Capítulo 1 (Vendida)

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La camioneta golpeó un bache y fui lanzada al otro lado de la caja   en la que había sido encerrada. Me quejé debido al dolor, pero mi sollozo  fue ahogado.

No podía ver nada, me habían vendado los ojos, amordazado y mis manos habían sido atadas detrás de mi espalda con lo que sentía como una cuerda.

No estaba segura porque me sentía mareada y mi cabeza dolía, y después todo vino hacia mí como una gran realidad.

Había sido secuestrada y encerrada.

¡Raptada!

Engañada por un Traficante, el hombre al que tuve pavor toda mi vida. El mismo hombre con el que siempre tenía pesadillas. El mismo hombre del que mamá y papá me advirtieron, el mismo hombre que mi tío siempre maldeciría

No podía creer que fui tan ingenua para pensar que un hombre que se me acercó, diciendo que solo me daría comida. Me mintió, fingiendo ser otra persona en la misma situación que yo, ocultándose de los Traficantes.

Pero había estado tan hambrienta, mi estómago gruñía por comida. No consumí nada por días y la comida era difícil de obtener para una persona que se ocultaba. Pensar racionalmente era algo de lo que no era capaz en este estado de inanición. La única cosa en la que podía pensar era el hecho que él me prometió que conocía un lugar donde seríamos capaces de conseguir comida y no lo pensé dos veces. Lo seguí, de una forma mareada, la sensación de vacío en mi estómago sólo se volvía más y más desesperada con la promesa de comida en un corto lapso.

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Me había guiado a la parte trasera de un restaurante. Lo seguí rápidamente, mi paso era rápido y sin sentido; y cuando se detuvo de repente, choqué con él.

Y luego sujetó mis brazos, me volteó y puso alguna toalla que despedía un olor fuerte sobre mi boca.

Luché, débil a causa de la hambruna, pero el cloroformo ya se había infiltrado en mis fosas nasales y me desplomé en los brazos del hombre.

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Podía sentir que la camioneta se detenía, golpeando una roca mientras conducía. La caja comenzó a temblar y tuve problemas para seguir sentada de manera erguida.

La camioneta se detuvo repentinamente y el miedo casi me ahogaba. La puerta del auto se abrió, luego la cerraron de un golpe y podía oír el imperceptible sonido de pies golpeando la grava.

Mientras él abría el baúl, varias voces se oían en la distancia.

—¿Dónde la encostraste? —preguntó una voz profunda y masculina, su voz estaba llena de autoridad y poder.

Otra voz replicó, inmediatamente la reconocí como la voz de mi secuestrador—. Ella estuvo viviendo en las calles la semana pasada. Estuvo ocultándose, pero no encontré a nadie más ocultándose con ella. Estaba sola.

—Paul, sácala de la caja. Louis te llevara a mi oficina donde te daré el cheque una vez que la tenga dentro. —Ordenó la voz masculina.

Sentí la caja ser movida y abierta en la parte superior y después el hombre, quien era llamado Paul la volcó, provocando que cayera fuera. Sus manos fornidas me sujetaron del brazo, levantándome bruscamente. Hice una mueca, gimiendo de dolor. Lágrimas salían de mis ojos vendados.

Fui empujada hacia algo duro y tibio, un pecho.

—Cálmate Paul —advirtió la voz masculina—. Ve con Louis.

Otra voz mucho más alta que las otras, habló—. Sígueme Paul. —Y luego oí dos pares de pasos alejarse de nosotros.

Cuidadosamente, un par de brazos cálidos me apartaron el pecho, mientras me estabilizaba sobre mis pies.

Laced | Zayn Malik (Español)Where stories live. Discover now