Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Cuando los tres regresamos al Hogar Mágico ya era casi de noche. Nico se habría ofrecido a dejarme en casa, pero le dije que no porque quería hablar antes con las chica de unos temitas.
Cielo nos recibió en la entrada de la mansión. Puso una expresión de alivio al ver a mi hermano.
—Thiago.
Thiago le sonrió —Cielo.
Ambos se abrazaron y yo sonreí enternecida. Cielo era como una mamá para los chicos y era tierno de ver. Se notaba que en verdad los querían mucho, y aquello era lindo de presenciar.
Nico rodeó mis hombros con uno de sus brazos, yo sonreí.
—Perdoname— Thiago se disculpó.
—¿Cómo me vas a pedir perdón, mi amor?— Cielo, sonriendo, le habló —Nosotros sabemos por lo que estás pasando.
Thiago negó —No, no saben— nos miró —Me estoy volviendo loco.
Los cuatro comenzamos a caminar hacia la sala, yo entrelacé mi brazo con el de mi hermano.
—No, no te estás volviendo loco— le dije.
—Ya estás mimoso, estás- pasame esto— Nico sacó del hombro de Thiago, su mochila —¿No te querés sacar la campera?
—No, está bien.
Nos sentamos en el sofá.
—A ver, no te estás volviendo loco, todos estamos... pasando por un momento que pasás vos, en algún momento de nuestras vidas nos ponemos a pensar adentro de la casa; ¿qué nos pasa? ¿Por qué pasan estas cosas raras? ¿Por qué Cielo cruzó el portal?— Nico enumeró —Es porque sabemos que hay gente densa detrás de todo esto, pero... Tranquilo, estará todo bien. Estamos nosotros para estar con vos.
Thiago lo miró —Quiero ser normal, Nico.
—Mi amor— Cielo le habló con dulzura —Eso no lo podemos elegir.
Thiago suspiró y llevó ambas manos a su rostro.
—Ese portal nos eligió a nosotros— Cielo siguió, yo solo la miré —Pero todos juntos, no a vos solo. Acá está tu casa, tu gente, la gente que te quiere.
Thiago le sonrió —Gracias.
—De nada— ella besó su mejilla.
—Dale, dale, atorrante— Nico batió su cabello, nos reímos —Andá a tu cuarto, vas a estar bien, eh. Vas a estar con nosotros.
