Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Mar apareció, un poco nerviosa y me miro asustada cuando notó mi presencia. Me acerqué, preocupada por su reacción.
—¿Estás bien?— le pregunté.
—Sí, sí, sí, todo bien— respondió —¿Ya te ibas?
—De hecho, quería saber si podía quedarme. No sé, podríamos tener una pijamada.
Sonrió —Ay, dale, dale— respondió —¿Qué es eso?
Al ver que señalaba las hojas en mi mano, respondí —Santiago vino para entregarme estas invitaciones al bar de su tío. Son de cortesía y podemos ir hoy si quieren.
—¿Enserio?— asentí —Bueno, habrá que avisarles a las chicas. Menos a Tefi porque viste como es ella y no quiero pelear.
—Claro, pero primero tengo que pedirles permiso a mis papás y tú tienes que avisarle a Nico para ver si me deja quedarme hoy a dormir.
—Nico va a decir que sí.
La miré de lado —Igual pregúntale.
—Bueno, ya voy— se quejó —Vos llamá a tus viejos.
Asentí y marqué el número de mamá. Respondió al segundo timbre, preguntándome dónde estaba.
—Hola, mamá— saludé —Tranquila que estoy bien. Estoy en casa de las chicas y quería pedirte si podía quedarme a dormir hoy aquí con ellas.
—¿Otra vez? ¿No te parece que pasas más tiempo en esa casa que en la tuya?
Tenía razón, últimamente estaba pasando bastante tiempo en esta casa, pero no podía evitarlo porque mis amigas vivían aquí, así que era inevitable. Hice una mueca, esperando que me diga que sí.
—Lo sé, lo sé, pero las chicas viven aquí— respondí con la verdad —Y queda cerca del colegio. Además, cumplo con mis tareas y no voy atrasada.
La escuché reír —Yo lo sé, Valen, no es por eso. Es porque no quiero que el dueño piense que invades su casa. Por más que tus amiga vivan ahí, tiene a un tutor y no quiero que incomodes.
—Marya le pidió permiso a Nico y dijo que sí— me sentí mal al mentirle, pero sabía que Nico diría que sí —Porfis, ma, déjame quedarme a dormir.
Escuché un suspiro de su parte —De acuerdo, pero quiero que te portes bien. No es tu casa, así que no hagas de las tuyas.
—Lo prometo— sonreí —¡Gracias! Y dile a papá que lo quiero.
—A mi me deberías de estar diciendo eso, Valen, si soy yo la que te estoy dando el permiso.
Me reí —También te quiero. Muchísimo.
—Bueno, bueno, ya sabes, pórtate bien. Adiós.
—Adiós, mami.
Colgué. Caminé en dirección a la habitación de las chicas y me encontré con Mar, saliendo de pedirle permiso a Nico. Me sonrió y supe que había dicho que sí.
