EXTRA: Rata | parte 5

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Llevaba tiempo siendo el líder de los Barrenderos. Tenía el respeto de todos ellos, y aunque era un trabajo pesado por ser jefe también era mucho más ligero que ser el mejor elemento de D.E.A.T.H. Omar estaba dispuesto a hacer crecer la agencia como una muestra de respeto a su madre.

Iba seguido a ver a su familia al mausoleo. Solía conversar con ellos y contarles los logros en los barrenderos. Cuando se unían nuevas personas, cuando los contrataba alguien importante, o los trabajos que eran tan raros que siempre formaban parte de una anécdota divertida.

Omar era un buen líder, muy apreciado por su gente y también muy respetado. Era usual que al finalizar un trabajo bebieran unos tragos juntos, como una gran familia.

A veces también iba de visita a Assassin, y aunque no tenía una buena relación con Julio –debido a las amenazas que él envió—, se tenían mucho respeto mutuo. Julio tomaba muy en cuenta la opinión de Omar.

Le gustaba ver a los novatos entrenar y descubrir los nuevos talentos. Podía saber el futuro de cada uno solo con verlos. Los que se rendían, los que se convertirían en grandes asesinos, o los talento nato. Estaba mirando el entrenamiento de los novatos cuando vio a una enorme mujer pelirroja dar órdenes a un par de novatas. Era alta y fornida, de grandes músculos y volúmen, con un físico que avergonzaba incluso a los hombres de allí. Tenía el cabello pelirrojo por los hombros y una mirada dura al regañar a sus aprendices.

—¡Diosito querido, matame y haceme renacer entre ese culazo! —dijo con una sonrisa al verla, entonces miró a Julio a su lado, que siempre le hacía compañía en sus visitas—. ¿Quién es esa diosa amazona?

—¿Quién? —preguntó Julio, algo distraído, pues estaba más concentrado en ver a unos fuertes novatos entrenar.

Omar lo miró de reojo y sonrió, porque era muy notorio para todos en Assassin cuáles eran los intereses de Julio.

—La pelirroja que parece una amazonas —repitió, porque sabía que esos músculos lo tenían distraído a Julio—. ¿Quién es?

—Pamela. Vos la recomendaste para líder de los profesionales.

—¡¿Esa es Pamela?! —chilló.

—¿Algún maldito problema? —gruñó ella desde lejos, pues lo había oído.

Omar se puso de pie muy rápido y caminó hacia ella con una sonrisa de galán, mientras que Pamela se había cruzado de brazos para verlo con una ceja alzada. Él la miró de arriba abajo con una sonrisa claramente libidinosa, y apreció cada uno de sus fuertes músculos, especialmente sus grandes piernas.

—La última vez que te vi te faltaban varios kilos de músculos —dijo con una sonrisa—. ¿Pelo rojo?

—Me gusta el pelo rojo, ¿algún problema con eso? —volvió a gruñir ella—. ¿Tengo que preguntarte primero de qué color teñirlo?

—Prefiero que me preguntes cuándo voy a ir a tu cama.

—Unite a la fila —Alzó una mano y chasqueó los dedos—. La fila de los imbéciles que creen tener oportunidad.

—Uy, qué ruda. ¡Me encanta! —se rió y posó sus dedos bajo la barbilla de ella, para poder verla fijo a los ojos verdes—. Una noche conmigo y se te pasa.

Pamela le dio un puñetazo con molestia.

—¡No me molestes!

—Ufff, qué rico. Pegame otra vez.

Ella torció sus labios en un gesto asqueado y se alejó enseguida de allí, dando por finalizada sus clases a las novatas. Omar quiso seguirla, sin embargo oyó la voz de un hombre tras él.

Mörder [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora