Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Los chicos y yo nos montamos en la camioneta para partir a la capital, o por lo menos al pueblo que esté más cerca. No había podido comunicarme con papá o mamá aún y estaba segura de lo preocupados que estaban. Cuando se les pase la precipitación, me iba a caer un bien castigo.
Yo iba sentada en la parte de atrás con Rama y Jaz, mientras que Thiago, Tefi y Mar iban adelante con Tacho quien era el que manejaba. Tefi, otra ves, se iba quejando y ya me estaba cansando.
—Chicos— comenzó Tefi haciéndome rodar los ojos —Ustedes están acostumbrados a robar camionetas y otra cosa, pero yo no.
—Otra vez con lo de chorros. Basta, Tefi, cortala.
Tefi se ofendió —Eh, disculpame pero en el club del campo una mano loca robó mi campera colorada, gorda.
—Tefi, Tefi, la habrás dejado por ahí— le respondió Thiago, cansado.
—Chicos— ella lo ignoró —Esta camioneta tenemos que dejarla ya, por favor.
—Vamos al pueblo a tomar un bondi— le respondió Tacho.
Una canción de Gloria Trevi comenzó a sonar y fue Tefi quien se emocionó ya que se trataba nada más que de su celular.
—¡Mío, mío!— exclamó. Respondió la llamada casi que de inmediato—Hola, Loli, ¿como andás, gorda? ¿Todo bien? ¿Dónde estas? No te lo puedo creer.
Comenzamos a decirle que pida ayuda pero Tefi no nos hacía caso alguno. Ella seguía hablando con su amiga de lo que habíamos pasado, la versión en su cabeza de lo que estaba pasando.
—Sí, re divertido— le respondió a su amiga —Pero vamos a terminar en la cárcel.
—¡Estefanía, pará!— le gritó Rama.
—¡Se pueden callar!— ella respondió molesta, rodé los ojos —Sí, sí es una camioneta robada, ¿lo podés creer?— se rió, ignorando nuestras señas —No, no, claro que yo no gorda, mi hermanastra, te juro.
—¡Basta, dame eso!
Mar le arranchó el celular para pedir ayuda pero la hermana se lo volvió a quitar.
—Chicos, corté— Tefi dijo casi susurrando. Miró su celular —Sin señal.
—Ah, bueno. Ah, bueno.
Tefi comenzó a llorar dramáticamente haciendo su show de víctima. Tacho frenó el auto dejándonos a todos confundidos, se bajó del auto sin decir nada, cosa que nos confundió aún más, y caminó hacia la puerta de Tefi. La abrió y la bajó para llevarla atrás con Nacho y Jero ignorando sus quejas.
—Te quedás acá, ¿está bien?— ella intentó hablar y Tacho la cortó —¡Callate la boca!
Sin decir otra palabra, el rubio volvió a subir. Reí y celebramos su accionar.
