EXTRA: El trato | parte 6

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| NOTA: Esta parte es un poco más larga de lo normal, pero vale la pena |

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Tal y como Fosa le había dicho, Erica rechazó todas y cada una de las invitaciones de Vanyusha, incluso sus obsequios. Rechazó las rosas, las joyas y vestidos, los grandes desayunos que le enviaba a la habitación, las botellas de carísimos vinos. Erica rechazó todo, e incluso desayunó, almorzó y cenó fuera de la casa, para rechazar también las comidas de la residencia.

Por los gestos que Misha hacía, Erica supo que rechazarlo tantas veces no era una buena idea. Misha incluso parecía rogarle con la mirada que no fuera estúpida y aceptara. Pero ella no solo estaba obedeciendo un pedido de su maestro, sino que honestamente no tenía deseos de ver a Vanyusha.

Al segundo día de rechazos, tanto Erica como Fosa notaron que los estaban siguiendo a esa cafetería donde tomarían su merienda. No hablaron allí de otra cosa que no fuera de la carta, el clima o compras, porque habían salido de compras juntos. No hablaron ni de Vanyusha, ni de lo que pasó en Daguestán, y mucho menos de la familia de Erica, porque no sabían si alguien podría estar cerca oyendo sus conversaciones.

Cuando regresaron a la residencia el ambiente estuvo mucho más tenso, pero Erica no le dio importancia. Comenzó a prepararse para ir al teatro Bolshoi con Vanyusha, aunque no tenía deseo alguno de verlo. Se dio un relajante baño, se puso un bonito vestido dorado con pedrería, para verse más despampanante que nunca. Se maquilló muy bien los ojos para resaltar su belleza y se colocó un labial rojo vino en tono mate. Sin embargo, debajo del vestido, se colocó un arnés con el cuchillo que le había regalado su adorado esposo cuando ella aún le temía.

—Tené cuidado, Erica. Provocamos a la bestia, ahora vamos a ver si es capaz de atacar o no —dijo Fosa con el rostro serio—. Voy a estar atento, tené tu teléfono ruso encima.

Ella solo asintió mientras se colocaba aretes de piedras y también perfume, el más delicioso de todos. Tenía que verse como una diosa, para comprobar hasta qué punto le interesaba en verdad a Vanyusha.

Cuando bajó las escaleras fue directo a su oficina a buscarlo, él estaba hablando en ruso con unos Capa Roja, con el rostro lleno de furia, pero sus gestos cambiaron al verla. La miró con una mezcla de molestia pero también intensidad por verla tan hermosa.

—Estoy lista para ir contigo al teatro, Vanya —dijo con una voz seductora.

Él hizo un movimiento con su mano para echar a su gente, por lo que Erica entró contoneando sus caderas hasta apoyar la palma de su mano en el escritorio, sin dejar de mirarlo fijo.

—Creí que no irías, como estuviste rechazándome dos días —dijo él con molestia.

—Si no quieres entonces regresaré a mi habitación —ronroneó Erica e hizo el ademán de marcharse.

Vanyusha la tomó de un brazo con fuerza.

—No —dijo y le dirigió una sonrisa, aunque no la soltó—. Dame unos minutos para cambiarme, espera junto a Mikhail. No quiero que otros se den el gusto de apreciar tu belleza.

Ella asintió, aunque miró fijo los dedos de Vanyusha que se apretaban a su musculoso brazo. Tuvo el instinto de quitárselo de encima y romperle la mano, pero le dirigió una sonrisa coqueta y se alejó cuando él la dejó ir.

Afuera de la oficina se sentó de piernas cruzadas de forma sexy frente a Misha, que estaba firme con sus manos tras la espalda como era usual, junto a la puerta de la oficina. Lo miró fijo, Misha tenía su cabello negro peinado hacia atrás, aunque algunas mechas caían en su frente. Sus costados estaban rapados y era realmente atractivo.

Mörder [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora