Parte IV
De verdad deseaba quedarse en el colegio ese día, no quería regresar a casa y discutir con sus padres acerca de su futura profesión como lo venía haciendo desde hace tiempo. El sólo quería ser un gran artista, mostrar su arte en explosiones y que fuera apreciada en museos como si de reliquias se tratarán.
Pero ellos no confiaban en el. Sólo decían que era un sueño sin futuro y que no llegaría a ningún lugar teniendo sueños "pocos realistas" rodo los ojos pateando una piedrecita que venía pateando desde hace minutos cuando se escapó del chofer de su familia. Ellos creían que lo iban a controlar para siempre, pensando que Renjun era un bebé y que nunca crecería.
Su mamá moriria si se enterara de todo lo que Renjun ha hecho a los 17 años.
Pateo la piedra más fuerte viendo que como golpeó los zapatos de un desconocido, alzó la vista viendo a un total estereotipo. Pelo negro, chaqueta de cuero, pantalones ajustados, apoyado en su Mustang mientras fumaba un cigarrillo.
-¿Cual es tu problema?-pregunto el más alto mirándolo seriamente.
Renjun volvió a repasarlo asintiendo.
-¿Me das?-pregunto con una sonrisa.
El contrario levantó una ceja para luego sonreír de lado.
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Renjun abrochaba los botones de su camisa mirando al chico llamado Jeno con una sonrisa. Si, lo habían hecho en su Mustang.
-Oye, la canción que sonaba era...
-De RadioHead.
Sonrío asintiendo.
-Me encantan.-dijo para terminar de arreglar su camisa en sus pantalones.
Jeno lo miro por unos segundos para luego sonreír.
-¿Me pasas tu número? Últimamente hace mucho calor en el verano y sería bueno tener una compañía para comer... Helado.-se inclinó a tomar su celular y se lo extendió.
Renjun miro el celular por unos segundos para encogerse de hombros y tomarlo apuntando su número, ¿por que no?
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Jeno y Renjun se habían vuelto muy cercanos. Salían de fiesta, bebían, bailaban y lo más importante dibujaban. El mayor se había dado cuenta de la pasión que compartía con el menor una vez que fue a su departamento y termino encantando.
Lo que tenían no se podía catalogar como una relación, o bueno, no se podía hasta el día del cumpleaños número 18 de Renjun donde habían salido como de costumbre y se habían hecho tatuajes a juego, y justo en el proceso Jeno le pregunto que si quería ser su novio y mudarse con el.
Obvio acepto.
Todo se había convertido en una aventura para ellos. El departamento de Jeno era genial y tenían su propio estudio para dibujar y crear su arte. Jeno siempre lo dibujaba cuando estaba distraído y luego de que Renjun viera el dibujo emocionado se lanzaría encima de el y terminarían haciendo el amor.
También había conocido a los padres del menor. Obviamente haciendo uso de sus buenos modales y cayéndoles bien desde el primer instante. Y obviamente siendo presentado como el simple compañero de piso de Jeno, obvio. Iban a casa de los padres de Jeno constantemente y se robaban el alcohol para luego escuchar las discusiones con caras de seriedad donde la madre de Jeno acusaba a su padre de alcohólico.
-Quiero que abramos nuestra propia galería.-susurro Renjun mirando el cielo mientras se apoyaba en el torso de Jeno.
Este también lo miraba mientras tomaba de la botella de Vodkad.
-Si, ¿como se llamará?-pregunto en un susurro.
El de ahora pelo morado lo pensó por unos segundos.
-¿Lee-Huang? ¿Huang-Lee?
-Mmm, debemos decidir esto como personas maduras, es algo importante.-Renjun asintió incorporándose, Jeno hizo lo mismo.-Piedra...
-Papel...
-Y tijera.-dijeron ambos. Renjun sacó papel, Jeno tijera.
-Gane. Huang-Lee será.-sonrío recostandose de nuevo.
Renjun lo miro con los ojos entrecerrados para tirarse encima de el a besarlo mientras reía. Era lindo hacer planes para el futuro, era muy lindo.
-Prometo hacerte feliz siempre.-susurro Jeno en sus labios.
-También te lo prometo.
¿Podrían mantener sus promesas?
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2029
-Renjun, alguien dice que debe hablar contigo y...
-¿Nombre?-pregunto sin mirar.
-Dice que se llama Mark Lee.
Renjun dejo de mirar los bocetos para mirar a su Secretaría y asentir rápidamente.
Mark.
Mark Lee.
Su hermano.
No podía creer que Mark estuviera en su oficina, suspiró esperando que el mayor entrará mientras temblaba. Seis segundos después Mark entró sonriendo mientras tocaba la puerta.
-Hey...
-Pasa, pasa.-respiro de forma irregular mientras sentía un nudo en su garganta.
-Oye.-Mark se acercó y tomo la mano de Renjun.-Calma, no quiero incomodarte, sólo vi que está oficina se llamaba...
-Si. Lo siento, puedes tomar asiento.
Mark obedeció y el hizo lo mismo mirando al mayor fijamente mientras tragaba en seco. Mark y Jeno no se parecían, pero eran hermanos y ver a uno te haría recordar al otro inmediatamente.
Renjun recuerda todo de Jeno, Renjun recuerda ese día.
Ese día Jeno había estado totalmente estresado por un cuadro que debía entregar al otro día. Renjun había decidido ayudarlo pero al ver que el menor se ponia gruñón lo dejo tranquilo y se puso a dibujar en su lado.
Renjun no sabe porque fue, no sabe si era el destino que quería que discutirán pero Jeno por alguna extraña razón se había puesto detrás de el y había hecho que trazara rayas sin sentidos en el lienzo. Renjun lo miro enojado.
-¿¡Que mierda haces!?
-¡Sólo dibuja!-gritó señalando el lienzo.
Renjun se enojó tanto tomando la pintura roja a su lado para luego tirarla al lienzo donde Jeno había estado trabajando por días. El menor lo miro enojado acercándose.
Pero no gritó, no habló, no dijo mi hizo nada, sólo tomo su abrigo y sus llaves mientras Renjun lo seguía.
-Jen...
-No quiero hablar contigo.
-Espera.-Renjun lo tomo de la camiseta.-No te vayas.
Jeno lo miro frunciendo el ceño soltandose y girandose.
-Déjame ir...
Renjun nunca creyó que lo dejaría ir en serio, no pensaba que sería para siempre. Pero recibió esa terrible llamada de que Jeno había sufrido un terrible accidente en la carretera de Kosong, donde había perdido la vida.
Sabía que algo raro había, se sintió muy mal cuando Jeno salió por la puerta, cuando no contestó sus llamadas y las horas seguían pasando. El no sabía si era una clase de conexión pero en el momento en el que cayó de rodillas intentando llamar nuevamente a Jeno, miro la hora de su celular y eran las 9:47 PM, según le decían los doctores y policías a esa misma hora había sido el accidente.
Renjun sentía que nunca podría volver a ser igual. Sus padres y amigos aparecieron pero a el no le importo, lo único que quería era a Jeno, que lo abraza, pedirle perdón y que nada de eso hubiera sucedido. Miro su tatuaje arrodillado en la calle a donde había salido después de la llamada.
-Regresa... Por favor.-los vecinos empezaron a salir pero no le importó.-Lo prometiste, siempre.-su voz de quebró.-Siempre estarías conmigo.
-Renjun...
Dejo de pensar mirando al mayor.
-Oh, cierto.-pestañeo varias veces para luego sentir cómo sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas.-Oh...
-Llevas minutos llorando.-susurro el mayor.
-Yo...-se puso de pie.-Iré al baño, ¿si?
Mark asintió con duda, Renjun salió de inmediato. Llegó al baño cerrando con seguro mientras sin importarle se deslizaba en la puerta. Miro el tatuaje de corazón en su brazo empezando a llorar con fuerza, sin poder contener más todo ese dolor que no había sacado por meses.
Quizás en otra vida el continuaría siendo el chico de Jeno. Si el destino quería y le daba la oportunidad de vivir otra vida junto a Jeno, jura por todo lo sagrado que haría quedé en casa, que no saliera, no tiraría la pintura y dejaría de sufrir pensando en que Jeno se marcho, que se fue sin el, en otra vida no tendría que responderle a los demás con un...
"Jeno se fue. El salió."
La gente dejaría de decir que era una suerte que no hubiera ido, ¿quién dijo que fuera afortunado?
Miro su anillo. Tenía tantas cosas que le recordaban a Jeno que tal vez era por eso que después de nueve años aún no podía seguir adelante. A veces lo extrañaba, y cuando eso pasaba ponía a RadioHead recordando la primera vez que se encontraron, que gracioso, también había sido la primera vez que se acostado. Si cabeza choco con la puerta pensando en todas las veces que había sido cortejado, pero era que ni un millón de anillos podrían remplazar a Jeno.
Lo único que deseaba era una máquina del tiempo para poder regresar al pasado y subir al auto con Jeno, o detenerlo de irse.
Llevó sus manos a sus ojos sollozando para luego tomar su celular y buscar su lista de reproducción.
Creep de RadioHead empezó a sonar, era la canción favorita de Jeno. Eso necesitaba, necesitaba hacerse sufrir un rato para volver a recomponerce o al menos fingir que estaba bien.
Después de un rato salió del baño sin hacerle caso a las miradas de lastima que le daban sus empleados, se detuvo un segundo mirando las grandes letras en el lugar de recepcion para suspirar y regresar hacia su oficina.
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ART GALLERY HUANG-LEE
Disculpen si hay errores pero cuando escribo cosas tristes no me gusta leerlas dos veces aJqjjqjsjsjsjw, de hecho si no fuera por la canción no recordara de que trata, escribí una bien sad de tres capítulos y no la he subido porque se que tiene errores y no quiero releerlo. </3
Les habla la escritora cobarde.