Hopeless - NHC

By -besoamargo

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Obra original. No se aceptan copias ni adaptaciones. Cover: organicos More

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P. d M.
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Especial Blake
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EPÍLOGO
Agradecimientos + Segunda Parte
Novela de Reece

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By -besoamargo

Mary y Robert estaban en la cocina, desde la habitación de Devon se podía percibir el crujido de los ingredientes hacer contacto con la hoya caliente en la que seguramente ella estaría cocinando. Devon y yo nos encontrábamos jugando al monopoly... o una versión un tanto más sencilla para un niño de casi seis años.

—Escóge una tarjeta— pidió el pequeño mientras me apuntaba, de forma evitando que pudiera verlas, la cantidad de cartas que mostraba en su mano, desplegadas como un abaníco.

Tomé una del medio.

Él tiró los dados y contó en voz alta el número que formaban los puntos negros entre ambos.

—Cinco...—comenzó a avanzar por el camino contando despacio cada uno de los casillero—. ¡Dinero!— gritó cuando le tocó una casilla en la que debía cobrar.

—Ambicioso—murmuré conteniendo la risa—. Tal vez seas un buen hombre de negocios cuando seas mayor— hice referencia, entregándole el pedazo de papel que contaba como un billete.

—Quisiera ser pintor...—admitió un segundo después.

—¿Pintor?—le pregunté sorprendida—. Sería divertido, supongo. ¿Por qué quisieras serlo?

—No me gusta que las cosas tengan el mismo color siempre.

—¿Cómo así?

—Tu eres negro, quisieda pintarte de amarillo.

—¿Y le cambiarías el color a todo?

Él se restó de hombros.

—Sólo a las cosas que quisiera cambiar. Además soy un buen pintod, la maestra me puso un diez por mis dibujos.

—¿Puedo verlos?

Sus ojitos verdes denotaron entusiasmo, se levantó como flash del suelo y se acercó a su mochila azul, sacando de ella tres hojas grandes. Me las extendió y pude ver cada uno de ellos.

Supedman—apuntó al garabato de un hombre que quería ser musculoso, pintado de azul su garabateado cuerpo y una sonrisa a boca cerrada en el dibujo—. Casa—mostró una foto de la nueva casa sólo por fuera—. Y esto lo hice ayed— extendió una foto de cuatro personas tomadas de la mano bajo el sol amarillo y el blanco de la hoja que suponía el cielo—. Mami, papi, tu y yo.

—¿Podría quedarme con este?— sonreí abiertamente y abrasé con cuidado la hoja a mi pecho—. Me gusta mucho.

—¡No!— chistó él—. Te haré otro, este es mio.

Levanté las manos en son de paz y negué.

—De acuerdo, de acuerdo— me levanté de mi lugar cuando oí el llamado de Mary desde la cocina—. Pero prefiero que mi ropa sea de color naranja.

Salí de la habitación y me encaminé escaleras abajo hasta la cocina, encontrando a ella con el teléfono de la casa en su mano extendiéndolo en mi dirección.

—Lori, la abuela quiere hablar contigo— me acerqué rápidamente a ella para tomar el teléfono con mis temblorosas manos, después de un tiempo volví a hablar; contesté con un simple Hola.

¡Cariño! ¿cómo has estado? No me digas que ya te olvidaste de tu abuela— escuché su voz y cerré los ojos un segundo. No es que la abuela me cayera mal, sino que a veces era un poco... exagerada, cuando hablábamos.

—Por supuesto que no, abuela. Yo estoy bien, ¿y tu?— pregunté cordialmente mientras mordía la punta de mi pulgar.

Mejor, mi amor. Patricia está ayudando con la casa y ahora se fue de compras para la cena— habló refiriéndose a la mujer que ayudaba en la casa con ella—. Pero dime tu... ¿qué tal la nueva escuela?

—Ehm... bien, estoy acostumbrándome... Hubo una reunión de familias esté fin de semana y todos fuimos, la pasamos bien...— dirigí mi mirada hacia la hora, marcando las 12 a.m, contando los minutos para que Reece viniera por mi y nos reuniéramos con los chicos.

Me alegra oír eso, cariño. Volverás a Manchester en las vacaciones, ¿no?— indagó de repente, soltando la bomba justo en mi cara. Miré a Mary quien había dejado de lado su tarea en la cocina al oír claramente lo que la abuela había dicho a través de la línea telefónica. Ella me sonrió a medias. No era de verdad. Estaba nerviosa.

—Sin dudas.

Ahora, realmente, no sabía si quería volver.

*

—¡Oh, Loriiiiii!— chilló Pauline, espantándome—. ¿A qué no sabes?— zarandeó mis hombros y me abrazó fuertemente. Lo que venía era demasiado—. ¡Tengo una cita con Nick Hoffger! ¡AHHHH!— alzó un cojín y pataleó repetidas veces contra el suelo.

—Oh, uau. Felicidas, Paulie. Empieza la cacería— Levanté mi puño en el aire y murmuré un "uija" pero al ver que se encogió de hombros de repente lo bajé—. ¿No se supone que tendrías que seguir...— busqué la palabra correcta para definir las emociones que debería de estar sintiendo hasta que encontré:— atontada?

—Ay...—murmuró sentándose en el sofá de la guarida— es demasiado imposible. No ilusiones.

—¿Nick Hoffger?—preguntó George—. ¿El cerebrito?

Ella rodó los ojos.

—No, pero sí— negó, pero afirmó. Me confundí—. Es un cerebrito... pero es demasiado cerrado con sus emociones. Es como un robot inerte. ¡Wall-E desarrolló sentimientos más rápido que él!—levantó los brazos en el aire reclinándose—. Me recuerda a ti.

—Lamento no sentir— apreté los labios y me senté junto a Blake que estaba perdido en la pantalla de su celular. Me incliné hacia él—. ¿Tu qué haces?

Giró para mirarme y sonrió, también lo hice instintivamente.

—Nada.

—Ya lo averiguaré...— el negó y se acercó a mi para abrazarme exageradamente fuerte, yo me quedé inmóvil mientras lo hacia. No lo rechacé, pero coloqué mis brazos inertes a mis costados. Aún las muestras de afecto no eran precisamente lo que demostrara como mi rubia amiga mencionó anteriormente pero ellos me facilitaban el no-rechazo.

—Nunca lo harás—susurró contra mi cabello y separándose cuando un carraspeo se oyó en la entrada.

—Traje galletas...—anunció Reece— pero estas son mis favoritas y no creo compartirlas.

—Mezquino— dijo George.

—¿Tu también quieres un abrazo?— Blake extendió los brazos en su dirección a el aludido, que sólo formó una mueca de asco y se acercó a sentarse junto Pauline.

—¿Qué debo hacer?— continuó con su debate acerca de su "salida especial".

Reece resopló:

—Sigue participando.

—Idiota.

Vi esto en películas, lo leí en algunos libros... suponía que debería de ser algo sencillo si personajes ficticios lo hicieron así que...

—Ayudaré a que Nick confiese lo que siente sobre tí— anuncié con repentina emoción sobre el tema—. Veamos si puedo convertir su Eva a un Wall-E.

***

—George, me ayudarás con esto, ¿verdad?— por enésima vez el rubio me dirigió una mirada de reprensión—. Es por Paulie.

—Eso no ayuda. Pauline es Pauline— negó abriendo su casillero.

—¡Pero es la primera vez que le gusta un chico! Si fracasa perdurará en tu sana conciencia y no podrás mirarla al rostro nunca más.

—Puedo vivir con es...— no dejé que terminara. Lo callé de un pequeño golpe.

—Pediré ayuda a otro.

Me pasó un empaque de sándwich de su casillero y objetó que lo probara.

—Lo lamento, dulzura. Tengo otros asuntos por resolver— y como si eso fuera algún tipo de pista con respecto a lo que haría; guiñó—. Ahora prueba el sándwich, mamá lo hizo.

Sentados en el césped del patio de la escuela, Reece y Blake estaban viendo a las animadoras del equipo femenino mover sus pompones exageradamente sobre las narices de otro grupo más cerca de ellas.

—¡Qué vista!— solté logrando que se exaltaran—. Apuesto a que esas chicas tienen abstinencia de ropa— solté por lo bajo.

—¿Por qué no das la prueba para animadora del equipo, Lori?— el ojiverde preguntó.

—Si quisiera mover el trasero y usar ropa corta tengo una esquina hacia la autopista a cinco calles.

Blake no esperó un momento más a que terminara la frase y estallar a carcajadas como un demente. Ver como tomaba su estómago tratando de calmarse y sus ojos cerrados hicieron que de tan sólo contemplarlo se me pusieran los vellos de punta.

Otro efecto que estaba produciendo en mi.

Alejé mis banales pensamientos al recordar que venía por un motivo y un sólo propósito: ayudar a Pauline a salir con aquel chico. No lo conocía en absoluto más que sólo de vista. Tenía ojos negros y cabello igual de azabache, no vestía como un niño genio ni tampoco como un motociclista punk, así que, por ende, no era fácil mi deducción acerca de su personalidad.

—¿Ustedes me ayudaran con Pauline y...?

—Calla— chistó Blake—. Lo lamento pero no.

—¡Deberías de sentirte horrible!— exclamé para darle un empujón como lo hice con su amigo anteriormente—. Así que supongo que... Reece— lo llamé con un hilo de voz.

—Sí, por supuesto— respondió restándose de hombros—. Quiero ver que tan humanos son.

*** *** ***

—Tu por la izquierda y yo por la derecha— ordenó sacando la cabeza por encima de la pared—. Hoffger está con su móvil, será fácil distraerlo— elevó sus hombros a continuación de pasarme un pasamontañas color negro y el se colocara uno igual—. Yo lo distraigo y tu lo noqueas.

—¿Qué? Reece, estemos por averiguar si a Nick le gusta Pauline no el secreto de las Pirámides— rodé los ojos—. Sólo hagamos lo que acordamos.

—Oh, está bien— espetó con tono cansado—. Quítale lo divertido al plan, hagámoslo a tu modo.

—Te prometo que luego de esto jugaremos a los espías con Devon— palmeé su brazo y exhalé el aire de mis pulmones casi ahogándome—. Andando.

Con una asentida de cabeza, tal y como si armáramos una estrategia de guerra y fuéramos por el objetivo principal salimos desde detrás del mural. Tomé la pequeña agenda y Reece hizo sonar la corneta que tenía en sus manos, logrando el primer paso— Alertar a Nick—.

—¡Hola!, somos parte del comité de bienvenida de la secundaria Lowell Hills y como tu fuiste el primero en la lista, fuiste seleccionado para un recorrido gratis y un cupón de almuerzo especial en la cafetería— hablé con entusiasmo fingido, abriendo la agenda que para nada tenía el supuesto nombre de Nick Hoffger y Reece sonó la corneta.

—P-pero yo estoy en está escuela hace tres años— habló el chico proyectando miradas de desconfianza hacia nosotros—. Y además nunca escuché acerca de un comité de bienvenida aquí.

—Pues tienes suerte, supongo que a ti no te recibieron adecuadamente cuando entraste a esta escuela, ¿no?— inquirió Reece. Cuatro Ojos negó lentamente, apartando su móvil y guardándolo en un bolsillo—. Por eso es nuestro deber enmendar los errores de la antigua monarquía. Aquí mi compañera Mia Xila te explicará el proceso.

¡¿ES EN SERIO?!

¡¿CUÁNDO ACORDAMOS USAR UN NOMBRE COMO MIA XILA?! ¿CUÁNDO SIQUIERA DIJIMOS QUE TENDRÍAMOS QUE PONERNOS NOMBRES FALSOS?

Fulminé a Reece con la mirada pero después volví a mi personificado tono entusiasta y demópata a continuar la actuación.

—Gracias por la introducción, Manolo. Ahora... Nick Hoffger— me hice la que estaba examinando una lista a la vez que intentaba seguir con el plan—, acompáñanos a dar un recorrido. Anda, vamos— como vi que no se movía de su lugar, lo tomé de su chaqueta verde e hice que caminara en ningún rumbo especial con Reece y yo en medio—. ¿Cómo llegaste a está escuela?— de pasada aproveché la situación de saber por qué a Pauline le gustaba este chico, digo, no parece alguien que pudiera contar mucho acerca de sí.

—En autobús— contestó simplemente.

Reece rió.

Luego de unas cuantas preguntas más dimos a parar en el campo exterior de la escuela. Era un día bonito, aún más que otros y eso dio la oportunidad de dar un recorrido.

—No lo entiendo. Yo ya sé cada parámetro de esta escuela. ¿Podrían dejarme ir? Ya les dije; no soy nuevo.

—¡Negación!— gritamos mi amigo y yo al unísono.

—¿Y... Nick, tienes novia?— sonó como si fuera a mi a quien le interesaba y luego recordé que esto era ridículo pero que lo hacia con un fin a favor de otra persona.

Pude ver la mirada asqueada que me dirigió Nick sólo cuando se volteó a verme, y a menos que me pudiera convertir en Úrsula la bruja malvada de la Sirenita y convertir a este odioso friki ratón de laboratorio en una pequeña alga tuve que dejarlo pasar por alto sin decir nada más. Por Dios, ni que fuera a caer tan bajo para andar preguntándolo.

—¿Me dejan ir? Tengo reunión con el club de tecnología en cinco minutos— protestó.

—Debo ir al baño, Mia— susurró Reece.

—Si dejaran de quejarse terminarían más rápido, ¡¿no lo creen?!— y la estudiante simpática se convirtió en la hija del Guasón—. Supongo que tu respuesta a mi anterior pregunta es un rotundo no— lo dije consciente—, ¿te conté que formo parte del cuerpo estudiantil "Encuentra pareja en lo High de Hills".

—¿Eso siquiera existe?— le di un golpe a Reece en la pierna cuando Nick se giró en otra dirección—. Oh, cierto... Yo, Manolo, pedí por consejo.

—¿Qué me dices de ella?— señalé a una chica castaña en un grupo más alejado—. Es bonita, pero oh no, tiene mal aliento— respondí por mi misma—. ¿O ella? Uhm, no. Tiene un tic nervioso muy raro en el ojo. Pero... ¿qué me dices de ella?— tuve que tomar a Nick de las mejillas y presionarlo como un pescado para que clavara su mirada en mi tercera actriz en escena—. Creo que se llama Paula, Paulina, Pascualina...

—Pauline Carter— habló sin despegar su mirada ella lo que me tomó por sorpresa en realidad—. Sí la conozco, asiste a algunas reuniones del club de tecnología. Ambos debemos hacer un proyect...

O sea que no era una cita cita. Era un ñoño proyecto. Puff y yo que pensé que los lentes empañados de Nick era por su respiración.

—¿Te gusta?

—Es bonita, supongo.

—¡Claro que lo es! Tengo una idea; ¿Y si después de hacer su aburrido proyecto no la invitas a tomar un helado?

—Lo tendré en cuenta— meneó la cabeza, volviendo su vista a mi—. Es buena idea Mia...

—¡LORI!, ¡LORI!, ¡REECE!

La niña del exorcista se quedaría corta y los búhos habrían tomado nuestro cuerpo al giro que dimos Reece y yo al mismo tiempo hacia donde nos llamaban.

Bueno, tal vez estaba exagerando.

—Oh, mira la hora. Ya tenemos que irnos, bueno ¡adiós!— fue lo último que gritó Reece antes de tomarme de la mano y llevarme corriendo lejos del campo hasta el interior de la escuela—. Estuvo cerca— habló entrecortadamente queriendo acompasar su respiración cuando nos detuvimos junto a unos bebederos de agua.

—¿Crees que funcionará?—le pregunté mientras volvíamos a caminar aunque ésta vez a un ritmo más lento.

—Para ser un geniecillo no aprende lecciones básicas—rió.

—¿Quién nos llamaba?— lo miré extrañado al percatarme que abandoné el lugar sin saber quién era.

—No querrías saberlo.

—¡Aquí están!— exclamó alguien detrás de nosotros. Pude distinguir su flamante cabello pelirrojo cuando giramos.



#TheVampsNewMusic no sé ustedes pero yo ya estoy manija ahre.

¿Se imaginan a alguien famoso interpretando el papel de Lori o de Pauline? Si es sí, ¿a quién? Tengo curiosidad de saber que pasa por esas retorcidas cabezas ahr.

Comenten que les pareció <3

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