EXTRA: Rata | parte 2

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Omar fue entrenado en Assassin por su hermano mayor, el líder de los Profesionales. Solo ellos dos se habían quedado allí, el resto de la familia se había instalado en distintas casas para trabajar luego junto a su madre en la agencia de Barrenderos.

A los doce años Omar era tan bueno que fue considerado, por el mismo Jonathan Moms, como el mejor de los novatos en todo D.E.A.T.H., y fue nombrado líder de los novatos de Assassin, aunque ese puesto le trajo muchos enemigos de novatos que llevaban años siéndolo. Eran mayores que él y se negaban a obedecerlo.

Ese mismo año habían comenzado a correr muchos rumores en Assassin. Se hablaba de una mujer que había debilitado a Kasch Wolff, y también se hablaba de una amante que tenía Jonathan, lo que le traía muchos problemas con su esposa Ingrid.

En esos años dos hermanos más de Omar fallecieron en un intento por deshacerse de los Barrenderos por parte de distintos grupos criminales, aunque Jonathan Moms no estuvo involucrado y le envió sus respetos a Marta.

Solo quedaban cinco Leiva con vida. Solo cinco, de once que eran originalmente.

Cuando Omar cumplió los quince años, fue nombrado Profesional y pasó a entrenar junto a estos. Aunque no estaba al nivel de su hermano mayor, por ser este el líder, ahora podían hablar de igual a igual, y el respeto hacia él era mucho mayor.

—Vamos, Lauchita, mamá organizó una gran fiesta en tu honor —dijo su hermano Raúl al palmearle la espalda con cariño.

—¿Y nos van a permitir salir?

—Se lo pedí a Jonathan en persona —dijo con una sonrisa torcida—. Tenemos autorización. Ni vos ni yo cometemos errores, ni desobedecemos órdenes. Podemos salir tranquilamente.

Omar asintió con una sonrisa y se cruzó de brazos. Tenía la misma altura que su hermano Raúl, teniendo uno treinta y seis años y el otro solo quince recién cumplidos. No pudo evitar sonreír de forma bromista por eso.

Aunque aún no tenía la inmensa musculatura de su hermano, Omar tenía un cuerpo grande y fuerte, y una voz grave que lo hacía parecer mayor edad de la que tenía.

Luego de darse un baño y cambiarse de ropa, fue junto a su hermano que aprovechó el viaje para enseñarle a manejar. Le mostró los cambios, el funcionamiento del auto y fue enseñándoles las reglas de tránsito durante el trayecto.

—Ya cumpliste quince, desde Óscar que se impuso el Rito en los mejores —dijo Raúl y lo miró de reojo—. ¿El señor Moms te ha enviado para el Rito?

—No, no lo necesito.

—¡¿Cómo que no?! —chilló—. ¡Todos los mejores deben hacer el Rito para convertirse en espías!

Omar comenzó a reírse y se cruzó de brazos, con una sonrisa egocéntrica.

—¿En serio pensabas que sigo siendo virgen, Raúl? Sos más inocente de lo que creía.

Su hermano le dio un empujón y estacionó el auto frente a la inmensa casa de su madre, tan bonita y elegante.

—Pendejo precoz de mierda, ¿ya cogiste y todo? La puta madre, ayer mismo te estaba cambiando los putos pañales —siseó Raúl y se bajó del auto.

—Mamá me cambiaba los pañales, estúpido.

Azotó la puerta del auto y se acercó a él, que colocaba la llave en la blanca puerta de entrada.

—Y cuando mamá se iba con un hombre, o a misiones, ¿quién carajo pensás que te cuidaba, pendejo?

—Mis hermanas.

Omar se rió con ánimo, porque le divertía molestar a su hermano, pues este siempre se enojaba mucho cuando negaba sus cuidados.

Recorrieron el amplio pasillo de paredes blancas, con bonitos cuadros. El piso era de porcelanato, pero cuando entraron en la inmensa sala de estar donde todos estaban reunidos, vio que allí el piso era de parquet. Sonrió ampliamente al ver a su madre, quien se puso de pie enseguida para poder recibirlo. Ella lo tomó del rostro con cariño y le besó las mejillas.

Mörder [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora