HOY: PLANTAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO, ESCRIBIR UN LIBRO

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Simón, Thiago, Mar y yo fuimos al hospital rápido, casi de inmediato

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Simón, Thiago, Mar y yo fuimos al hospital rápido, casi de inmediato. Simon fue a buscar a su mamá y yo me quedé con los chicos en una sala de espera y caminando de un lado a otro. Estaba muy nerviosa pese a que Thiago y Mar trataban de calmarme. Yo solo quería que el papá de Simón estuviera bien.

Desde dónde estaba, vi a Corina salir de un cuarto, evidentemente mal, y lo primero que hizo fue darle un abrazo a su hijo, llorando con desesperación, lo cual hizo crecer mi angustia.

—Tranquila, Valentina— Thiago se acercó a mí y lo miré —Tranquilizate.

Suspiré —¿Crees que se recupere? Simón no- el no soportaría perder a su papá, Thiago.

Thiago me abrazó. Apoyé la cabeza en su hombro y cerré los ojos, deseando que Francisco salga de eso para que su familia esté bien.

—Payaso— escuché decir a Mar.

Me separé de Thiago y me acerqué a Simón rápido, sin pensarlo. Se veía agitado y bastante mal.

—Mi amor, ¿cómo está tu papá?

Negó —No, dicen que.... que está estable, que... que lo peor ya pasó— tragó saliva —Ahora él tiene que... que hacer reposo y cuidarse de hijos como yo, ¿no?

Se sentó en una de las sillas que había en la sala de espera y yo me senté a su lado, colocando mi mano en su hombro.

—¿Por qué dices eso? No es así— comenté.

—Saimon— Thiago intervino —La pelea que tuviste con tu viejo no tuvo nada que ver.

Simón no respondió. Besé su hombro.

—¿Se queda con Corina que... que yo lo voy a ver?

Asentí —Sí, claro.

—Nosotros los esperamos acá— Thiago comentó y nos sonrió —Mejor vayan ustedes.

—Sí, nosotros nos quedamos acá— añadió Mar.

Simón me miró, como preguntándole si quería ir y yo asentí con firmeza. Entrelacé nuestras manos y les sonreí a los chicos antes de caminar para ir con Corina, que estaba afuera del cuarto donde el papá de Simón se encontraba. Le di un abrazo cuando la vi y traté de sonreírle.

—Hola, querida— trató de sonreírme —Gracias por venir— miró a su hijo —Ve.

Él asintió y abrió la puerta del cuarto para entrar y así poder ver a su papá. Suspiré.

—Que susto, ¿no?— le dije a Corina.

Ella se recostó en la pared y asintió.

—¿Quieres que te traiga un café?— ofrecí.

Corina tomó mi mano —Mejor me voy a... me voy a tomar un poco de aire.

Le di un pequeño asentimiento.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora