•Little Lies. |PJM

By gypsymin

242K 22.7K 11.2K

Dos familias muy diferentes ante la sociedad. Puertas adentro tenían algo en común. Envueltos en pequeñas me... More

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho.
Nueve. I
Nueve. II
Diez.
Once.
Doce.
Trece.
Catorce.
Quince.
Dieciséis.
Diecisiete.
Dieciocho.
Diecinueve.
Veinte.
Veintiuno.
Veintidós.
Veintitrés.
Veinticuatro.
Veinticinco.
Veintiséis.
Veintisiete.
Veintiocho.
Veintinueve.
Treinta.
Treinta y uno.
Treinta y dos.
Treinta y tres.
Treinta y cuatro.
Treinta y cinco.
Treinta y seis.
Treinta y siete.
Treinta y ocho.
Treinta y nueve.
Cuarenta.
Cuarenta y uno.
Cuarenta y dos. I
Cuarenta y dos. II
Cuarenta y tres.
Cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cinco.
Cuarenta y seis.
Cuarenta y siete.
Cuarenta y ocho.
Cuarenta y nueve.
Final.
Agradecimientos✨
Extra #1
Extra #2
Extra #3
Extra #4
Extra #6
Extra #7
Extra #8
Extra #9
Extra #10
Extra #11

Extra #5

2.9K 267 56
By gypsymin

Reconocí la silueta delante de mi hasta que mi vista se aclaró completamente. Anna me miraba con una sonrisa, me fijé en ella, su cabello castaño cayendo en ondas, su piel naturalmente bronceada, su maquillaje perfecto, tenía un vestido largo ajustado a su cuerpo, como los que yo suelo usar. En fin, era la misma de siempre.

–Si tan sólo hubieses sido una buena niña, quizás no te odiara tanto. –Me acarició la mejilla y yo intenté evitarlo, no quería que me tocara pero no podía.

Mis brazos estaban extendidos con dos cadenas en las muñecas, sostenidas de dos argollas que sobresalían de la pared. Estábamos como en una especie de bodega muy oscura.

–Disfruta, cariño. –Sonrió, aunque era más una mueca. No entendí a que se refería hasta que se alejó y fue que reparé en otra persona que estaba allí también. HoSeok.

Él se acercó a mi con una sonrisa, su rostro estaba deformado en una expresión sombría y malévola.

–Ahora si vas a ser mía, cuñadita. –Pronunció, y sus manos comenzaron a tocar mi cuerpo desnudo y sus labios besaban mi cuello.

–¡No! ¡Mamá! –la llamé, pero ella estaba caminando hacia la salida de ese lugar– ¡Mamá, no me dejes aquí! ¡Ayúdame!... ¡Mamá! –Me desgarraba la garganta llamándola pero ella en ningún momento volteó. Mis lágrimas salían y no podía defenderme del monstruo que estaba aprovechándose de mi.









Estaba en la playa, una que conocía muy bien, mi pantalón suelto se movía con la brisa al igual que mi cabello. Miré hacia la orilla y había una mujer sentada viendo el movimiento de las olas. Me acerqué y me senté a un lado de ella, pude notar las lágrimas correr por sus mejillas.

–Mamá... –Dije y ella volteó a verme, lloró aun más cuando se dio cuenta de mi presencia.

La rodeé con mis brazos, apoyando mi barbilla en su hombro.

–Tienes que odiarme –se separó de mi– tienes que hacerlo, BaeMin. –Se puso de pie y comenzó a alejarse, aún así podía escuchar sus sollozos.










Sentí que algo me rodeaba, me reincorporé de inmediato, mi corazón latiendo acelerado y mi respiración agitada.

–¿Bae? –Escuché una voz.

–No... No... –Me pasaba las manos por los brazos como en un movimiento errático.

–Bonita, ¿qué pasa?

El lugar se iluminó y vi el rostro de JiMin, caí en cuenta donde estaba, todo había sido una pesadilla.

–JiMin... Anna... HoSeok, él m-me.. –No podía armar una frase coherente y sentía que me ahogaba.

Él me abrazó de inmediato y yo comencé a llorar.

–Estoy aquí, estoy aquí. –Susurraba en mi oído una y otra vez. Me fui calmando con el pasar de los minutos, hasta que me miró, su expresión era de total preocupación, me secó las lágrimas dejando un beso en mi frente. –¿Quieres hablar de lo que soñaste?

–Necesito salir. –Mi voz se escuchó algo temblorosa.

–Vamos.

Ambos nos levantamos y salimos de la habitación, él tomó mi mano, las sentía muy frías.

Hacía un tiempo que no me atacaban las pesadillas, pero era un alivio que JiMin estuviese conmigo y me ayudara a calmarme.

Era de madrugada, él y yo estábamos en el jardín sentados sobre la grama, hacía frío aunque íbamos un poco abrigados. Nos manteníamos en silencio, su mano no había abandonado la mía y daba pequeñas caricias en el dorso.

–¿Te sientes mejor? –asentí– Sabes que él ya no puede hacerte nada y Anna tampoco.

–Lo sé –recosté mi cabeza en su hombro–...he estado pensando y creo que es momento.

–¿Estás segura?

–Si.

–Cuando tu digas, entonces. Yo te acompañaré.







Iba caminando junto con Zico hacia donde me esperaba JiMin, había terminado clases por hoy, pero no traje mi auto por lo que me estaba esperando porque teníamos ciertas cosas que hacer. Él vería clases en la noche, al menos hoy.

Zico me estaba hablando sobre su nuevo tatuaje, le cubría casi todo el brazo y aun le faltaba dos sesiones para terminarlo. Le estaba quedando muy bien, ademas que el significado me gustó, tenía que ver con su familia. Para entrar a clases tapaba sus tatuajes, tenía hasta en el cuello, pero ahora se había quitado la chaqueta para enseñarme como iba el nuevo.

Nos detuvimos un poco antes de llegar a la camioneta de JiMin, ya que su auto estaba más lejos. Me despedí de él y avancé los pocos pasos que me faltaban hasta la camioneta negra, abrí la puerta y me subí.

–No entiendo por qué sigues hablando con ese... idiota. –Dijo, en cuanto cerré la puerta.

–Hola, bonita, ¿cómo te fue? Te ves increíble en esos jeans... Bien, gracias cielo ¿y a ti como te fue? –Remarqué con sarcasmo. Él quitó su atención de la figura de mi amigo alejándose y me miró con el ceño fruncido, luego suspiró y se inclinó para besarme cortamente. –Zico es mi amigo. –Agregué.

Sus ojos me inspeccionaron.
–Te ves increíble en esos jeans...–sonrió–... pero él te invitó a salir una vez. –Volvió a la seriedad.

–Tu y yo no estábamos juntos –señalé– además él entiende que tengo novio y ya no tiene segundas intenciones conmigo o al menos respeta el hecho de que esté con alguien.

Zico me había invitado a salir cuando retomé los estudios luego de volver de Brasil, éramos compañeros y nos hicimos amigos, a pesar de que yo había rechazado su invitación. JiMin de vez en cuando se quejaba al verme con él.

–¿Y todos esos tatuajes, que? –Ignoró lo que dije.

–Son geniales.

–Ah, claro, olvidé que tu tienes una fascinación por los tipos malos llenos de tatuajes. –Bufó. Largué una carcajada sin poder evitarlo.

Lo tomé del cuello de su abrigo y lo acerqué a mi de nuevo.

–Eres un tonto ¿lo sabías? –entrecerró los ojos y yo sonreí– tu eres un chico bueno que también puede ser malo a veces, y esa es una de las cosas que me encanta de ti. –Lo besé.

Nos separamos un minuto después, antes de que las cosas se salieran de control.

–Ya tienes que superar mi amistad con él. –Pronuncié, sobre sus labios.

–No me agrada que esté cerca de mi chica.

–Mierda, Park... no puedes decir cosas como esa ahora. –Él sonrió con arrogancia y volvió a besarme, pero separándose al segundo.

–Nos tenemos que ir, se hace tarde.

Me senté correctamente para colocarme el cinturón de seguridad, mientras él ponía el auto en marcha.




Llegamos a una floristería, no tardé mucho tiempo escogiendo las flores que me iba a llevar, uno de los chicos que nos atendió hizo el ramo en pocos minutos. Pagué y salimos.

–Ese chico era guapo. –Comentó, JiMin, mientras daba retroceso para salir del aparcamiento.

–¿El que nos atendió?

–Ajá.

–Si, lo era. –Respondí simple y saqué mi teléfono del bolso para ver la hora.

–He escuchado que a las mujeres les gustan los hombres con uniforme.

Sonreí dándome cuenta de la razón de mencionar aquello, estaba celoso. Al parecer hoy JiMin estaba en sus días y me celaba de cualquiera.

Aunque el chico lo había ignorado completamente y fue, quizás, demasiado amable conmigo, así que entendía sus razones de estarlo. Fue gracioso ver las caras que hacía.

–Puedes comprarte uno –bromeé– de policía te quedaría bien. –Vi como reprimió una sonrisa.

–¿Y de florista? Porque no creas que no noté como lo mirabas. –Reí, por su tono de reproche.

–Nah, de policía te quedaría mejor – ignoré lo ultimo y extendí mis manos juntando mis muñecas frente a él– así podré decirte: he sido una chica mala señor oficial, arrésteme. –Fingí una voz inocente. JiMin tragó grueso, me miró y luego a mis manos, terminó por alejarlas manteniendo su vista en la vía.

–No digas eso ahora, Bae. –Dijo, su voz sonando un poco tensa.

–Tu fuiste el que empezaste con lo de los uniformes –me encogí de hombros, riendo por lo bajo. –No lo había pensado... En serio me encantaría verte en uno, deberías comprarlo.

–Dile al florista.

–¿Seguro?

–No.

Cuando JiMin se ponía celoso me parecía tan adorable, y la verdad es que no le duraba mucho porque yo siempre terminaba tomándolo como un juego a mi favor. Aunque él decía lo mismo de mi, que cuando me atacaban los celos era "linda y adorable", yo no lo creía así, si lo que pensaba era arrastrar lejos a las que querían pasarse de listas con él en mi cara.

Me incliné hacia él para dejar un beso en su mejilla. –Te amo.

Esta vez no pudo retener su sonrisa.

Luego de eso cambiamos el tema, JiMin superó los celos con el bendito florista y al poco tiempo llegamos a nuestro destino.

Nos mantuvimos serios al momento de entrar al cementerio. Caminamos entre las tumbas hasta que conseguimos la que estábamos buscando.

Habían pasado seis meses desde que Nam HoJong fue capturado y un mes desde que nos enteramos de la muerte de Anna, en realidad se suicidó, se lanzó de un puente. Al parecer estaba viviendo en un pequeño pueblo en España y encontraron su cuerpo a las orillas de un lago. En la autopsia se determinó que había tomado una cantidad considerable de pastillas y que las mismas las venía tomando desde hace un tiempo, eran antidepresivos, éstas le provocaron un paro cardíaco. No recibió ayuda a tiempo porque al parecer aquél lugar donde se había lanzado no solía frecuentarlo mucha gente.

Lo curioso es que haya muerto de la manera en la que yo pensaba hacerlo hace muchos años.

Me arrodillé y dejé las flores aun lado de su nombre. JiMin se había quedado algunos metros atrás.

–Así terminaste... –Murmuré, mirando fijamente su nombre. –Todo por tu codicia... ¿Sabes? Siempre me pregunté por qué tuvo que tocarme una madre como tú, por qué te comportabas tan diferente a las madres de otros niños, por qué no nos abrazabas o nos llenabas de besos como veíamos en las películas –mis ojos comenzaron a picar y mis lágrimas se deslizaron– Yo simplemente quería una madre que se comportara como tal, no era mucho pedir. A EunBi y a mi nos hiciste tanto daño, quise odiarte pero algo siempre me lo impidió –sorbí por la nariz, respirando profundo–... siento que puedo perdonarte Anna, no sé si te arrepentiste de todo el daño que hiciste, realmente espero que si. Te perdono, mamá.

Me levanté, mirando por una última vez el lugar donde yacía su cuerpo. Hace unos días que había venido a visitar a mi padre, la verdad es que no lo hacía seguido no me gustaba este lugar y me sentía muy triste cuando venía. Ahora había venido por ella y sería la única vez.

JiMin llegó a mi lado y lo abracé, volviendo a llorar contra su pecho. No sabía muy bien el por qué de mis lágrimas, creo que era una mezcla de todo; dolor, decepción, tristeza, rabia.

Cuando me enteré de la muerte de Anna no lloré, no sentí nada en el momento, de hecho EunBi fue la que se encargó del traslado del cuerpo y todo lo demás, yo no quise involucrarme ni tampoco estuve en el momento del entierro. Ella si fue y respetó mi decisión, como yo la suya. Realmente ella lo hizo porque alguien tenía que encargarse de eso, Ellie tampoco quería, y además de eso mi hermana siempre ha tenido el corazón más blando que el mío, no podía reclamarle.

Aún así yo no dejaba de pensar en Anna y en todo lo que viví con ella y a causa de ella, reviví muchas cosas pero algo dentro de mi me decía que ya era hora de dejar esa espina atrás. El rencor que cargaba por años hacia ella era esa espina, porque mentiría si dijera que lo superé del todo. El perdón tiene que ser de corazón y yo pensé que nunca lo sentiría, sufrí mucho pero también a causa de eso me hizo la persona que soy ahora y no me lamentaba, he aprendido muchas cosas con el tiempo además que tengo personas a mi alrededor muy apreciadas y con mucho valor para mi. Así que, quería dejar el recuerdo de Anna y todo lo que viví atrás de una vez por todas, enterrado junto con ella.





–¿Quieres hacerte un tatuaje?

Sonreí.

Estábamos sentados en la acera junto a su camioneta, afuera del cementerio. Yo necesitaba un momento para calmarme y volver a la normalidad.

–¿Esa va a ser nuestra costumbre cada vez que alguno esté mal? 

–Puede serlo. Es terapéutico ¿no crees? Además fue tu idea en un principio.

Una hora después Shua ya me estaba tatuando, justo debajo de la cicatriz en mi muslo. JiMin se encontraba a mi lado en una videollamada con JungKook y EunBi, ella cuando vio lo que me estaba haciendo en la pierna sonrió porque captó enseguida por qué lo había hecho.

–¿Entonces "todo lo que necesitamos es amor"? –Preguntó, JiMin, cuando subimos al auto.

–¿En serio me vas a hacer hablar de mis sentimientos, Park?

–¿Qué? –soltó una risa– Esa frase me da curiosidad y quiero saber por qué te la tatuaste.

Me había tatuado "All we need is love" y era una frase que implicaba muchas cosas para mi. Y la quise debajo de la cicatriz, ya que fue un momento que marcó un antes y un después en mi vida, con cosas muy buenas y otras no tanto. 

–El día que se llevaron a EunBi, cuando estábamos discutiendo acerca de mis sentimientos hacia ti, ella dijo algo que se quedó grabado en mi cabeza: Tu necesitas amor, Bae –sonreí un poco mirando hacia nuestras manos unidas–...Todo lo que necesitamos es el amor, ya sea de nuestros padres, de nuestros amigos o de nuestra pareja pero sobretodo el amor propio para poder sanar, avanzar o cambiar, necesitamos amor para actuar de manera correcta.

Él parecía analizar cada palabra de lo que yo había dicho.

–Es cierto, actuamos en base al amor que tenemos hacia algo o alguien... –sonrió– Me encantas tanto, bonita. –Me abrazó, apretándome contra él dejando besos en mi mejilla.

–¡JiMin! –Grité entre risas y él me soltó.

–Estás sonrojada.

–Claro que no –rodé los ojos, pero no lo miré– Es que tengo calor.

–No está haciendo nada de calor. Es que te traigo loca, Won.

Volvimos a reír.

Cuando nuestras risas cesaron, lo abracé.

–Gracias por acompañarme, por estar conmigo cuando más lo necesito.

–Nunca te dejaré sola, bonita.








~~~~~~~~~~~~~

^^


Espero les haya gustado, gracias por leer💜

Continue Reading

You'll Also Like

267K 19.7K 57
Dos seres distintos, dos épocas diferentes, ella humana y él vampiro. ¿Será su amor posible? Un vampiro no puede amar porque no tiene corazón ni alma...
2.3M 152K 56
Y me enamoré de él... probablemente el error más grande que cometí. Pero Jeon Jungkook, se convirtió en la persona que logró salvarme de mi mundo de...
99.9K 14K 42
• Segunda temporada de Profesor Jeon. Olivia sigue enamorada de JungKook pero él sigue teniendo la esperanza de que se enamore de alguien más porque...
18.3K 3.1K 64
Agobiado por permanecer tanto tiempo en el palacio Jimin decide salir a caminar, pero de una forma diferente. Escapándose de los muros del palacio ve...