Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Simón y yo estuvimos platicando en mi patio y las risas no hicieron faltan, él me hacía reír mucho. Y también, aprovechaba en robarme besos, algo que me encantaba y parecía tierno. Me hacía sentir un poco más segura, me hacía sentir especial.
Felizmente, aquel señor loco no volvió a llamarme. No le hablé a Simón de eso porque no tenía sentido que lo haga cuando lo más probable es que sea una broma tonta. Preferí relajarme y divertirme con mi novio en vez de estresarme por algo ilógico.
Nuestra burbuja se rompió cuando su celular sonó. Me di cuenta de la mueca en su rostro que puso en cuanto vió de quién se trataba, pero igual contestó.
—¿Qué hacés, ma?— asintió. Su expresión cambió, se notaba preocupado —Uh, bueno, bueno, ya voy.
Sin más, colgó.
—Mi hermanita— explicó.
—¿No es hermanito, el de la fiesta de cumpleaños?
—No, no, mi hermanita. No la conociste porque no estaba en el cumpleaños.
¿Por qué no me había platicado antes de ella?
—¿Por qué no estaba en el cumpleaños? ¿Se fue de viaje?— bromeé.
Sentía que me ocultaba algo más, sobre todo por la manera en la que me miraba.
—No, es que... ella es algo especial— pausó, yo solo lo mire, expectante —Es autista.
Me observó atento, esperando mi reacción. Lo que me preocupaba era que no me había platicado aún de ella hasta ahora. ¿Pensó que reaccionaría mal?
Decidí callar a las voces en mi cabeza que trataban de hacerme sentir insegura y simplemente le di mi mejor sonrisa.
—¿Crees que... pueda conocerla?— le pregunté.
Simón me miró sorprendido —¿Querés conocerla?
—Sí, me gustaría, pero solo si tu quieres.
—Me encantaría presentártela.
Me incliné y lo besé.
—¡Me tengo que cambiar!— exclamé.
—Pero, mi amor, estás hermosa así.
Negué —Quiero estar presentable para conocerla y nada me hará cambiar de opinión. Te prometo que no tardaré ni quince minutos. ¡Ya regreso!
No esperé a que me respondiera y entré a casa con rapidez para subir a mi habitación y cambiarme de ropa por algo más bonito.
Terminé por elegir un vestido bastante bonito y un par de zapatillas blancas. Dejé mi cabello igual, me encantaba llevarlo suelto, y me puse un poco de mi perfume de siempre. Una vez lista, bajé.
