Destinados #D1 (Completa)

Da DeniseAyleen

2M 197K 95.1K

Destinados es la historia de dos mejores amigos de infancia, Brisa y Gastón, quienes en su adolescencia se al... Altro

Destinados #1
Prólogo
Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
Capítulo trece
Capítulo catorce
Capítulo quince
Capítulo dieciséis
Capítulo diecisiete
Capítulo dieciocho
Capítulo diecinueve
Capítulo veinte
Capítulo veintiuno
Capítulo veintidós
Capítulo veintitrés
Capítulo veinticuatro
Capítulo veinticinco
Capítulo veintiséis
Capítulo veintisiete
Capítulo veintiocho
Capítulo veintinueve
Capítulo treinta
Capítulo treinta y uno
Capítulo treinta y dos
Capítulo treinta y tres
Capítulo treinta y cuatro
Capítulo treinta y cinco
Capítulo treinta y seis
Capítulo treinta y siete
Capítulo treinta y ocho
Capítulo treinta y nueve
Capítulo cuarenta
Capítulo cuarenta y uno
Capítulo cuarenta y dos
Capítulo cuarenta y tres
Capítulo cuarenta y cuatro
Capítulo cuarenta y cinco
Capítulo cuarenta y seis
Capítulo cuarenta y siete
Capítulo cuarenta y ocho
Capítulo cuarenta y nueve
Capítulo cincuenta
Capítulo cincuenta y uno
Capítulo cincuenta y dos
Capítulo cincuenta y tres
Capítulo cincuenta y cuatro
Capítulo cincuenta y cinco
Capítulo cincuenta y seis
Capítulo cincuenta y siete
Capítulo cincuenta y ocho
Capítulo cincuenta y nueve
Capítulo sesenta
Capítulo sesenta y uno
Capítulo sesenta y dos
Capítulo sesenta y tres
Capítulo sesenta y cuatro
Capítulo sesenta y cinco
Capítulo sesenta y seis
Capítulo sesenta y siete
Capítulo sesenta y ocho
Capítulo sesenta y nueve
Capítulo setenta
Epílogo
Siempre serás tú
Nuevo título
¡Próximamente en librerías!
¡A LA VENTA EL 20 DE ENERO DE 2022!
LIBRO EN FÍSICO: dónde conseguirlo

Capítulo siete

48.4K 4.1K 1.2K
Da DeniseAyleen

Gastón

Aunque sé que ella espera una respuesta de mi parte no se la doy, permanezco en un tranquilizante silencio, mientras miro sus azules ojos. Brisa está atenta a cada uno de mis movimientos y eso me pone un poco incómodo, pero decido ignorar aquello y regalarle una sonrisa. No sé por qué mi boca no se ha movido para responder, quiero hacerlo, pero mi cerebro no parece haber querido darle la señal a mi cuerpo. No... No es verdad. No respondo porque no quiero hacerlo.

Brisa me devuelve la sonrisa y el silencio sigue presente en la habitación. Suelto un suspiro mentalmente. Ella enreda su cabello, frunce apenas sus labios... no hay que ser adivino para descifrar qué le pasa, está nerviosa e inconscientemente hace eso.  Se ve tan tierna cuando lo hace... En eso ella no ha cambiado, desde que era una niña siempre hacía los mismos gestos, cada vez que estaba incómoda en el lugar o como es en este caso, con la persona.

¿Soy malvado por pensar que me gusta que se ponga nerviosa por mi presencia? ¿Y por qué será que me gusta eso?  

Aún no me creo tenerla en frente... es una locura cómo con los años volvimos a toparnos. La he extrañado un montón, y más en aquellos momentos en los que encontraba alguna que otra foto entre libros o cajas. Son recuerdos que me transportaban a aquellos tiempos en los que no me preocupaba mucho por las cosas, aquellos tiempos en los que vivía plenamente y con un brillo distinto, en los que la tenía a ella como mi mejor amiga. Fue casi una década sin vernos. Aunque conocí a otra persona a la cual llegué a considerar como mi mejor amiga, la verdad es que nunca se comparó con la incondicionalidad que Brisa tenía en torno a nuestra amistad.  

Brisa baja la mirada un segundo y la vuelve a dirigir hacia mí.  

—Supongo que no vas a contestar —murmura.  

—El día que lo sepa con seguridad, te responderé esa pregunta.  

Me mira no muy convencida y no sé la razón. No puedo evitar pensar que quizá ella no tenga intenciones de volver a verme. ¿Y si su emoción no es la misma que yo tengo? 

—¿Y qué tal tu familia?, ¿cómo está tu hermano? —le pregunto recordando lo unidos que siempre fueron ella e Isaac.

—Muy bien, de vez en cuando hablamos por teléfono para mantenernos un poco al día. Y bueno, mis papás están muy bien, siguen trabajando muy duro, como siempre... Bueno, no tanto como siempre, porque ahora se dedican más a consentirse mutuamente, pero sí que siguen trabajando con la misma pasión, ya sabes cómo son —responde.

Sonrío al recordar algo.  

—Hace como un mes atrás mi madre me dijo que se encontró con la tuya en la tienda de ropa que está cerca de donde vivías.  

Se ríe.  

—¡Es verdad! Mamá me contó lo mismo. Hasta creo que quedaron en encontrarse en una cafetería.  

Alzo las cejas.  

—De eso no tenía idea.  

—Quizás te lo dijo y no lo recuerdas.  

—Tal vez.  

Sonríe nuevamente y me contagia la sonrisa. La blancura de sus dientes y la forma en la que los hoyuelos se forman en su delicada piel se me hacen adorables, me gustan. Me dan ganas de abrazarla y no soltarla. Es extraño decirlo —pensarlo, en realidad— pero es eso lo que siento. 

—¿Y qué tal tu trabajo? 

—Hay mucho que decir sobre eso.  

—Te escucho —me hace un ademán con la mano para que le cuente.  

—Te vas a aburrir.  

—No lo creo.  

—Creo que sí —insisto, pero ella se niega rotundamente y vuelve a animarme a seguir. 

Suspiro y pienso.  

—¡Pero si no quieres no hay problema!. —dice de pronto, como disculpándose por haber cometido una ligereza.

No quiero que se sienta mal o que piense que cometió una imprudencia, así que respondo.  

—Mi trabajo está bien, pero a la vez también tiene algunas complicaciones que están perjudicándome más de lo que deberían. Ya no es tanto como antes, pero sigue habiendo mucha dificultad en quedar en un castin.  

—¿Por? —pregunta con las cejas fruncidas.  

—Los productores buscan actores que no tengan tanto drama en lo personal, prefieren a alguien con una imagen limpia y no a quien sea conocido como un agresor.  

Si tan solo hubiese abierto antes los ojos...  

Brisa me observa atenta. De vez en cuando, detalla el movimiento de mis labios y luego se va nuevamente a mi mirada. No parece sorprendida por lo que le digo, ella sabe por las noticias que estoy siendo pintado de malo desde hace un tiempo por Sofía. De hecho, Bri hizo una mención sobre ello anoche, cuando me vio.

—¿Tú qué crees? 

—¿Estás preguntándome si creo que tú la golpeabas? —pregunta, y una parte de mí siente miedo de oír su respuesta.

Pueden pasar dos cosas: que me diga que no, y que me sienta aliviado o que me diga que sí, y me sienta decepcionado.  

—No, para nada. Nunca le he creído ni una sola palabra a la víbora esa —responde con disgusto.  

Y pensar que a esa víbora yo la amaba con locura y estaba dispuesto a dar todo para seguir peleando la batalla más difícil: las adversidades de la vida.  

—No te molesta que le diga así, ¿verdad? 

—Ya no estoy con ella, Brisa. Antes no me hubiese agradado, pero ahora ya no es lo mismo... ha demostrado ser muy mala con todo lo que me hizo.  

Suelto un suspiro y aparto la mirada de Brisa. No quiero darle a entender que aún hay cosas que, a pesar de haberlas superado, siguen dando malas sensaciones al recordarlas.  

Anoche le había dicho que mejor no tocáramos ese tema, el de Sofía, y creo —más bien, estoy seguro— que Brisa no tenía intenciones de hablar de Sofía ahora, pero hablar de trabajo significa hablar de ella.  

—¿Tú cómo has estado con todo eso? A veces, veía en la televisión que te preguntaban cómo te encontrabas luego del divorcio, pero tú evitabas responder.  

No quería que la gente se diera cuenta de que estaba partido a la mitad. Evitaba la pregunta, porque si decía que estaba bien iba a quedar como mentiroso, mi voz temblorosa me dejaría en evidencia, y no quería que me viesen derrotado. Intentaba ser fuerte, pero siempre llegaban este tipo de inquisiciones y prefería irme a otro lado y encerrarme en el primer lugar que encontrara.  

—Ahora estoy bien —contesto parcamente. 

Ya no me acuesto en las noches pensando en todo lo que pudimos ser, si ella no hubiera dañado nuestra relación... Antes, cuando las cosas eran muy recientes, no podía dormir tranquilo de la rabia que me consumía. El alcohol era mi mejor compañero cada vez que necesitaba algo para poder distraerme un momento. Estaba tan dolido que lo único que me aliviaba era beber hasta la inconsciencia. Sé que era estúpido recurrir a aquello, pero no pensaba con claridad, estaba atrapado en la angustia y el desespero. A veces, tanto dolor nos lleva a recurrir a la bebida como una fuente de escape.

Entreabre sus labios para decir algo, pero parece arrepentirse.  

—¿Qué ibas a decir? 

—Nada, no quiero entrometerme mucho en tus cosas personales.  

—Anda, dime, no me molesta que preguntes, por algo he venido a verte, para charlar.  

Se muerde ligeramente los labios, parece sopesar sus preguntas.  

—¿Ya no tienes trabajo? 

—Por ahora no, justamente voy a hablar de ello con mi representante, hablaremos de futuros proyectos en los que podría meterme.  

Me observa callada por unos instantes y luego continúa.  

—¿Y cómo estás de dinero? 

—Bien, tengo muchos ahorros y estrenaré una película pronto.  

—Sí, he visto el adelanto. Se ve que es una película intensa —comenta con las mejillas ruborizadas, una media sonrisa y con la mirada baja.  

—¿Lo dices por el contenido sexual que hay? 

—Son escenas fuertes —recalca—. ¿Cómo hiciste para grabarlas sin sentir vergüenza? Es decir, la chica prácticamente está desnuda frente a ti... 

Me encojo de hombros.  

—Antes sí me daba algo de pudor todo eso, pero las pelis para las que hago castins tienen eso, aunque esta última que grabé es la que más acentúa la exposición.  

Sedúceme es una película a la cual le he tenido que echar todas mis ganas. Dirigí toda mi concentración y volqué todo mi compromiso hacia el personaje que tuve que encarnar. Fue un gran reto rodar las escenas, pues eran bastante subidas de tono; ya había grabado muchas escenas románticas e íntimas, pero nunca escenas tan candentes como estas, donde simulo hacerle el amor repetidas veces a una chica que está completamente desnuda . En las anteriores grabaciones la protagonista llevaba algo que cubría sus partes más íntimas —obviamente, al público se le daba a creer que no teníamos nada de ropa—, por lo que era un pelín más fácil subirme encima de ella para dar a entender ciertas cosas.  

Si las críticas son buenas, la película me dará un muy buen dinero para seguir subsistiendo con más tranquilidad en estos tiempos difíciles.  



Continua a leggere

Ti piacerà anche

42K 2.2K 27
Selena quiere cumplir su sueño siendo la protagonista de la nueva película Zombies 4, pero la vida le pone algún que otro obstáculo de por medio, ent...
159K 7.6K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
106K 17.7K 44
¿Y si es muy tarde para empezar de cero? Cuando Gia Davies se muda a Nueva York, está huyendo. Se ha dado cuenta de que su carrera no le gusta, su re...
65.6K 3.7K 148
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...