Capítulo N° 31

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Dedicado a _Archer02_
Que tengas un feliz cumpleaños <3

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Cuando el dolor de su cuerpo fue menor, Erica volvió a entrenar. Aún le dolían sus costillas, también sus piernas y otras partes de su cuerpo que nunca creyó que podían llegar a dolerle. Sus moretones habían cambiado de color, pasaron de ser púrpuras y rojizos a volverse café y amarillentos, pues ya estaba sanando.

El Loco iba y venía de la casa los últimos días, a veces regresaba horas después, y tanto Erica como Jack quedaban ese tiempo solos allí. Por ese motivo, Erica se esforzó en enseñarle su nombre a Jack, y trataba de pasar tiempo de calidad con él, pues a veces lloraba y rompía cosas en sus momentos de crisis.

Cuando el Loco regresó de la calle, se encontró con un libro roto en el suelo y a Jack llorando mientras Erica intentaba consolarlo.

—Si vuelve a romper algo... —comenzó a decir el Loco, bastante enojado.

—Si vuelve a romper algo te callás y lo abrazás —gruñó Erica—, perdió a su mamá y está viviendo en una casa desconocida con una mujer desconocida porque no estás nunca, y solo conoce a Hund y a vos. No debe entender nada de lo que está pasando.

—Erica...

—Erica las pelotas, este chiquito vio a su madre ser atacada y llora todos los días, prestale más atención, para él vos sos su papá, sos lo único que tiene.

Él no dijo nada, solo suspiró para luego agacharse en el suelo y apoyar con suavidad su mano en la cabecita con ondas rubias de Jack. El pequeño soltó a Erica y se aferró a él para poder acurrucarse en su pecho, con sus sollozos tristes.

Erica aprovechó ese momento para poder ir a la cocina, se recogió el cabello en una colita y comenzó a calentar un poco de leche para Jack, la cual colocó en un vasito. Debido a que la alimentación de Jack era saludable y libre de azúcares, Erica había horneado unos muffins de calabaza para que pudiera merendar. Acomodó todo en la mesa y luego fue en busca de Jack, que ya había logrado tranquilizarse junto al Loco.

—Damelo, tiene que merendar —dijo Erica al estirar sus brazos.

Con cuidado él le pasó al pequeño, que fue sin queja alguna a los brazos de Erica y se sentó en su regazo a la mesa. Jack era bastante independiente, tomaba su vasito solo e intercalaba los mordiscos al muffin, sin embargo, pese a ser independiente, era muy apegado a ambos.

—En unos días debo ir a Mörder con Aaron —comenzó a decir Erica cuando el Loco se sentó frente a ella con dos tazas de café, una se la extendió a ella—, vas a necesitar ayuda con Jackie en esos días que yo no esté. Pedile ayuda a la Babu, ella fue madre y sabe cómo tratar con niños.

—Lo siento, no sé tratar con niños, apenas un par de veces vi al hijo de Rata, y solo los domingos veía a Jack —dijo en un suspiro y bebió un sorbo de café—, hago mi mejor esfuerzo.

—Lo sé, por eso trato de hacerlo todo yo, pero no voy a estar por unos días y vas a necesitar que alguien te ayude —dijo Erica y le dio un beso en la cabeza rubia a Jack—. Igual bastante bien lo hacés para no tener experiencia.

Cuando Jack finalizó de tomar su leche y comer su muffin, pidió bajar, y ya en el suelo fue corriendo hacia los sillones para buscar a Hund. Erica lo siguió con la mirada, y solo después de que él bajó fue que comenzó a beber su café.

El Loco la miró en silencio, las heridas en ella habían sanado notablemente, aunque aún parecía que le costaba hacer fuerza. Él sabía que de por sí era bastante esfuerzo para Erica alzar todo el tiempo a Jack.

Mörder [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora