Paranoia [Teen Wolf]

By its_the_impala

372K 33.2K 6.4K

[Libro dos de la saga de Stilinski Twins] «Paranoia es solo un sentido desarrollado de precaución» Cuatro mes... More

Sinopsis
1. Tattoo
2. No le agrado a los pájaros
3. Here we go again
4. Fearless
5. Patrones que no existen
6. ¿Isaac? ¿Ya lo recuerdas?
7. Planeamos robar un banco
8. Just give me your tears
9. Emptyness
Trailer temporada 6b!
10. Definitivamente, hoy no es mi día
11. Cause it hurts like hell
12. Una tarde casi normal
13. Demasiados pensamientos
14. Sobreviviendo al Motel de los Suicidios
15. Sobreviviendo al Motel de los Suicidios
16. This is about us
17. ¡Ten cuidado si eres médico!
18. Un mal presentimiento
19. Para curar hay que sufrir
20. Memories
21. Sigamos con el plan... Ah, es verdad, no tenemos uno
Goodbye, Teen Wolf
22. El recital
23. Mi profesora de Literatura quiere matarme
24. Convincing you
25. Resiste, Cora
26. Guardianes
27. Need you to come back
28. Retirados, sí. Indefensos, no.
29. El atardecer
30. ¿El Nemeton no aparece en el GPS?
31. Que el show comience
32. Dieciséis horas
33. Corre, cariño, corre.
34. Tres Alfas y un darach
35. Lunar Eclipse
37. ¿Esto es real?
38. Keeping up
39. Cuervos vs hamingja
40. La puerta entreabierta
41. Problemas con coyotes
42. Problemas con coyotes
43. Problemas con coyotes
44. Oír tu voz me hace bien
45. Un psicópata suelto. En Halloween. ¿Coincidencia?
46. Hora de una historia y de sushi
47. Problemas técnicos (más bien eléctricos)
48. Stranger dreams
49. La nuit est a nous
50. Post-party
51. ¿Dormir o volverse loco? Una decisión complicada
52. Otra perspectiva
53. Una llamada a medianoche
54. Una llamada a medianoche
55. Falling for you
56. En el entretiempo
57. Giving in
58. Fases de un macabro plan
59. Desperté con caos a mi lado
60. Wake me up when you need me
61. Me doy cuenta de lo que soy capaz
62. Soluciones temporales
63. Echo House
64. Echo House
65. Echo House
66. All Hell's Loose
67. Uno de dos
68. Siendo yo misma
69. Ahora lo que importa es Stiles
70. Kanji
71. Nos escapamos con una chica del instituto mental
72. Coup de foudre
73. Coup de foudre
ACLARACIÓN
74. Bad Moon Rising
75. No es el momento adecuado
76. The Divine Move
77. Todo tiene un final
Epílogo
Agradecimientos
Libro #3: Black List + Sinopsis
Playlist

36. Cerrando etapas

4.5K 450 85
By its_the_impala

36. Cerrando etapas

—¿Sarah? —levanté la vista ante la mención de mi nombre. Papá estaba en el marco de mi puerta—. ¿Podemos hablar? —asentí.

Entró a mi cuarto. Papá se acercó con una leve sonrisa y se sentó a mi lado, sobre la esquina de mi cama. Junto sus manos, entrelazó los dedos y dejó posar sus antebrazos sobre sus rodillas. No me miraba. Estaba pensando. Stiles hace una pose similar cuando algo ronda por su cabeza.

Ayer por la noche no he tenido tiempo de hablar con papá sobre todo lo sobrenatural, así que supongo que ese es el tema que quiere tratar ahora mismo. Ha presenciado todo lo anormal de primera mano y ahora que sabe de la existencia de todo esto, quiere saber más. Quiere tomarse en serio la explicación que ya le habíamos hecho hace días. Antes de que Cora enfermase.

—¿Papá? —dije, tratando de que así salga de su trance de pensamiento. Había algo que le preocupaba o que no le terminaba de cerrar. Stiles y yo no somos expertos en lo sobrenatural, pero seguro que podemos responder la pregunta que está presente en su mente.

Él parpadeó y se giró hacia mí. Suspiró y me mostró otra sonrisa — Quiero pedirte perdón por no creerte, ni a ti ni a tu hermano.

—Pa, no tienes que pedir disculpas. Sonaba muy descabellado, lo sabemos...

—Pero decían la verdad. —interrumpió papá. Me quedé callada, observándole—. Y si les hubiera escuchado tal vez podría haber evitado todo lo que ocurrió. Su profesora llevándome, y luego a Melissa y a Chris... Ustedes teniendo que lidiar con todo esto...

Acerqué mi mano a las suyas entrelazadas — De una forma u otra, Jennifer habría movido sus piezas con tal de que todo quede como ella predijo. No hubiera cambiado en nada, papá. No te tortures con eso. Estamos todos bien. Nadie murió.

Noté que apretó sus labios. Como si fuera a contradecirme pero prefirió quedarse callado. Tardó otros segundos en volver a hablar. Volvió a suspirar.

—Lo que hiciste en el silo... Eso de sostener la tierra... Fue asombroso, Sarah. Pero aterrador. —confesó sin mirarme a los ojos—. El verte así... Tan chiquita, con los ojos cerrados y concentrándote. Estaba orgulloso de ver que mi niña es más fuerte. Lo estoy —se giró unos simples segundos. Noté que sus ojos estaban cristalizados—. Pero cuando empezaste a gritar de esa manera... Desgarradamente. Como si te estuvieran haciendo daño... Me di cuenta que eres una niña todavía. Mi niña. Y estabas sufriendo. Yo tendría que haber prevenido aquello. Evitarles todo este dolor a ti y a Stiles.

—Papá...

—Pero no lo hice. Porque no les escuché. Claudia estaría tan enojada conmigo... —cubrió su rostro entre sus manos. No tenía que verle para saber que estaba sollozando. Me acerqué a él. Coloqué mi cien en su hombro y le abracé.

—No sabías, papá.

—No. Sí sabía. No creía. Y por mi error casi les pierdo. —lentamente alejó sus manos de su cara. Algunas lágrimas ya habían caído de sus ojos—. No quiero que me vuelvan a ocultar algo así de importante. Lo que pasó ayer... Sarah, pensé que te perdería.

—No fue así. Estoy bien. —incluso yo podía sentir la mentira en mis palabras. Papá no necesita ser un hombre lobo para captarla. Suspiré—. Bien, tal vez no estoy del todo bien pero ya me pondré mejor. Sólo necesito descansar.

—Stiles me ha contado lo que han hecho para encontrarnos. —indicó con sus ojos celestes fijos en mí—. Dijo que algo cambió en ustedes.

—Una oscuridad alrededor de nuestros corazones que sentiremos hasta el día de nuestra muerte —mencioné en voz alta mirando el suelo. Al recapacitar que mis palabras sonaron más morbosas y oscuras alcé la vista y aclaré: — Eso es lo que dijo Deaton.

Papá volvió a suspirar — No puedo cambiar lo que ocurrió. Hubiera deseado que me lo hubieran dicho antes. Pero no podemos cambiar aquello. Así que lo único que les pido es que ahora no hayan más secretos entre nosotros. Haré todo lo posible para entender este nuevo mundo que abrieron ante mí. Pero necesito que ustedes no me oculten cosas. Ni siquiera si es para protegerme. Porque yo soy quien debe protegerles a ustedes.

Sonreí levemente — Nos protegemos mutuamente, papá. —le abracé con ganas. Ocultando mi rostro en su hombro—. Prometo no ocultarte nada. Te quiero, papá.

—Y yo a ti, Sarah. Y yo a ti. —respondió apretando suavemente su agarre.

Nos quedamos así unos buenos minutos. Me agradaba tanto poder compartir un momento tal cual con papá. Tenía tanto miedo de perderle que cualquier cosa que compartamos se siente bien y especial.

Se separó de mí con lentitud. No se levantó de la cama, así que supongo que quería decir algo más. Me quedé mirándole. Ya no había rastro de lágrimas aunque sí podía notar que sus ojos seguían algo rojos. Colocó una de sus manos en mi mejilla y me acarició. Me incliné ante su tacto y le sonreí.

—Otra cosa —dijo al bajar su mano. Estaba mucho más calmado. Seguro que ni ha dormido por todo este rollo de culpa que tenía en sí. Es normal en los Stilinski—. Ayer, cuando estabas haciendo... Ya sabes, eso de la tierra... Y empezaste a gritar... Estoy segura de que dijiste un nombre.

Alcé las cejas. ¿Así será la conversación sobre Derek? Rayos, no me preparé mentalmente para esto.

Suspiré calmada y dejé que él continuara. No iba a afirmar ni a negar, primero quiero todos los hechos al respecto.

—Dijiste Derek. —indicó papá. Asentí—. ¿Sentías su dolor? Stiles me volvió a explicar un poco sobre lo de las hamingjas. Ángeles nórdicos y todo eso. Pero aún se me hace...

—¿Complicado de creer? —papá suspiró asintiendo—. Lo sé. Cuando me enteré de las cosas que podía hacer también estaba algo petrificada. Pero me fui adecuando. Es quien soy y no puedo cambiarlo.

Me sonrió de manera orgullosa, bajé la mirada ante tal reacción — Así que... Derek. ¿Hale, no? —volví a quedarme callada. Nunca sé si es buena idea o no hablar de chicos con mi papá—. ¿Él es con quién has estado saliendo estos últimos meses?

Bajé la mirada. Bien, es hora de mi gran discurso. Ni bien papá me dijo de invitar a comer a Derek, he estado preparando todo un monólogo sobre mi lobo gruñón. Con Stiles ya habíamos hablado de su historia en general, pero papá necesita escuchar otras cosas. Más íntimas (y no me refiero a mi primera vez. Por Dios, eso no). Cómo Derek me protegió tantas veces, el buen corazón que tiene; y claro, mencionar que las dos veces que fue sujeto de investigación fue por nuestra culpa; no porque sea un chico malo.

Quise empezar con ese discurso detallado que tenía pero las palabras no me salían. No sabía cómo empezar, mi mente estaba en blanco. Abrí varias veces mi boca para cerrarla otras tantas veces. Hasta que me dejé de boberías y decidí escupirlo ni bien me salga. Si le daba más vueltas sería peor.

—Es un buen chico. —empecé diciendo. Sí, siempre se empieza con eso. Vas bien, Sarah. No lo arruines ahora—. Sé que es mayor y uno creería que se estaría aprovechado... —no lo arruines—. Pero no es así. Él me ha ayudado mucho. Nos ha ayudado mucho. Con todo el tema de la mordida de Scott y luego la mía... —me detuve en eso, no quería entrar en detalle sobre aquello. Eso es otra conversación para otro momento—. Es algo gruñón, eso no te lo discuto. Y no sabe expresarse demasiado con palabras. Y a veces puede dedicarte miradas mortales, pero no lo hace queriendo... Lo que quiero decir es... —suspiré. Cálmate—. Puede tener la fachada de alguien duro, pero es por todo lo que sufrió. Una vez que le conoces bien... No es tan malo.

Alcé mi mirada con lentitud. Quería convencerle, pero no sé si lo he logrado. Sus ojos celestes estaban clavados en mí. Su mirada me transmitía algo de... ¿ternura? Eso... Eso es algo bueno, ¿verdad?

No sé si papá ya sabía que andaba con Derek, si a Stiles se le escapó o si lo averiguó por su cuenta, pero parece satisfecho con mi discurso, como si ya supiera que Derek era mi novio y esperaba una confirmación. Tal vez le preguntaría, o tal vez no, supongo que sería extraño. Papá sabe todo de él porque, bueno, ha sido una persona de interés. En otro contexto, no sería una gran idea que salga con él. Pero ahora con todo lo sobrenatural... Es otro tema.

—¿Le quieres? —me preguntó de repente, sacándome de mis pensamientos. Le miré y luego mis manos. Me relamí los labios y asentí lentamente. Papá sonrió aún más—. Ven aquí.

Me volvió a abrazar. Con la misma fuerza e intensidad que antes. Me sentí segura y aceptada. Si me enfocaba lo suficiente incluso podía inhibir el sentimiento de oscuridad dentro de mí. Estar con papá y Stiles... Me hace olvidar de ello. Al menos por unos minutos.

—Es un chico afortunado. —susurró contra mi cabello. Sonreí como tonta. Papá siempre me verá como una princesa, no importa lo que haga o diga. Y eso me hace sentir especial, con un sentimiento cálido en mi pecho—. Nada de esto quita el hecho de que quiero conocerle. Preferentemente sin estar cubierto de tierra ni en una situación de muerte —solté una risa. Me alegraba tanto ver que papá estaba conforme con Derek (al menos de momento)—. Y le amenazaré de ser necesario. Que quede claro.

—¡Papá!

•••

—¿Derek? —llamé entrando al loft.

Estaba todo demasiado tranquilo. El gran ventanal dejaba entrar algunos rayos del sol y le daba iluminación a todo el lugar. Pero aún así, parecía vacío. Y eso que de por sí Derek no tiene muchos muebles.

Me adentré aún más, cerrando la puerta detrás de mí. Si hay alguien en casa, Derek, Cora o Peter, ya me hubieran escuchado u olido hace tiempo. Esperé unos segundos más por si alguien aparecía. Miré alrededor, sintiéndome un poco nostálgica. Muchas cosas pasaron en este mismo lugar. Buenas y malas.

Me acerqué a la mesa al ver que ésta tenía un par de papeles y un bolso color gris. Fruncí el ceño. No recuerdo bien si fue este mismo bolso el que Derek usó para huir de Kali. Pero si lo es, no culpo a Derek de no tener tiempo para haber puesto las cosas en su lugar.

Mi vista fue hacia los papeles. Releí sin prestar atención, hasta que me di cuenta que había un pasaje de avión entre ellos. Me detuve ante tal. Le miré con extrañeza. Leí el destino. A Sudamérica. ¿Por qué Derek tendría un pasaje de avión? ¿Sería de Cora? ¿O de Peter?

Sí, tal vez son las cosas de Cora. Creo que es allí dónde estuvo viviendo todo este tiempo. Tal vez quiere volver. Dejé el pasaje en la mesa y me acerqué al bolso. Abrí la cremallera y me confundí aún más. Estas son remeras. Y son de Derek. Su inconfundible aroma me impregnó.

Mis manos quedaron reposando en los bordes del bolso. Mi ceño frunciendo lentamente. No he hablado últimamente con Derek (sigo sin celular y ambos hemos estado ocupados). Pero estoy segura de que recordaría si en algún momento me dijo de irse de vacaciones.

No me opongo a la idea. Derek necesita un tiempo a solas con su hermana sin que ella se esté muriendo por obra del darach o él tratando de salvar el mundo. Necesita un respiro, un descanso. Nomás me hubiera gustado que me lo dijera.

Quise agarrar el pasaje y ver la fecha de partida cuando escuché pasos detrás de mí. Me giré tratando de lucir inocente, como si no hubiera entrado y visto todo lo que había en la mesa.

Al girarme para ver el dueño de los pasos, alcé las cejas. Cora se detuvo a pocos pasos de la gran puerta y frunció el ceño — ¿Qué haces tú aquí? —preguntó algo ruda. Pero sé que no debo tomármelo a mal. Ella es así de insegura. Sé que, al igual que Derek, no quiere relacionarse tanto con otras personas por temor a perderles.

Suspiré — Scott me dijo que Derek tenía que decirme algo. —comenté con sinceridad. Estábamos hablando tranquilos del resto del año cuando de repente me preguntó si ya había hablado con Derek. Le pregunté por qué, de qué tenía que hablar con Derek. Y ahí fue cuando se puso extraño, ignorando mis preguntas, diciéndome que debía hablar con Derek. Que él debía contármelo.

Me extrañó que Derek haya hablado de algún tema con Scott sin mencionármelo a mí. Pero recién que vi el pasaje y el bolso, ¿tal vez le mencionó sobre irse unos días con su hermana? Si es así, no entiendo por qué me lo han ocultado.

Cora abrió la boca para mencionar algo pero fue interrumpida por la llegada de su hermano. Derek me observó con sorpresa, sus labios se tornaron a una sonrisa pequeña unos segundos después.

—Cora, ¿nos das un momento? —pidió él posando su mano en su hombro. Ella se cruzó de brazos, me dio una mirada de reojo y suspiró.

—Esperaré en el auto. —se giró y bajó las escaleras. Lentamente, Derek caminó hacia mí.

Puso sus manos sobre mis hombros para deslizarlos por mis brazos. Tomó mis manos con delicadeza y se quedó unos segundos perdidos en mis ojos. No insistí en iniciar la conversación, probablemente esperaba a que Cora estuviera lejos del alcance de escucha o simplemente pensaba qué decir. Observé sus ojos, queriendo adivinar de qué se trataba todo esto.

—¿Es tu bolso? —pregunté con calma, señalando tal con un leve movimiento de cabeza. Él mantuvo sus manos en las mías, acariciándoles lentamente. Asintió con suavidad.

—Lo es.

—¿Te vas a Sudamérica? —cuestioné después, aún calmada. No quería hacer una escena. Por alguna razón, Derek me lo ocultó. Él volvió a asentir lentamente—. ¿Por qué no me dijiste? ¿Pensaste que te diría que no podías ir o qué? —no respondió así que proseguí: — Me parece genial que hagas esto con tu hermana. Que estés con ella y recuperen algo del tiempo que han perdido. Nunca te diría que no fueras. Y lo sabes, por eso me cuesta entender por qué no me lo contaste. No es como si no fueras a volver. —reí nerviosa. Derek tenía su rostro alzado, sus ojos pegados en mí. Seguía callado—. Porque volverás, ¿verdad?

—Sarah...

—¿Te mudarás a Sudamérica? —interrumpí. Sé leer los silencios de Derek. Saqué mis manos de las suyas por un movimiento abrupto. Necesitaba moverme. Empecé a caminar de un lado a otro—. Claro que te mudarás a Sudamérica. Es la única razón por la que me lo ocultarías. Y por qué Scott desviaba la pregunta. Te vas a Sudamérica. ¡Y no ibas a decírmelo! Sé que las cosas han estado algo tensas desde que Jennifer se fue de nuestras vidas, ¿pero realmente te ibas a ir sin despedirte?

Estaba alejada de él. A casi un metro. Miré su rostro buscando alguna respuesta. Tenía miedo que todos mis balbuceos fueran verdad. Si me lo hubiera dicho, lo entendería. Irse de Beacon Hills no es mala idea, no después de todo lo que ocurrió con los Hale. Pero prefería que me hubiera dicho, no enterarme de repente y con todos los nervios embotellados. Claramente le apoyaría. Lo extrañaría y me dolería que se fuera. Pero al final siempre le apoyaría.

—Claro que no, Sarah... —bufó pasándose una mano por el rostro y el cabello, despeinándolo un poco—. Te lo iba a decir, sólo buscaba el momento adecuado... —murmuró algo enojado, aunque no sé muy bien con quién. Con Scott por decírmelo, conmigo por enterarme o con él mismo por tardar en comentármelo.

—¿El momento adecuado? —insistí achinando los ojos. Eso me hizo enojar un poco—. No hay momento adecuado para que te digan que tu novio está pensando en mudarse de país.

—No me mudaré. —gruñó. Después de soltarlo, se giró y me dio la espalda. Podía notar mediante su postura que estaba tenso. Probablemente tardó en mencionármelo por esta misma conversación.

Caminó hacia el sofá, aún con paso enojado, y se dejó caer con simpleza.

Desde que el darach se esfumó al igual que la manada de Alfas, todos estamos algo inquietos. Han pasado solo dos días, pero no cambia el hecho de que todos seguimos alerta. Paranoicos. Especialmente por el sacrificio que hicimos para encontrar a nuestros padres. Esa oscuridad en nosotros.

Lo he notado. Stiles y yo estamos cada mañana más cansados. Nos cuesta dormir y cuando lo hacemos, nos cuesta despertarnos. Quiero creer que todo es un efecto secundario de todos los nervios de perder a papá, pero sé que no lo es. Al menos, no del todo. Incluso Scott y Allison, que son como dos cachorros siempre alegres, están más... Apagados. Lydia es la que nos mantiene un poco en forma. De vez en cuando sacándonos una sonrisa. Isaac también, pero aún así, ninguno de los dos pueden hacer milagros.

Apenas he hablado con Derek desde la última vez que nos vimos, al ayudarnos a salir del pozo cerca del Nemeton. Hemos estado ocupados. Él con su hermana, yo con mis problemas. Pero cuando Scott me preguntó si había hablado con Derek... Me di cuenta de que le dejé un poco de lado sin querer.

Apreté mis labios y suspiré. Le apoyo. Estoy enojada conque me lo haya ocultado, pero aún así le apoyo. Siempre supuse, en la parte más atrás de mi cabeza, que Derek tarde o temprano se iría de Beacon Hills. No importa cuánto me quiera, este lugar le ha quitado demasiado. Y no puedo compensar con todas las pérdidas que él sufrió. Se fue con su hermana al perder toda su familia. Y sabía que se iría otra vez. Sólo esperaba que fuera más tarde que temprano.

Me acerqué y me dejé caer a su lado aunque dejé un par de centímetros entre nosotros. Me giré hacia él — ¿Allá está la manada de Cora? —pregunté. Él se quedó mirando al frente. Aprecié en silencio su perfil mientras esperaba la respuesta.

—Quiere que les conozca. —explicó con tono neutro. Supongo que su cabeza y cuerpo siguen procesando todo lo que está pasando en estos momentos. Asentí lentamente. Acerqué una mano a su rodilla, queriendo que me mirase.

—Me parece bien que lo hagas —dije lo que pensaba. Lo que él necesita escuchar—. Podrán recuperar algo del tiempo que perdieron.

Él suspiró pesadamente, dejándose rendir. Giró su cuerpo, poniendo toda una pierna sobre el sillón, usando esos centímetros que nos separaban. Su hombro izquierdo tocando el respaldo y todo su torso dirigido hacia mí. Lentamente levanté mi rostro y le observé.

—No me mudaré. No me quedaré allí. —espetó sin romper nuestra conexión visual—. Cora quiere que me olvide de Beacon Hills y empiece una vida con ella y su manada. —mordí mi labio inferior.

Dejé que una lágrima se deslizara por mi mejilla. Ni siquiera sabía que estaba así de emocional. Supongo que pensar en que realmente Derek pensaba en mudarse me afecta bastante. Pero estaba dispuesta a ser lo suficientemente fuerte por él. Para decirle que vaya. Que se quede. Que sea feliz. No importa si yo le extraño, si yo quiero que se quede conmigo.

Por eso, levanté la mano rápidamente para limpiarla. Derek me está contando algo importante y algo que le haría bien. Distanciarse de Beacon Hills.

No llegué a limpiar mi lágrima. La mano de Derek alcanzó mi mejilla antes que mi mano y su pulgar limpió el rastro de humedad con suma suavidad. Me acarició un poco más antes de dedicarme una pequeña sonrisa y agregar: — Pero no estoy listo para irme. No todavía.

—Derek, no quiero que te quedes por mí... —dije tratando de mantener una voz firme—. Quiero que seas feliz y si irte a Sudamérica con Cora, quedarte con esta nueva manada, te hace feliz... Yo no...

—Eres una de las razones por las cuales quiero quedarme —me interrumpió, aún con su pequeña sonrisa—. La razón más importante, si te soy sincero. —suspiró—. Pero no la única. Quiero quedarme por Scott, también. Y Stiles. Aquello que hicieron para rescatar a sus padres... Atraerá cosas. Necesitarán toda la ayuda posible para evitar que este pueblo se vaya al diablo. Además, Scott es un Alfa, necesitará alguien que le ayude —lentamente su sonrisa se fue desvaneciendo. Supongo que al recordar sus momentos de Alfa. No pude mencionarle que Scott estaría agradecido de que le ayuden, agregó: — Pero... También lo hago por mí.

Fruncí el ceño ante su comentario. — ¿Por ti? —cuestioné confundida. Él asintió.

—Cora no lo entiende porque ella era muy chica cuando perdimos a nuestra manada. A nuestra familia. —apretó los labios y alzó la mirada, centrando sus ojos en cualquier otro lado menos en mí. Las pocas veces que me ha hablado de su familia, desvía la mirada, como si así doliera menos—. Mamá siempre dijo que Beacon Hills era nuestro terreno. Nuestro hogar. Pero después del fuego... Laura pensó que nos haría bien irnos. Ella sabía que el territorio de una manada era importante, pero ¿cómo protegeríamos dicho territorio sin una manada? Laura era muy joven cuando el poder de Alfa pasó a ella. No sabía nada de manadas y territorios. Hizo lo mejor que pudo. Y cuando volví, tampoco pensé en el territorio. Lo hice cuando me convertí en Alfa. Por eso me apresuré a formar una manada, más allá del poder y del tener una, debía reclamar el territorio. Mantener vigente que este es territorio de los Hale. Tal vez por esa razón Deucalion trajo a sus Alfas aquí. Para incluirme en su grupo de Alfas fracasados y obtener poder del territorio de mi familia...

—No fuiste un Alfa fracasado. —me atreví a interrumpir.

Derek suspiró, como si no quisiera discutir de nuevo sobre el tema de sus momentos como Alfa. Sé que nunca se perdonará por los errores que cometió, por la gente que perdió. Eso no implica que no seguiré insistiéndole las razones por las cuales cometió errores. Porque tiene un gran corazón. Porque quería ayudar. Porque no sabía qué hacer, al igual que su hermana cuando obtuvo el poder de Alfa.

—Siento que debo quedarme aquí. —siguió su relato—. Ayudarles con la próxima amenaza, proteger la ciudad... Protegerte a ti. —se giró y me mostró sus hermosos ojos.

Su mano, la que limpió mi rebelde lágrima, en cierto momento cayó de mi rostro y tomó una de mis manos. Me acariciaba con el pulgar el dorso de mi mano, pasando por el espacio entre mis dedos. Un toque simple, pero lleno de afecto.

No interrumpí el momento diciendo que podía cuidarme sola. Protegerme sola. No lo hice porque sinceramente ya no estoy tan segura de poder hacerlo. No sé qué pasará con esta oscuridad de los sacrificios. No sé cómo nos afectará. Cómo me afectará. Si es el inicio de mi historia de villana o de héroe machucado... No lo sé. Y sinceramente, tener a Derek a mi lado, ayudándome cuando lo necesite... Pues, no me voy a quejar. Pero aún así, Derek no es mi niñero. Y debe vivir su vida como él desee, no cuidando de mí.

—Derek... —callé porque no supe cómo decirle lo que pensaba. Sus ojos mirándome con tanta atención... Me hacían perder el objetivo de mi comentario.

—Me iré por unos días. Todavía no sé cuándo volveré... Pero prometo llamarte y no desaparecer. —su sonrisa me contagió. Apreté mis labios y bajé la mirada. Asentí lentamente.

—Bien, bien —alcé mi rostro. Dándome cuenta lo cerca que estaba de él—. Pero será un problema porque sigo sin celular. Así que tendrás que...

Antes de que pudiera decirle que debería hablar a través del celular de Stiles, se levantó de golpe del sillón — Pensé en eso —dijo dándole la vuelta y caminando hacia la mesa. Hacia una de las sillas donde había una bolsa blanca de plástico. Me giré sin levantarme del sillón para poder ver qué era lo que tenía en ella—. Y te compré esto.

Sacó una caja blanca y me quedé con los ojos abiertos al ver lo que era. Me levanté de golpe, tratando de no tropezar con el resto del sillón, y caminé hacia él — Derek...

—No es el último modelo pero dicen que es bueno.

Derek Hale me compró un celular. Un celular. A . Desde que comenzamos a salir no hemos gastado dinero en ningún tipo de regalo. En parte por el poco tiempo para disfrutar solos y por otra porque no somos de aquellos que se necesitan regalar cosas. Salimos a comer o a caminar por el bosque, nada de regalos. Es algo que establecimos en silencio dentro de nuestra relación. Pero que Derek haya comprado un celular... Eso es demasiado.

—Derek... Yo... No puedo aceptarlo. —dije con el tono alto, lo quebrado en mi voz se había ido. Miré el aparato con asombro. Era muy parecido al que tenía. Pantalla táctil, de color negro y casi del largo de mi mano. Era un celular caro, estaba claro.

—¿Por qué no? Es un regalo.

—Porque es demasiado... Un celular es demasiado. Tengo ahorros y estaba esperando a conseguir un poco más para comprarme un celular... No... No puedo aceptarlo, Derek.

—Claro que puedes. —lo sacó de su caja y me lo entregó. Lo sostuve con ambas manos con temor a que se me caiga y romperlo. Dejó la caja y la bolsa en la mesa—. Ya tiene mi número guardado. —me indicó señalándolo. Le miré y luego al aparato. No podía aceptarlo, pero tampoco podía no aceptarlo—. Por favor, Sarah.

Alcé la mirada y vi sus ojos verdes. Me insistía con la mirada. Apreté mis labios — Está bien. —me rendí. Una gran sonrisa apareció en sus labios—. Pero prométeme que no me comprarás nada más. Nada tan caro. —suspiró, aún con la sonrisa en su rostro. Él tomó el aparato y lo prendió. Parecía estar mostrándome cómo funcionaba—. Eh, Derek... No quiero sonar desagradecida pero sé cómo funciona un celular...

No me dio una respuesta sarcástica porque estaba atento a mi reacción. Dejé que mis palabras murieran en mi boca al ver la foto que estaba de fondo de pantalla. Era una foto que saqué. Estábamos los dos en su cama, vestidos. Yo haciendo una bobería y él con su brazo alrededor de mi cintura. Tenía su rostro oculto en mi cuello, asomando una pequeña sonrisa.

Me había olvidado de tal foto. Por suerte, todas las fotos que tenía en mi anterior celular no las he perdido, están guardadas en mi computadora. Pero pero esta foto la había sacado desde el celular de Derek. Fue una tarde que nos quedamos viendo una película y luego nos acostamos a dormir, salvo que yo no me podía dormir y empecé a sacarme fotos con su celular hasta que le desperté.

Sonreí ante la imagen. Alcé mi cabeza y le miré con ternura — No sé qué... Gra-gracias. —el ver la imagen, me desconcertó. Me dejó sin habla. Dejé el celular sobre la mesa y rodeé su cuello con mis brazos—. Gracias, Derek.

Él también me abrazó.

—Debería irme. —mencionó unos minutos después—. Cora está esperando.

—¿Te irás hoy? —pregunté con sorpresa. No leí el día ni la hora del pasaje. Su mirada se tornó triste. Asintió.

—El vuelo es a las siete. Cora ya había arreglado todo antes para que en la tarde yo pudiera ir a hablar contigo. Todavía quedan unas horas —me giré hacia el reloj que colgaba en una de sus paredes. Las tres y media. Suspiré.

—¿Qué quieres hacer? —dije tratando de mantener mi postura. Diablos, le iba a extrañar. Ya sé que sólo se irá por unos días, pero aún así.

—Lo que sea. Mientras esté contigo, no me importa.




+++

Se termina la tercera temporada A. Disculpen mucho la tardanza. Estoy de vacaciones y he tenido poco tiempo para escribir. Sin mencionar que estuve estancada con este capítulo. Quería darle un final a esta primera parte de la temporada antes de empezar con la siguiente, y no sabía bien cómo hacerlo.

Oh, quiero mencionar que eso del territorio y las manadas es algo que yo apliqué pero que la serie nunca menciona. He leído bastantes fics en los cuales mencionan la importancia de la tierra para una manada. Y decidí escribir sobre ello, porque lo considero factible y porque de ser así Derek tiene una razón (más) para volver.

Espero que les esté gustando cómo va yendo la novela. Lamento de nuevo la tardanza. Nos leemos

Danna

Continue Reading

You'll Also Like

241K 23.7K 64
𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇 . . . !! 𖥻 ִ ۫ ּ ִ 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈 𝗁𝖺𝗋𝗀𝗋𝖾𝖾𝗏𝖾𝗌 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 . . . En donde el regreso de Cinco trae co...
89.1K 5.1K 20
[SEGUNDO LIBRO DESCONTINUADO, LEAN BAJO SU PROPIO RIESGO] No hay mucho que decir sobre Lía Woods, excepto que es una amante compulsiva de la moda y q...
48.4K 3.4K 32
GUARDIAN'S LOVE I; ÚLTIMO LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU" Han pasado seis meses ya desde que Kailan vio al amor de su vida partir, sufriendo día a día con...
57.3K 3.7K 65
"luz u oscuridad, ambas son tentadoras, pero ¿Qué elegirás tu?" T/N T/A es un chico que vive con sus padres con una vida tranquila hasta que un mes a...