Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Durante todo el trayecto de regreso a la capital, me la pasé conociendo más a Mar y Jazmín. Ambas ya me caían muy bien y aprovecharon para saber más sobre mí. De vez en cuando hablaba con los demás, pero evité entablar conversación con Nacho, Jero y Tefi porque no me sentía muy segura con ellos tres.
Traté de dormir una siesta, pero fue casi imposible hacerlo debido al calor que hacía. Jazmín le ofreció agua a Tacho, pero este parecía estar soñando y no respondía a los llamados.
—¡Tacho! ¡Tacho!— gritó Jazmín regresándolo a la realidad —Hey, pregunté si querés— le enseñó una botella de agua.
—Eh... no, gracias.
—¿En qué pensabas?— preguntó Jazmín curiosa al verlo distraído.
Tacho sonrió —Nada. Pavadas— la miró —¿Vos, en que pensás?
Jazmín desenfocó su mirada y colocó una cara que parecía de enamorada.
—Hey— llamó su atención Tacho —Te pregunté en qué pensabas.
—¿Eh? Nada. Pavadas.
Me reí al escucharla repetir lo que Tacho dijo antes. Tacho la miró confundido pero lo dejó pasar.
Los minutos pasaban y lo único que escuchaba eran quejas por parte Tefi y Nacho.
—Ay, gordo. Esto es una lata, por Dios— Tefi volvió con las quejas.
Nacho le dio la razón —Te juro, pero te juro que no podés ser tan rata— le dijo a Tacho —¿Cómo hiciste para sacar pasajes con esta carretera?
—Con lo único que había— le respondió enojado él antes de sentarse adelante.
—Chicos ¿porqué no lo discutieron abajo y se dejan de romper la-
Tefi interrumpió a Mar irritada —Ay, mirá que fina mi hermanastra, eh— la miré mal porque no podía soportarla ni un poco más —La verdad que yo no sé como te dejaron entrar al Rockland.
—Ay, nena, se necesita más que dinero para entrar. Se necesita cerebro, pero veo que hay excepciones, por lo menos por aquí.
Los chicos se rieron y Tefi me miró indignada. Mar me agradeció en voz baja.
—Ojalá los dejaran salir a ustedes— Jazmín dijo, le di la razón —Ojalá.
—Mirá, gitanita, si todavía estás quenchi por lo de las plumas, la culpa de Tefi no es— le dijo Nacho y Jazmín lo miró enojada —Así que no te la agarrés con ella, eh.
—¿Por qué no te callás, tarado? ¿Qué decís?
Nacho me miró —¿Y vos? ¿No deberías de estar de nuestro lado? Mirá que no te conviene hacerte una más de ese grupete.
—Ay, Nach, gordo esto va a ser eterno, insoportable y eterno— se quejó Tefi una vez más.
—Mejor, mejor que sea eterno— interfirió Ramiro, con voz preocupada —Así Nico no se entera que me echaron del colegio. Y a vos gracias por darme una mano con el director, eh.
