Capítulo 40
-Narra la autora-
Tras la conferencia de prensa dada por Uchiha Fugaku, las reacciones sobre la desaparición de Uzumaki Naruto no se hicieron esperar, prácticamente la noticia de su búsqueda se hizo viral en redes sociales, no había persona que comentara de ello, llegando hasta los noticiarios de los lugares más lejanos del país del sol naciente, incluyendo la lejana Konoha...donde vivía Uzumaki Kushina que al enterarse por televisión lo que le había sucedido a su único hijo hizo lo imposible por llegar a Tokyo logrando su cometido en menos de 24 horas y estar a primera hora frente a la oficina de Uchiha Fugaku exigiendo una explicación.
Lo que jamás se espero fue encontrarse precisamente en la sala de espera a su ex marido Namikaze Minato junto a sus agentes privados, quien a vivo pulmón exigía ver de inmediato a su hijo, y los guardias de seguridad de Uchiha Fugaku respondiendole que si no se comportaba llamarían a la policía por hacer escándalo en propiedad privada.
Al cruzarse las caras después de diez años sin verse en esa fría y amplia sala, sus reacciones de sorpresa no se hicieron esperar.
Ambos sabían que a pesar de las diferencias que tuvieron en el pasado aun muy en el fondo seguían queriendose, no por nada a pesar del tiempo ambos se negaban a volver a tener pareja.
Minato mando a sus agentes que se retirasen para hablar a solas con su ex esposa, al hacer esto Kushina no dudo en sentirse avergonzada y enojada ya que lo que menos quería es hablar con él sobre su hijo.
-Kushina...- pronunció Minato siendo este recibido por una cachetada y un sollozo provenir de la Uzumaki.
- No te atrevas a hablarme, no tienes idea de lo que he sufrido por tu culpa...si estoy aquí es por mi hijo y por nada más- le responde Kushina al borde de las lágrimas.
Minato sin decir nada más le abraza, Kushina se rehúsa a que le toque pero luego cede llorando amargamente entre sus brazos, había estado cientos de kilómetros viajando por ver a su hijo pero jamás espero algún día hacer aquello por algo así aun menos con el temor de no volver a verlo nunca más.
A pesar de todo lo que había sucedido entre ellos debían al menos por esta vez hacer una tregua y unirse a la búsqueda de su hijo.
-Narra Naruto-
Despierto adolorido, los insensatos de sus captores seguían sin darle siquiera una pista de donde se hallaba...pero al menos había podido dormir sobre un colchón y no en el suelo como su primera noche allí...pero seguía durmiendo con el mismo frío de antes ya que no le trajeron ninguna cobija con que cubrirse.
Se sentía miserable, había perdido la cuenta de las horas que llevaba allí encerrado, su cuerpo y su ropa empezaba a oler mal y no había momento en que no sintiera hambre y sed... solo habían contados minutos en que kakuzu le proporcionaba algo de paz y era cuando le permitía usar el baño pero aun así el tiempo era limitado ya que hasta en eso era custodiado.
Solo rezaba que sucediese un milagro y pudiera de alguna manera salir de aquel infierno.
Miro entonces hacia el techo de su celda, solo había oscuridad y moho a excepción de una pequeña ventana de no más de medio metro de ancho, unos cuantos barrotes oxidados le cubrian impidiendo así salir al exterior.
Pero que posibilidades tenía de hacer ceder con la poca fuerza que le quedaba el poder romperlos y escalar la pared de piedra hasta allí y ser libre.
La idea no parecía del todo descabellada, solo debía intentarlo, después de todo... ya no tenía nada que perder a excepcion de su vida la que no permitiria que acabase allí.
-imagen de relleno-
Hola!
Adelante este capitulo a hoy dado el buen recibimiento del capitulo que subi hace poco.
Saludos y nos vemos muy pronto!!!
Byesss!!