Capítulo N° 50

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Cuando Fosa llegó con la camioneta, Erica ya casi había terminado con los cuerpos, y mientras que el Loco le habría la puerta del garage para que ingresara allí, Chris se acercó lentamente hacia ella, pues aún le faltaban cinco cuerpos.

—Eri... No tenés que cortarlos, ¿o sí...? —preguntó con un gesto algo asqueado.

—No, están en buen estado, con envolverlos basta —explicó mientras finalizaba con uno—. Si querés ayudar, podés juntar todas las armas que les quité. Ponete guantes, hay que limpiarlas.

—Das miedo, ¿sabías? —dijo con una risita.

—Raro, creí que te gustaría.

—Me gusta que me ahorquen y me digan que soy un sucio perro, no que me corten en pedazos a mí o a otro —se rió Chris y sorbió de su mate—. Igual es interesante, es como ver a esa gente que limpia alfombras en TikTok, solo que son cadáveres.

—Ahora el que da miedo sos vos.

La puerta del garage se abrió, y tras el Loco ingresó Fosa, quien no dudó en observar todo a su alrededor, especialmente a los cuerpos ya apilados en un rincón. Faltaban solo cuatro, Erica estaba trabajando con uno de esos y él la observó con detenimiento para asegurarse de que lo hacía bien.

—Bien, Bombita —dijo con un gesto de aprobación—. Bien ajustado, varias capas, no chorrea líquido —Movió uno con sus guantes para asegurarse de ello—. Me sorprende, muy bien.

Sin decir nada él comenzó a ayudarle con los otros cuerpos que quedaban, Chris solo la miraba a Erica trabajar, mientras que el Loco observó la rapidez y eficacia de Fosa.

Cuando todos estuvieron listos, los acomodaron en la parte de atrás de la camioneta, una trafic blanca, para luego limpiar la sangre del suelo y de cada rincón. Desinfectaron muy bien todo, pero Fosa decidió que lo mejor respecto a la alfombra era quitarla, pues limpiar sangre allí era más complicado.

—Ey, es mi alfombra —se quejó el Loco cuando lo vio enrollarla y guardarla en la camioneta.

—Bueno, ahora entendés por qué te decía que no mancharas las alfombras —dijo Fosa con el rostro serio—. Comprate una nueva.

El Loco solo se cruzó de brazos con fastidio y miró a ambos barrenderos terminar con su trabajo. Le sorprendió ver lo sería que Erica era al trabajar, era también muy meticulosa y, por un instante, le recordó a Nahuel y entendió por qué él la había escogido como aprendiz de barrendera.

—¿Cuánto debo pagar? —preguntó Erica a Fosa mientras descartaba los guantes y comenzaba a lavarse las manos.

—Diez mil por cada uno.

—¿No es demasiado? —inquirió Erica con sorpresa—. Recuerdo que con mi abuela salió mucho menos...

—No estás pagando la cremación, estás pagando por su silencio. A veces incluso les doy el doble si siento que podrían traicionarme —explicó Fosa y también descartó sus guantes.

Erica se acercó al Loco, la miraba con una extraña sonrisa, una mezcla de orgullo, curiosidad pero también de deseo por haber visto la parte más oscura de ella.

—Voy a llevarlos con Fosa —dijo con un rostro serio y él apoyó su mano en el rostro de ella—. Vuelvo en una hora, vendrá Thamma.

—Está bien, mein Liebling —dijo y sonrió con picardía—. Te ves muy sexy trabajando...

Ella solo sonrió, bastante divertida, y le dio un beso en los labios. Le pidió a Chris que se encargara de las armas que juntó, para luego subir las escaleras a la habitación y juntar efectivo de su bolso. Volvió a bajar con el dinero en un bolsillo y luego se fue junto con Fosa hacia el garage.

Mörder [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora