Hopeless - NHC

By -besoamargo

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Obra original. No se aceptan copias ni adaptaciones. Cover: organicos More

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P. d M.
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Especial Blake
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EPÍLOGO
Agradecimientos + Segunda Parte
Novela de Reece

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By -besoamargo

Estiré el moño improvisado de la coleta que me hice y miré mi conjunto deportivo. Hacer actividad física no era un sueño cuando tu condición física está por los suelos, y era mucho menos agradable en el primer día de clases.

En el patio había dos grupos, los chicos formados en una fila en la cancha de basquetball con el entrenador, y las chicas en una ronda con la entrenadora en el medio. Llegué a mi grupo y en seguida sonó el silbato, acto que hizo sobresaltarme.

-Tu debes ser Lorraine Evans- vociferó la mujer, que cabe aclarar, tiene una voz de camionero.

Basta Lori, contrólate.

-Prefiero Lori- la corté haciendo que algunas de las chicas rieran.

-Pues lástima, porque ahora serás Evans- me sacudió de los hombros- Toma asiento.

Obedecí y me senté junto a unas chicas a las que les sonreí en forma de saludo.

-Bien como tenemos a la nueva en el grupo me presentaré. Soy Penny Huff y soy la entrenadora de la clase femenina de actividad física. ¿De dónde eres Evans?

-Manchester, nací allí.

Sonó el silbato, otra vez.

-Bien las formalidades terminaron. A correr, tres vuelas trotando y dos caminando, ya.- ordenó Troncha Toro.

Bufaron, pero en seguida formaron una fila y comenzaron a correr.

El patio era una gran extensión de la escuela, por lo que tuvimos que correr al rededor de la cancha de basquet.

Traté de regular mi respiración así que cumplidas las 3 vueltas comencé a caminar.

Aunque el estruendo de los latidos de mi corazón resonando en mis oídos no cesaban, oía gritos, como si fueran esa música de fondo que suelen poner en la mayoría de las películas, de todas formas decidí ignorarlo.

Seguí el camino, cuando mi pié se trabó en una piedra y traté de no caer. Pero todo se fue al demonio cuando algo impactó tan fuerte con mi espalda que fue inevitable no caer de cara al suelo.

Qué gran primer día, Lori.

¿Dónde quedó el no humillación?

Afortunadamente las palmas de mis manos, antes del impacto, cubrieron mi cara evitando que rompiera mi nariz.

-¡Blake, voy a matarte!- gritaron a mi lado.

Giré la cabeza rápidamente viendo como un chico del otro grupo intentaba pararse y cuando lo logró, pasó arrollandome de nuevo, y él calló al piso.

-Ay, mi pierna.- se quejó.

Gimiendo, me puse de pié al mismo tiempo que el chico, que cuando me miró a su lado abrió la boca y los ojos como platos.

-Ehm... ehm... ehm...- balbuceó.

Calmé mis antojos de insultarlo por ser tan descuidado y me enfoqué en fruncir el ceño y ver sus rasgos. Su cabello era rubio, tez blanca y unos grandes ojos azul verdoso, contextura física: sería flacucho, aunque es más alto que yo.

-Oye Reece, ¿te caíste?- un chico castaño llegó a su lado, pero me vio y todo rastro de diversión en su rostro al hacer la pregunta anterior se desvaneció-. Auch.

Mientras tanto yo no dije nada, absolutamente nada. Ni siquiera un "si, auch, eso pensé cuando caí".

-Ouh... ehm...- siguió tartamudeando-. Tu ser la nueva, ¿verdad?- al fin logró articular.

¿Por qué rayos habla así? ¿Tal vez sea extranjero? No lo creo, sino, no hubiera hablado el idioma antes y luego de caer.

-Oye, soy de Manchester, no de Júpiter- dije sarcástica tratando de no rodar los ojos.

-Yo...

-Reece quiere decir que lo lamenta- el castaño a su lado se apresuró a decir, poniéndole una mano en los hombros-. Y yo también lo siento, fue mi culpa que él chocara contigo.

-Está bien, no ocurrió nada grave.- traté de suavizar el drama.

-Hey por cierto, soy Blake, y bueno, él Reece.- se presentó.

-Lori.- saludé.

-¿Eres la nueva cierto?

Asentí hacia los chicos.

-Suerte con el primer día, aunque ya te caís...- calló. Se salvó antes de meter la pata.

-Sí, ya compré un metro del patio.- señalé dónde caí.

Blake sonrió tímidamente.

-¡Bibby, Richarson!- gritaron detrás.

Los chicos votearon y les hizieron una seña al muchacho que los llamaba, moviendo su brazo en el aire.

-Mejor, continuo caminando- hablé enseguida.

-Nos vemos después, Lori- Blake habló.

-Nos vemos...

Di la vuelta, pero no encontré a ninguna de las chicas que estaban corriendo hace un segundo a mi lado. Luego me di cuenta de que estaban calentando en el mismo lugar de antes; Huff me llamó con el silbato y seguí el camino que me quedaba hasta ellas, orando porque ninguna me hubiera visto caer.

Desgraciadamente, eso no ocurrió y Penny indagó si estaba bien.

***

Me duelen las piernas por trotar. Estoy hambrienta. El día aún no acaba.

Afortunadamente el tema del hambre se puede solucionar ahora.

Así es, la hora del almuerzo seguía y yo estaba guardando mi conjunto deportivo en el casillero de los cambiadores.

-Hola.- miré a mi derecha, donde el cabello rubio de una chica sobresalía de los casilleros, mientras guardaba sus cosas junto a el mio.

-Hola- saludé.

-¿Lorraine o prefieres Lori?- preguntó casi con tono de voz divertido.

-En realidad el segundo.

-Bueno pues es un placer- cerramos nuestros casilleros al mismo tiempo- raro- y la pude mirar a los ojos-. Soy Pauline- se presentó sonriendo y tendió su mano.

Pauline era una linda chica, ojos celestes, cabello rubio largo como dije anteriormente, sonrisa bonita. Por su aspecto físico tendría pinta de ser agradable.

-Un gusto.- acepté su mano.

-¿Qué tal el primer día en Lowell Hills?

-Te diría que normal, pero aún tengo ganas de vomitar desde que llegué aquí.

Pauline rió y tomamos nuestras cosas del banco de los cambiadores.

-Es lindo una vez que te acostumbras.

-¿Fuiste la nueva?- indagué.

-Si, lo fui, pero hace dos años.

-Oh...

Dos años no se comparan al primer día, pero supongo que es el comienzo.

-¿Vas a la cafetería?- preguntó sonriente y asentí-. Yo voy allí también, vamos.

-Bueno, ya te vi en el entrenamiento y en la clase de biología, ¿qué opinas de los profesores?

Lo pensé por un momento y respondí:

-Ehm... la profesora Wood es exigente...- empecé- y Huff si pudiera nos tendría entrenado por horas.

Pauline rió.

-Ellas sólo son dos profesores más, pero hay, y es sorprendente, una variedad de personajes en esta escuela, en cuanto a maestros y estudiantes.

La miré extrañada.

-¿Cómo es eso?- cuestioné.

-Bueno... el profesor Bill- señaló a un hombre de mediana estatura en el corredor-, es muy gracioso para enseñar matemáticas. La profesora Greene- indicó hacia una mujer a su lado-, es interactiva con los estudiantes- rió-. Pero, Lori, hay mucho más para ver.

-¿Y en cuanto a los estudiantes?

Pauline se detuvo frente a una puerta y volteó a verme, aún sonriente.

-Este es lugar para saber cómo son en realidad.

Abrió la puerta al fin. Mesas en círculos. Cada uno de los estudiantes separados desde el primer año hasta el último de la secundaria.

-Vamos- hizo un movimiento con la cabeza y ahí me di cuenta que estaba parada observando toda la cafetería, (y algunos me miraban a mi), así que la seguí.

Las risas y charlas resonaban por todo el lugar. Y yo seguía oyendo a Pauline, sin decir palabra alguna, atentamente, como indicaba los sectores y personas de la cafetería.

-A la derecha: los deportistas- apuntó- y las chicas lindas al frente...

-¿Tu no estás en ese grupo?- le pregunté de repente.

-¿Qué? No- rió-. Mi grupo es mucho mejor, bueno al menos para mi.

Y me pregunté ¿por qué Pauline, estéticamente hablando, no estaría en grupo de los "populares"?

-Lori- habló y la miré-, estos chicos son mi grupo.- hizo una reverencia con la mano y su grupo me dejó algo sorprendida.

Blake y Reece, si mal no recuerdo sus nombres, estaban sentados hablando animadamente con otros chicos.

-Hey, chicos- habló Pauline y los demás callaron y la miraron-, aquí les presento a Lori Evans.

Había cinco chicos en la mesa, algunos sonrieron y otros respondieron con un "hola". Pauline se sentó al lado de el tal Reece y los dos se miraron entre sí con muecas de desagrado.

Blake y otro chico se rieron entre sí, mientras veían las caras de ambos chicos, un chiste que entre ellos comprendían y obviamente sentí ajena a la situación.

-Oh Lori- dijo el castaño a mi lado-, te presentaré a los chicos. Ellos son Jordan y Miles- señaló a dos chicos chicos castaños en una esquina-; ya nos conoces a Pauline a mi, y mi amigo de aquí es George- señaló al chico con el que se había reído anteriormente.

-Hola, Lori- saludó este.

George tenía el cabello rubio, y sus ojos me llevaron a exclamar mentalmente de los celestes que eran, un color muy claro, como cuando milagrosamente el día esta bonito.

-¡Hey! me están olvidando- exclamó Reece.

-Ah si, ya conoces al bobo de Reece.

-¡Hey!- repitió y quise sonreír.

-¿Cuándo llegaste a la cuidad?- inquirió Blake.

-Ayer.

Reece silvó.

-Qué pronto.

-Sí, lo es...

-¿Por qué te mudaste?- habló Pauline.

-Motivos... familiares.- está bien, no me sentía cómoda hablando de mi familia el primer día con chicos prácticamente desconocidos, y aunque lucieran amigables todos ellos, no dejaba de ser un tema algo repentino para charlar.

-Chicos, tenemos que irnos- habló el chico llamado Jordan miéntras él y Miles se levantaban de sus asientos- Nos vemos luego. Ah, y un placer, Lori.

-Lo mismo digo- les sonreí y sin más salieron de la cafetería.

-Oye, ¿no estábamos en la misma clase verdad?- habló George.

-No, tuve biología la primera hora.

-¿Qué clase te toca ahora?- preguntó Pauline justo cuando sonó la campana.

-Si no recuerdo mal, Literatura.

-Oh, nos toca lo mismo- exclamó Reece-. Vamos.

Nos levantamos y George nos miró con cara de desentendido aún sentado en la mesa.

-¿Qué? pero aguarden, todavía no terminé mi almuerzo.



-Así que si hablamos de los cuentos de terror o misterio y suspenso, Edgar Allan Pou fue el primer novelista en implementar éste tipo de narraciones en...

No pude continuar de escribir porque una bolita de papel calló sobre mis cuadernos. Quedé sorprendida al principio, así que disimuladamente miré sobre mi hombro derecho.

Pauline estaba sentada al lado de George quien me miró y articuló un "ábrelo" mudo con sus labios.

Me volví en mi lugar y abrí el papel arrugado.

"Salimos cuando terminen las clases, ¿vienes con nosotros?"

Hubiera sido lindo si probablemente saldría con ellos pero uso el pretexto de que tío Rob viene a recogerme, eso y que debo terminar de desempacar.

Cuando terminó la clase guardé mis cosas en el bolso y me levanté para salir de ahí, en ese momento los chicos salieron detrás de mi.

-¿Y vienes con nosotros?- sonrió Pauline.

-Lo siento mucho, debo terminar de desempacar mis cosas y ponerme al día con las materias.

-De acuerdo, no hay problema. Tal vez la próxima.

El auto de Rob se estacionó y tocó la bocina, pero no era él quien conducía, sino tía Mary.

-Sin duda.- les sonreí a los cuatro.

-Adiós, Lori- se despidieron al unísono.

Sonreí y me subí al auto.

-¿Qué tal el primer día?- cuestionó en cuanto subí.

Tal vez las palabras serían: extraño, raro, algo vergonzoso.

-Muy normal...

-¿Quiénes eran ellos?

-Unos chicos que conocí en clase- comenté abrochando el cinturón de seguridad.

Encaminó el auto y continuó preguntando.

-¿Son agradables?

Mordí mi labio y respondí:

-Por el momento, sí.

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