daba sentido.

Cuando entramos, fue justamente antes de la puesta de sol, el sol pasaba sus últimos minutos en el cielo antes de hundirse en el horizonte para ponerse.

Me aseguré de que regresáramos a tiempo como Zayn pidió —no quería que esta fuera la última vez que saliera de la mansión. Sebastian me llevó a ver tantas cosas hoy— los diferentes sitios populares alrededor de la ciudad, y todo fue tan emocionante y fue refrescante no estar atrapada aquí en la mansión todo el día.

Jalé del inicio de la cremallera de mi chaqueta, sacudiéndolo así podría sacármela. Una vez que me la quité, la colgué en mi brazo, y después me giré hacia Sebastian, quien estaba revisando su teléfono para ver notificaciones.

—Oye, gracias por llevarme de paseo hoy. —Le agradecí.

Sebastian sonrió, alzando sus cejas momentáneamente mientras levantaba la mirada de su teléfono—, sí, ni lo menciones. Sólo quería tener la oportunidad de arreglarlo un poco por los años que apesté siendo un hermano mayor. Te llevaré de paseo otra vez, pero la siguiente vez iremos a la playa o algo así. O a donde quieras. —Ofreció.

—Eso sería perfecto. —Lo abracé de pronto, colocando mis brazos alrededor de él y atrapándolo desprevenido.

Al principio él estaba sorprendido por mi repentino ataque de abrazo de oso, sin embargo después rió y puso sus brazos alrededor de mí, acurrucándome en un abrazo incluso más efusivo.

—Sólo tenemos que aclararlo con el Monstruo Malik solamente por esta semana, y después seré capaz de llevarte a la ciudad cuando quiera. —Soltó una risa, liberándose del abrazo que le di y sosteniéndome a la distancia de su brazo.

—¿Monstruo Malik? —Solté un bufido, riendo y negando con la cabeza.

—Sí, es un apodo que encaja, ¿cierto? —Bromeó Sebastian, también riendo.

—No, —golpeé su brazo juguetonamente, negando de nuevo con la cabeza—. No te burles de él.

—Oh, cierto, cierto. —Me fastidió Sebastian, sus ojos azul marino brillaban debajo de las luces de la entrada—, ahora no puedo burlarme de tu enamorado, ¿no podemos?

—Oh Dios mío, no Sebastian. —Mordí mi labio para dejar de reír tan extrañamente, mis mejillas se ruborizaron debido a la vergüenza.

—Si, ciiiiierto. —Sebastían movió de arriba abajo sus cejas hacia mí con insinuación—. Sólo trato de mantener las cosas entre los dos en el lado para menores de edad, ¿de acuerdo?

—¡Sebastian! —Golpeé su brazo más fuerte, mi otra mano se levantó para cubrir el hecho de que mi mandíbula cayó en sorpresa y vergüenza por su audacia—. ¡Ahora puedes irte! —Solté una media risa, aún mortificada por el hecho de que él sería así.

—Es en serio, —rió incluso más, librándose de toda su seriedad.

—No, nop, nop, de ninguna manera. —Mordí el interior de mi mejilla, tratando de evitar que otra risa vergonzosa saliera de mis labios—. ¡Tienes que irte, ahora!