Seremos eternos.

Capítulo 45

Nadie sabía que Olly había vuelto a recaer. O quizás, ninguno se había preocupado como debía. Supongo que todos estábamos tan pendientes del problema más que obvio de Oliver que nadie se paró a pensar en que Olly necesitaba ayuda de nuevo y ahora era ya demasiado tarde, ahora ya no había nada más que hacer.

Y a pesar de lo dolorosa que fue su perdida, las criticas acerca de lo irresponsable que había sido al coger el coche en ese estado no tardaron en llegar. Muchos de ellos incluso se alegraron de que hubiese sido él quien había perdido la vida y no otra persona inocente que hubiera tenido que sufrir su grave error y lo peor de todo ello es que, tenían razón; Olly podía haber acabado con la vida de otra persona, podía haber estado a punto de cometer algo terrible. Era horrible pensar que toda su imagen hubiera quedado manchada de esa forma; al final, la gente acabaría reconociéndole por ese famoso que perdió la vida una noche al conducir borracho. Poca gente hablaría de lo mucho que se preocupaba por los demás, del gran corazón que tenía y de lo mucho que se hubiera merecido una vida mejor, una mucho más larga. Nadie hablaría nunca de la sonrisa natural que aparecía en su rostro cada vez que alguno de sus amigos lograba algo que le hacía feliz ni de como sus abrazos te hacían sentir siempre que todo podía mejorar.

Había pasado una semana desde que él se había ido y aun nadie parecía creerlo. Danna y yo nos habíamos reunido varías veces pues de cierta forma la compañía de la otra nos ayudaba a afrtonar todo ello; al final, siempre acabábamos hablando de Olly de todos esos momentos que habíamos vivido juntos.

－No puedo evitar sentirme culpable. －Se había lamentado mi amiga. －Yo tendría que haberlo sabido, tendría que haberme dado cuenta de que no estaba bien, de que había vuelto a caer... ¿como no pude verlo, Jane?

－Nadie lo vio, Danna. Yo hablaba con él todos los días y tampoco noté nada, él simpelemente... parecía feliz.

－Pero yo era la que estaba con él, yo era la que tendría que haber estado pendiente, quizás podría haber hecho algo, quizás...

－Quizás aun así, no hubieras podido hacer nada. －Le interrumpí y me acerqué un poco más a ella para así cogerle de la mano. －Tu no tienes la culpa de lo que ha pasado... en realidad, nadie lo tiene, solo él. Mira, me duele decir esto pero fue él quien cogió el coche estando borracho, fue él quien se puso a si mismo en peligro, quien había podido poner en peligro a alguien más. Es horrible lo que ha pasado pero no podemos culparnos por ello, no cuando realmente el que ha cometido el error ha sido Olly.

－Suenas cabreada. －Murmuró mi amiga.

－¡Por supuesto que estoy enfadada!－Exclamé, rompiendo así en llanto. －Estoy muy enfadada con él, ni si quiera se si voy a poder perdonárselo.

－Jane...

－No, Danna; estoy enfadada con él... porque esto no tendría que haber pasado, porque el tendría que llamarme esta noche para contarme como había ido su día, él...él tendría que seguir aquí. ¿Y ahora que? Ahora para todo el mundo es un borracho que se merecía lo que le pasó...

－No para nosotros, nosotros sabemos quien era el verdadero Olly.

－Lo se, pero no soporto lo que la gente está diciendo de él, no soporto que esa sea la última imagen que ha quedado de él.

－Ni yo, Jane... ni yo. －Nos quedamos unos instantes en silencio, cada una dándonos nuestro tiempo para dejar salir nuestras lagrimas. Al final ella volvió a hablar. －¿Sabes algo de Oliver?

Tan solo escuchar su nombre me dolió. Y me dolió aun más cuando comencé a negar con la cabeza.

－No he vuelto a hablar con él desde el entierro. ¿Tu sabes algo?