HOY: GRACIAS

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Fin de semana y no pude dormir un poco más de lo usual porque Tacho me despertó, con una llamada, para pedirme que vaya a la mansión porque quería hablar conmigo junto con los chicos

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Fin de semana y no pude dormir un poco más de lo usual porque Tacho me despertó, con una llamada, para pedirme que vaya a la mansión porque quería hablar conmigo junto con los chicos. ¿Qué querría? No quiso darme más información, así que tuve que alistarme y desayunar para partir a su casa.

—¿Te espero?— preguntó Julio.

—Eh... ¿sí?, no sé si demoraré, pero mejor quédate. Yo te aviso si me quedo.

Asintió —De acuerdo, aquí te espero.

Le sonreí y bajé del auto, caminando en dirección a la mansión. Di un par de toques y esperé paciente a que alguien abra la puerta. Unos segundos después, Luz apareció con una sonrisa y un peinado peculiar que estaba lleno de ganchitos de colores.

—Hola— saludé —¿Puedo pasar?

Ella asintió y me dejó pasar. Adentro, vi a Malvina, Esperanza, Alelí, Nico y los demás pequeños. Ellos me saludaron y yo me reí al ver el peinado de Alelí, bastante parecido al de Luz.

—¡Ay, gordi, vos sos perfecta!— Malvina exclamó.

Me reí —¿Gracias? ¿Qué hacen?

Malvina tenía todo un set de peluquería y las niñas se veían satisfechas en el espejo.

—Nada, a Malvina aquí se le ocurrió arreglar a las chicas— comentó Nico, cargando a Esperanza.

—Y vos tenés el pelo divino— halagó Malvina —Te pido, por favor, dejame peinarlo e intentar algo en ese pelo hermoso que tenés.

—Eh... es que vine para-

—Dale, pobre, dejala practicar— pidió Nico.

Me iba a sentir mal si le decía que no. Asentí y ella me jaló para sentarme de espaldas frente a ella. Le traté de dar una sonrisa mientras sentía el peine ir por todo mi cabello con suavidad y le sonreí a Nico cuando este me sonrió primero.

Todo iba bien hasta que sentí que Malvina arrancó un mechón de mi cabello y no pude evitar soltar un quejido ante el dolor.

—Ouch— murmuré —¡Me dejarás calva!

—Lo siento, gordi, disculpame— soltó una risita un tanto nerviosa —Fue un pelito, casi nada, eh.

—¿Qué hacés, tía?— escuché la voz de Thiago —¿Le arrancarás los pelos también a Valentina?

Lo miré, él tenía una sonrisa divertida en el rostro. ¿Así que también fue víctima de su tía? Pobre.

—Sí, Malvina, mejor dejala— sugirió Nico.

—Sí, tenés razón— la escuché suspirar —Pero voy a seguir practicando con las niñas aquí.

—Venía a ver si habías llegado— Thiago me habló y se acercó a mí —Los chicos quieren hablar con vos.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora