Paranoia [Teen Wolf]

By its_the_impala

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[Libro dos de la saga de Stilinski Twins] «Paranoia es solo un sentido desarrollado de precaución» Cuatro mes... More

Sinopsis
1. Tattoo
2. No le agrado a los pájaros
3. Here we go again
4. Fearless
5. Patrones que no existen
6. ¿Isaac? ¿Ya lo recuerdas?
7. Planeamos robar un banco
8. Just give me your tears
9. Emptyness
Trailer temporada 6b!
10. Definitivamente, hoy no es mi día
11. Cause it hurts like hell
12. Una tarde casi normal
13. Demasiados pensamientos
14. Sobreviviendo al Motel de los Suicidios
15. Sobreviviendo al Motel de los Suicidios
17. ¡Ten cuidado si eres médico!
18. Un mal presentimiento
19. Para curar hay que sufrir
20. Memories
21. Sigamos con el plan... Ah, es verdad, no tenemos uno
Goodbye, Teen Wolf
22. El recital
23. Mi profesora de Literatura quiere matarme
24. Convincing you
25. Resiste, Cora
26. Guardianes
27. Need you to come back
28. Retirados, sí. Indefensos, no.
29. El atardecer
30. ¿El Nemeton no aparece en el GPS?
31. Que el show comience
32. Dieciséis horas
33. Corre, cariño, corre.
34. Tres Alfas y un darach
35. Lunar Eclipse
36. Cerrando etapas
37. ¿Esto es real?
38. Keeping up
39. Cuervos vs hamingja
40. La puerta entreabierta
41. Problemas con coyotes
42. Problemas con coyotes
43. Problemas con coyotes
44. Oír tu voz me hace bien
45. Un psicópata suelto. En Halloween. ¿Coincidencia?
46. Hora de una historia y de sushi
47. Problemas técnicos (más bien eléctricos)
48. Stranger dreams
49. La nuit est a nous
50. Post-party
51. ¿Dormir o volverse loco? Una decisión complicada
52. Otra perspectiva
53. Una llamada a medianoche
54. Una llamada a medianoche
55. Falling for you
56. En el entretiempo
57. Giving in
58. Fases de un macabro plan
59. Desperté con caos a mi lado
60. Wake me up when you need me
61. Me doy cuenta de lo que soy capaz
62. Soluciones temporales
63. Echo House
64. Echo House
65. Echo House
66. All Hell's Loose
67. Uno de dos
68. Siendo yo misma
69. Ahora lo que importa es Stiles
70. Kanji
71. Nos escapamos con una chica del instituto mental
72. Coup de foudre
73. Coup de foudre
ACLARACIÓN
74. Bad Moon Rising
75. No es el momento adecuado
76. The Divine Move
77. Todo tiene un final
Epílogo
Agradecimientos
Libro #3: Black List + Sinopsis
Playlist

16. This is about us

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By its_the_impala

16. This is about us

Después del largo recorrido en el autobús y la visita en el motel de los suicidios, Stiles y yo llegamos a casa. En todo el camino me estuve fijando en el mensaje de Derek. No lo había abierto y tampoco respondido. Me ponía los pelos de punta.

Decidí darme un baño antes de ir al loft y buscarle. Mi instinto me está pidiendo a gritos que le encuentre pero mi cuerpo demandaba un baño. Aún podía sentir el olor a gasolina en mi cuerpo. Tardé unos minutos debajo de la ducha. Al terminar, me vestí simple, tomé mis llaves y celular, y salí de ahí. Dejé una nota (como siempre) para mi hermano, quien dormía plácidamente en su cuarto. Sonreí cuando recordé que Stiles no puede dormir bien si no tiene su almohadón, y como lo de quedarse en el motel Glen Capri fue algo inesperado, él no lo había llevado.

Salí de casa y usé mi bicicleta para ir a lo de Derek. En menos de diez minutos ya estaba en el edificio. Estaba tan metida en mi mente, que apenas pensé qué me podía llegar a encontrar en el departamento.

La puerta estaba abierta. Entré buscándole con la mirada. Me quedé petrificada cuando le vi.

Estaba levantándose del sillón con bastante esfuerzo. Estaba sin remera, algunos vendajes le cubrían el torso, pantalones sueltos negros, pelo despeinado, ojos cansados. Se refregó el rostro antes de enfocar su vista en mí. Dejé soltar el aire que no sabía que contenía. Verle ahí, sano y salvo era un alivio. Incluso sentía mis ojos lagrimear por la repentina emoción.

Sin siquiera pensarlo, corrí hacia él. Eliminando la distancia que se interponía lo más rápido posible. Salté y envolví mis brazos alrededor suyo com fuerza, como si tuviera miedo de que alguien me lo quitase. Derek respondió el abrazo al instante, rodeó mi cintura con sus brazos y me sostuvo en el aire mientras yo ocultaba mi rostro en su cuello.

En ningún momento aflojó su fuerza. Estuvimos así, en silencio, abrazados, por un largo tiempo. Hasta que él me bajó y se alejó con los labios apretados y reprimiendo un gruñido. Alguna de sus heridas debían seguir frescas.

Miré su torso, tenía tres grandes vendajes que cubrían los rasguños de más volumen. Me sorprende que todavía no se haya curado. Han pasado dos días desde la pelea. Me acerqué a él, tomé sus hombros y le hice que se recostara de nuevo en el sillón. Él no opuso resistencia.

—Déjame verlas —pedí con suavidad. Quería ayudarle, ahora que sabía al cien por cien que está vivo, no dejaré que siga sufriendo. Derek me observó unos segundos y asintió. Sacó el vendaje de la herida más próxima a mí.

No lucía tan mal, pero sí seguía abierta. Miré sus ojos una vez más antes de acercar mi mano a la herida y curarle. Sentí el calor en mi palma y sobre la piel de Derek. Unos segundos más tarde saqué la mano y ya no había ningún rastro de herida. Derek suspiró algo más aliviado, le sonreí. Proseguí a sacar el siguiente vendaje.

—¿Cómo...? —intenté preguntar, pero mis pensamientos estaban mezclados. Tenía varias preguntas y no sabía cómo ordenarlas—. Es decir, ¿por qué...?

Derek rió suavemente y luego suspiró cuando la segunda herida desapareció. Antes de que siguiera con la siguiente, él tomó mi muñeca, llamándome la atención.

—Estaba muy débil —me explicó. Le observé con sumo interés—. Apenas podía caminar. Logré llegar a su instituto, el único lugar más cercano. Les busqué, pero no sentí su aroma. No podía oler nada. No sabía si no estaban ahí o si simplemente no podía olerles...

—¿Por qué no me llamaste?

—Creo que perdí mi celular... —respondió volviendo a alzar el rostro. Suspiró—. Encontré a Jennifer en el estacionamiento y fui hacia ella. Ella me ayudó y me trajo hasta aquí —fruncí el ceño ante el nombre.

—¿Jennifer? —interrogué. No conozco a ninguna Jennifer, y dudo que Derek conozca a alguien que yo no. No es un lobo muy sociable que digamos.

—Tu profesora. La de Literatura —dijo tranquilo. Recordé vagamente que ella era quien había estado atrapada en la caldera con Cora y Boyd locos por la luna llena. Abrí los ojos con sorpresa y alcé mis cejas.

—¿Dices que la profesora Blake te ayudó? —indiqué incrédula—. ¿Qué le dijiste? ¿"Disculpa, me estoy desangrando pero tranquila, voy a estar bien, sólo necesito que me lleves a mi casa"?

Derek rió, pero yo lo decía en serio. ¿Qué excusa pudo decirle sin explicar lo sobrenatural? — Ese era el plan —murmuró unos segundos después—. Pero ni bien llegué a su auto, me desmayé. Cuando desperté, ya estaba aquí.

—¿Con ella?

Derek dejó salir una pequeña sonrisa y lentamente se acercó a mí. Besó suavemente mis labios — ¿Celosa? —preguntó a centímetros de mí.

—Pues en parte, sí —dije casi inaudible. No tengo mucho derecho en estar celosa pero aún así lo estoy. Miré hacia abajo, ignorando su mirada—. Ella es guapa, de tu edad y te ayudó cuando lo necesitabas...

Se acercó a mí y colocó unos de sus dedos en mi barbilla. Haciendo que levantase mi mirada hacia él. No me opuse demasiado a ese gesto. Sus ojos verdes me analizaban con tanta ternura que me sentía avergonzada de ser yo a quien esa ternura sea dirigida. Intenté no perderme en sus ojos.

—Créeme cuando te digo que no tienes de qué preocuparte —comentó con delicadeza—. Se lo dejé en claro.

Fruncí el ceño — ¿"Se lo dejaste en claro"?

Derek apretó los labios y luego suspiró — A que podía oler su atracción a mí —explicó volviéndome a mirar a los ojos—. E insinuaba cosas sobre una primera cita, y... —dejó la frase inconclusa. Le observé con las cejas alzadas, él justo había desviado la mirada.

—¿Y? —insistí a que siguiera. Derek se giró y me miró de nuevo a los ojos. Estaba esperando su respuesta y algo me decía que no iba a gustarme tal.

—Ella me besó —confesó después de unos segundos. Tal vez intentaba cómo mitigar el golpe. Salté del sofá como si éste me estuviera ardiendo.

—¡¿Qué?! —solté sin darme cuenta. Sé que yo besé a Isaac y no tenía pensado ocultárselo a Derek, pero él confesó esto primero y me está dando náuseas. El beso que compartí con Isaac fue un acto de desesperación. Antes de explotar tenía que saber que sobre el beso que él compartió con mi profesora. Necesito saber si él lo quiso, si le gustó y si esto es el fin de nosotros dos.

Me alejé de él. Quería verle con claridad y tener mis propias teorías respecto a eso. Derek suspiró antes de girarse y centrarse en mí — No es lo que piensas —dijo de inmediato. Alcé una ceja, "¿entonces qué es?" Derek volvió a suspirar—. Sólo déjame explicarte —acepté aquello y me quedé en silencio—. Ella me trajo aquí en su auto. Estaba muy débil, en algunos momentos incluso me olvidaba dónde estaba. Cuando llegué aquí, ella logró dejarme en mi cama. Supongo que dormí hasta que mi cuerpo tuvo fuerzas suficientes para levantarse. Cuando desperté la vi ahí al borde de mi cama y por un segundo pensé que eras tú —sentí un vuelco en mi corazón. Tuve que haber estado aquí, con él—. Ella se acercó y sin darme cuenta me estaba besando. Estaba tan débil y confundido que pensé que era a ti a quien estaba besando. Pero cuando me di cuenta de que no, la alejé al instante y le dejé en claro que no estaba disponible. Que nunca lo volviera a hacer.

Me quedé en silencio. Atontada por la explicación y en parte alegre del final de esta. Estaba todavía algo enojada por el beso, pero no con Derek. Él hizo lo correcto, alejarse y decirle que no estaba disponible. Estaba más enojada con la profesora Blake que aprovechó que Derek estaba vulnerable para hacer su movimiento. Tendré que aprender a controlarme en la clase de Literatura.

—Por favor, di algo —escuché el susurro de Derek. Me giré hacia él, ni siquiera me había dado cuenta de que no había dicho nada. Me acerqué, tomé sus mejillas y le dejé un suave y corto beso en los labios.

—No estoy enojada contigo —mencioné. Miré sus ojos y supe que yo también debía confesarle y explicar mi lado de la historia. El beso con Isaac—. Y espero que tú tampoco lo estés cuando te cuente lo siguiente —agregué, él frunció el ceño y se alejó un poco de mí.

—¿A qué te refieres?

—Tú fuiste honesto conmigo, yo también lo seré —dije antes de empezar a narrar lo ocurrido en el motel.

•••

Eran como las dos de la tarde cuando terminé de hablar. Mi garganta estaba algo seca pero no me importaba. Me quedé mirándole con atención, intentando leer sus gestos y facciones. No era una mujer lobo, no podía oler qué sentía. Sólo sé que el silencio que él me está dando me está partiendo el alma y amenazando contra las lágrimas ocultas en mis ojos.

Le expliqué sobre los suicidios y lo que Lydia escuchó. Sobre cómo encontramos a Ethan casi destrozándose con una sierra de mano. Sobre la hipótesis que teníamos sobre los hombres lobo siendo los blancos. Narré que yo busqué a Isaac y lo que ocurrió con él en mi habitación. Expliqué cada detalle, cómo él estaba desesperado por el fantasma de su padre y cómo no podía concentrarme para sacarle de ese trance. Cómo sin pensarlo le hice callar besándole y que eso logró haber hecho el truco. Intenté decir que Isaac después de eso estaba confuso y por eso volvió a besarme pero que yo me alejé. Y que ya lo había hablado con el Beta. Esa área estaba resuelta.

Bajó la mirada y murmuró algo. No le había escuchado así que me acerqué sin violar su espacio personal. Solté un suave "¿qué?" para que repitiera lo que dijo.

—No estoy enojado —dijo un poco más alto. Me relajé un poco—. Ni contigo ni con Isaac —agregó aún sin mirarme. Estaba bastante frío al respecto. Me hacía mal verle así de distante—. Pero...

—¿Necesitas espacio? —pregunté. Debía admitir que las dos situaciones eran distintas. Si bien él besó a Jennifer, no fue lo mismo que el beso de Isaac. Y si él necesita espacio o tiempo se lo daré, porque no besé a Isaac porque estaba aburrida o necesitaba una noche activa. Nada de eso.

Derek negó con la cabeza. Le escuché suspirar — ¿Dónde nos posiciona esto? —fruncí el ceño ante la pregunta. ¿Se refería a nuestra relación?

Miré mis manos, insegura de qué decir. No quiero perder lo que tengo con Derek. Menos por estos tontos besos que no significaron nada. Solo sé que no quiero perderle. Pensar que estaba muerto casi me destruye. Alargué mi mano y tomé la suya — ¿Dónde quieres posicionarte? —pregunté de vuelta. Él alzó su mirada.

—¿Me sigues queriendo? —cuestionó de repente. En ningún momento rompió la conexión de nuestras miradas.

Asentí al instante. Con todo lo que pasamos, sí, le sigo queriendo. Y sé que decir la palabra con Q es un avance en nuestra relación. No le hemos dicho hasta ahora pero después de casi cinco meses de estar saliendo, sé que puedo usar esa palabra. Por que sí, le quiero. Es más, hasta creo estar enamorada de él. Y no es algo que admita con facilidad.

Sus ojos se llenaron de esperanza. Si ambos sentíamos lo mismo, no nos daríamos por vencidos, ¿verdad? — ¿Y tú? —respondí. Esto solo funciona si los dos queremos. Fuimos honestos con el otro. Comprendimos ambas situaciones. Hay esperanza.

Derek dejó salir una leve sonrisa — Definitivamente —respondió en un susurro como si fuera un secreto. Una estúpida sonrisa cruzó mi rostro.

Con increíble rapidez tomé su rostro y uní nuestros labios. No todos los días escuchas que tu lobo gruñón te asegura de que te sigue queriendo a pesar de todo. Un beso apasionado era lo que necesitaba después de todo este remolino de emociones. Era una buena manera de asegurar nuestros sentimientos por el otro.

Enfoqué lo que sentía en el beso. Lo alegre que estaba de que estuviera vivo y que arregláramos este pequeño drama. De que le quiero a pesar de todo. Que siempre le voy a querer. Porque en serio no puedo imaginarme una vida sin él a mi lado.

Sentí sus brazos abrazarme con fuerza y moviéndome para que me recostase en el sofá. Él se puso sobre mí y siguió besándome con la misma ferocidad que antes. Incluso podía sentir que sonreía levemente durante el beso, lo que me hacía sonreír a mí y terminaba en ambos separándonos un poco para admirar la sonrisa del otro.

Fue mi mano la que se aseguró en su nuca y le hizo bajar para volver a nuestra otra actividad.

Me encontraba sin remera y con Derek besando mi cuello para cuando alguien abrió la puerta del loft y soltó un gruñido — ¿Es que acaso son adolescentes hormonales? —dijo la hermana de Derek entrando al lugar con unas bolsas de mercado colgando de sus brazos y mirándonos con regaño.

Derek se incorporó y miró con una leve mirada mortal a Cora. Mientras yo me hundía en mi propia vergüenza y buscaba mi remera. Ni siquiera se me cruzó por la mente que ella podría aparecer aquí. Aunque ahora que lo pienso, ¿a dónde más iría?

—Me voy a comprar algo de comer, porque tu refrigerador da lástima y ¿tengo que ver cómo ustedes dos se enrollan en el sofá? ¡Las personas luego se sientan ahí! —insistió la muchacha aunque dudo que esté enojada. Parece más la actuación de una hermana molesta (la reconozco porque yo actúo igual a veces).

Me puse mi remera y tomé mis cosas. Estaba con hambre, pero no me quedaría ahí a comer. Primero debía dejar que Derek descansase y, segundo, no podría mirar a Cora a los ojos al menos por unos días, cuando me olvide de esta escena.

Me despedí del lobo gruñón con un rápido beso en la mejilla y a su hermana con un "lo siento" y un saludo de mano.

•••

Volví a casa. Stiles ya estaba despierto y trabajando en la cocina. Estaba solo así que no había peligro de que papá vea que su hijo busca sobre supuestamente no existentes druidas oscuros.

—Hey —saludó mi hermano—. ¿Derek está bien?

—Necesita descansar —respondí mientras abría la puerta de la heladera y sacaba algo para comer.

—Sabía que no estaba muerto.

Terminé decidiéndome por un poco de helado de chocolate. Es en estos momentos en los que me doy un "¡choque los cinco!" mental por haber comprado demasiado helado. Saqué una cuchara y tomé unos bocados.

—¿Sigues buscando cosas del darach? —pregunté relamiendo la cuchara. Ningún milímetro del helado debe ser desperdiciado—. Ya has revisado todos los sitios posibles, ¿de veras crees encontrar algo que no sepas?

Él alzó los hombros — Es lo único que puedo hacer. Está muriendo gente y no sé cómo ayudar —explicó con frustración. Puedo entenderle. Teníamos información suficiente del darach pero no sabemos cómo detenerle ni cómo encontrarle. Y Scott y Derek tienen demasiado con el drama de las manada de Alfas como para centrarse también en esto.

Miré a mi hermano y suspiré. Tengo que ser honesta también con él — Deucalion vino a casa antes de ir a la reunión. Antes de la emboscada.

Debía contarle porque es respecto al tema del darach. El Alfa creía que yo debía ser quien matase al druida oscuro. Cosa que me aterraba porque no sé cómo ni si podré sacarle la vida a otra persona.

Stiles dejó de teclear y abrió sus ojos con grandeza — ¿Decualion? —preguntó. Yo asentí—. ¿El Alfa de los Alfas?

—¿Cuántos otros Deucalion conoces?

—¿Y cómo es que yo me entero de esto recién? —cuestionó enojado. Volví a suspirar, sabía que reaccionaría así. Su lado protector nunca falla.

—Porque no tuve tiempo de decírtelo antes. Con la muerte no-muerte de Derek y todo el problema del motel... Se me olvidó —expliqué sinceramente. Stiles se pasó una mano por el cabello y suspiró.

—¿Te hizo daño? —negué con la cabeza.

—Sólo me dijo que yo debía ser quien matara al darach —confesé, nerviosa por su reacción. También me dijo cosas del origen de las hamingjas, pero eso no era tan importante como aquello.

—¿Por qué tú? —cuestionó unos segundos después. Pensé la respuesta. Deucalion no me había dado una razón válida.

Alcé los hombros, sin saber — No tengo idea —respondí honestamente—. ¿Tal vez porque tengo una oportunidad contra él?

Stiles bufó — Apenas puedes mover un objeto con la mente, Sari. ¿Cómo piensas ganarle a un druida oscuro que realiza sacrificios humanos?

Apreté los labios. Tenía razón. Miré hacia abajo. Desde el motel, ya lo sentía personal. Me convencí de que si yo debo ser quien mate al darach, lo haría. Vengando a Heather y todos los inocentes que perdieron su vida. Y protegiendo también a mis amigos y familia. Scott y Derek podían enfocarse en la manada de Alfas, Stiles y yo detendríamos al darach.

—Tengo que entrenar —dije alzando el rostro. Stiles me miraba fijamente—. Sólo así tendremos una oportunidad contra el darach.

Sé que a él no le gusta que me meta en el peligro. Pero no creo que tengamos demasiadas opciones en este momento. Y creo que Stiles lo sabe, aunque no quiera admitirlo. Él suspiró y miró sus manos, pensando qué responder. Unos momentos más tarde, mencionó: — Bien, te ayudaré.

•••

Me pasé el resto de la tarde moviendo cucharas y vasos por toda la cocina. Por suerte, había practicado con Deaton en el verano y me fue útil. Al menos ya no me sangra la nariz aunque esté haciendo verdadero esfuerzo. Sólo me drenaba energía a tal punto que necesitaba una siesta, pero podía contra el cansancio.

Stiles era mi Yoda. Me decía a dónde mover los utensilios de cocina, cómo moverlos y dónde dejarlos. Incluso me hacía practicar moviendo dos a la vez (lo que terminó siendo un desastre ya que no estaba preparada). Intentó también hacer que la habilidad se conectara mediante el instinto; es decir, él me revoleaba alguna cuchara y yo debía detenerla en el aire con mi mente (tampoco fue una buena idea).

Nos detuvimos cuando mi celular vibró (hice que otro vaso con agua se cayera por perder la concentración, tendría que inventar una buena excusa para papá de por qué casi todos sus vasos se rompieron). Tomé el aparato y apreté el botón verde.

—¿Scott? —pregunté ignorando a Stiles que se quejaba porque le mojé los pantalones—. ¿Está todo bien?

Sarah, ¿estás con Stiles? —noté algo de preocupación en su tono. Respondí con un rápido y simple "sí", a lo que él contestó: — Ponme en alta voz.

Stiles me miró con las cejas alzadas y se acercó a mí cuando alejé el celular de mi oído. Toqué el botón adecuado para que ambos escuchemos a Scott — ¿Qué pasa, Scotty? —preguntó mi hermano, haciéndole saber al hombre lobo que estábamos ahí.

Hubo varios choques y el hospital está repleto de heridos —explicó. No nos gastamos en preguntar qué hacía ahí. Scott tenía ese plan de ser mejor amigo y mejor hijo que el año pasado. Ambos sabemos que estaba ahí por su madre, tal vez dejándole algo de comer o simplemente ayudándole—. Pero no han sido capaces de contactar al médico de guardia. La doctora Hillary.

Stiles y yo nos miramos frunciendo el ceño — ¿Crees que le pasó algo? —pregunté.

Deaton no había mencionado a una categoría de los sacrificios, ¿los curadores? —indicó. Stiles asintió. Había buscado tanto del tema que ya se sabía de memoria varias cosas.

—Sí, sí, los curadores —asintió mi hermano—. ¿Crees que podrían ser médicos?

¿Quién más cura personas? —preguntó entonces Scott. Stiles alzó el rostro. Me miró con preocupación.

Sabía lo que estaba pensando. Yo también curo personas. Más bien hombres lobo, pero al fin y al cabo, son personas.

—Iremos de inmediato, Scott —le informé antes de terminar la llamada. Me levanté del suelo, ignorando los objetos que usaba para practicar (eran un reloj, un cuadro, una almohada y unos libros) y tomé mi chaqueta marrón.

—Sarah, no creo que sea una buena idea —me detuvo mi hermano—. Scott tal vez no es lo suficientemente listo para verlo, pero tú también puedes calificar dentro de la categoría de curadores.

Stiles tenía razón, pero no podía dejar de vivi mi vida con miedo a que el darach me tome. Él también pudo haber sido tomado en la categoría de los vírgenes. O Boyd en la de los guerreros. Que sea potencial para esta categoría no significa que me elija a mí. Con suerte, tal vez podríamos detenerle antes de que otro médico desapareciese.

—Es un riesgo que debemos tomar —respondí sencillamente. Stiles no estaba convencido ni a gusto con todo esto. Pero, ¿qué otra opción tenemos? 

•••

—Esperen, esperen —pidió papá alzando la mirada—. ¿Los dos estaban en el auto? —señaló el mismo con su pequeña libreta. Stiles negó.

—No, papá, te están diciendo que fueron dos secuestros por separado, ¿si? —explicó mi hermano moviendo sus manos—. Dos médicos, los dos desaparecidos.

Papá miró a hacia un costado — ¿De quién es este auto?

—De la doctora Hillary —respondió Melissa que estaba a un costado, con los brazos cruzados por el frío de la noche—. El médico de turno. El de emergencias nunca llegó.

—De acuerdo, me enfocaré primero en tu versión de los hechos, ¿si? —la señora McCall asintió. Papá se giró a nosotros—. Chicos, denme un segundo.

Los tres asentimos y nos alejamos unos pasos. Scott nos miró con preocupación — Estos definitivamente son sacrificios. Los curadores —comentó, luego frunció el ceño—. ¿Pero qué tiene que ver Danny? Él vomitó muérdago.

Scott nos comentó que Danny tuvo un episodio extraño. Por suerte, Melissa supo qué hacer y ahora él se encontraba descansando en una camilla. Miré a Stiles pensativa — ¿No habías dicho que el muérdago es una de las plantas favoritas de los druidas? —Stiles asintió, recordando ese detalle.

—No puede ser una coincidencia —afirmó nuestro amigo—. Pero no tiene sentido. Danny no es un curador. Si no hubiera estado con Ethan, hubiera muerto.

—Tal vez no es parte de los sacrificios —pensé en voz alta—. Pero aún así el darach lo quiere fuera de su camino. Como a ustedes en el motel —razoné. Scott me observó con las cejas alzadas y asintió levemente, considerando mi teoría.

Stiles miró hacia papá y le señaló — ¿Puedes escuchar lo que dicen? —le preguntó a Scott. Él asintió y se giró un poco.

—Encontraron un cuerpo. —dijo unos segundos después. Stiles apretó los labios. Sentí una vibración en mi chaqueta. Saqué el celular y me sorprendí al ver un número que desconocía. Les dije a ambos que me dieran un momento y me alejé para tener un poco de privacidad.

Pensé que era Derek, ya que mencionó que perdió su celular y ahora estaría llamando de otro.

—¿Hola? —hablé con una pequeña sonrisa.

Sarah, ¿estás en el hospital, no? —mi sonrisa desapareció al no reconocer la voz al otro lado de la línea. Fruncí el ceño y miré alrededor por si veía a alguien con el celular.

—¿Quién habla? —pregunté nerviosa. El sujeto de la otra línea rió suavemente.

Aiden. Ya sabes, el Alfa que casi te destroza en la carrera al aire libre —sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Me giré dándole la espalda a las otras personas del estacionamiento, como si eso me diera más privacidad.

—Ah, el Alfa que no sabe cuántos huesos hay en el cuerpo humano. No me sorprendería que estés reprobando Biología —comenté sarcástica. Al otro lado de la línea, había silencio. Tal vez no era una buena idea molestar a un Alfa—. ¿Cómo obtuviste mi número?

Del celular de Lydia —comentó sin gracia en su tono—. Te llamo porque Deucalion está algo... preocupado de que no hayas entendido su orden la vez que fue a tu casa.

—Dile que hago lo que puedo —gruñí. Encima que me están manipulando para que siga una de sus órdenes, ¿tienen el valor de llamarme y decirme que no lo estoy haciendo bien? No soy una mercenaria o asesina a sueldo. Soy una chica de dieciséis años (casi diecisiete) que tiene que lidiar con mucho más que el usual drama del instituto—. Y no soy su Beta ni alguien que puede controlar. Si mato al darach no será porque él me lo pidió, sino porque la gente está muriendo y no puedo permitir eso —agregué algo enojada—. Y no llames de nuevo, idiota.

Apreté el botón rojo con enojo. Suspiré e intenté calmarme antes de volver con mi hermano y mejor amigo.




+++
Bien, sólo diré unas cosas respecto a este capítulo. Le he estado dando vueltas al tema de Derek y Jennifer y llegué a la conclusión de que Derek no se acostaría con ella. Tardó en confiar en Sarah y una vez que ambos empezaron a salir, él demostró varias veces que tenía miedo de perderle. Y sinceramente, con lo que le cuesta a Derek en ser feliz, es poco creíble que por cosa del momento él se acostara con Blake. Así que lo único que pasó entre ellos fue un beso y un amor no correspondido. Pero en parte, siguen siendo "amigos" (cosa que se verá después).

También le he estado dando vueltas con lo del beso de Isaac y Sarah, y la conversación con Derek sobre ello. Literalmente, he re-escrito este capítulo de diez maneras distintas pero me ha gustado como quedó. Reitero que a Derek le cuesta confiar y admitir que es feliz con otro, así que no creo que él se diera por vencido en su relación con Sarah. Sí, en dudar. Por eso pregunta si todavía le quiere. Después de todo lo ocurrido. Sin mencionar que Sarah nunca le engañaría.

Eso en base al capítulo, en cuanto a las próximas actualizaciones, empezaré pronto la segunda parte del año en la universidad y dudo si tendré tiempo para actualizar rápido o hacer maratón. Me disculpo con aquellos que querían tal cosa. Haré lo que pueda para dividir los tiempos pero sepan que no dejaré la historia. Tal vez me tarde, pero seguirán leyendo sobre Sarah. Cualquier noticia respecto a las actualizaciones las pondré en mi tablero.

Con todo esto ya dicho, espero que les guste cómo va la historia. Déjenme sus opiniones al respecto, siempre son bienvenidos. Me agrada ver lo enfocados que están en esta novela. Y por eso les agradezco.

Nos leemos pronto.
Danna

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