Capítulo 11.

17.3K 135 44
                                    

Olly se levantó de un salto de su asiento.

-Os veré esta noche. -Comentó señalándonos a ambos con el dedo.

-¡Te he dicho que me lo pensaré! -Exclamé antes de que saliera por la puerta y el simplemente se limitó a sonreír, como si supiera perfectamente que ahí iba a estar.

Tanto el como Oliver habían aparecido juntos aquella mañana para invitarme a la fiesta de cumpleaños de mi amigo que sería esa misma noche. Era viernes pero aun así, al día siguiente tendría que madrugar por lo que estar hasta las tantas de la noche fuera de casa, rodeada de gente y pasarlo bien era probablemente una de las cosas que menos me apetecía hacer. Pero era la fiesta de Olly y sabía que debía de estar allí, aunque tan solo fuera durante un pequeño rato; pensé que quizás incluso me sentaría bien, el hacer ese tipo de cosas que antes me permitía hacer y con las cuales disfrutaba.

Oliver y yo nos quedamos solos, el en su habitual asiento tras la barra.

-¿Vendrás? -Preguntó el chico.

-Depende, ¿tu irás? -Le pregunté yo, a pesar de que ya tenía bastante clara la respuesta. Simplemente estaba jugando con el.

-Por supuesto. -Contestó e hice una pequeña pausa tras eso y entonces, fingí una mueca de disgusto, aunque en realidad estaba haciendo todo lo posible por no esbozar una gran sonrisa.

-Entonces me lo pensaré.

Oliver soltó una carcajada.

-Allí te veré. -Dijo como despedida y salió de la cafetería, haciendo que la espera a la noche se me hiciera demasiado larga.

A las dos de la tarde, Santi se encuentra en la puerta de la cafetería tal y como le había pedido, cinco minutos antes de las dos de la tarde. Le hago un pequeño gesto con la mano para indicarle que espere unos pocos minutos pues aun tenía que terminar de recoger las últimas mesas que me quedaban y aunque veo el disgusto que esto le provoca reflejado en su rostro, decido ignorarlo.

-Puedes irte, chica. -Me indica Martha cuando pasa por mi lado y veo que dirige una fugaz mirada a Santi aunque este no parece percatarse de ella. -No se vaya a enfadar tu chico. -Y tenía razón pues aun seguía con la frente arrugada y el semblante serio.

No se por que, el comentario de Martha me hizo avergonzarme.

-No pasa nada, aun me queda un poco para que termine el turno. El ha venido antes. -Explico y cuando el vuelve a posar mi mirada en mi, ni si quiera se digna en saludar a Martha. En realidad, no creo que lo haya hecho nunca.

-Venga, venga, - insiste ella - vete que al paso que vas no terminas de limpiar las mesas hasta mañana. -Le sonrió como agradecimiento y cojo mis cosas antes de encontrarme con mi novio.

Nos damos esta vez un beso en la mejilla al vernos.

-Ya era hora. -Murmuró y comenzamos a andar hacía el coche.

-Has venido antes de tiempo. Ha sido Martha la que me ha dejado salir antes de tiempo. -Le hago saber, algo irritada con sus prisas. -Que por cierto, podrías saludarla de vez en cuando.

-¿A que viene eso ahora? -Preguntó algo extrañado. -¿No eras tu la que decías que no os llevabais bien y que era una borde?

-Bueno, si. -Reconozco, algo culpable. -Pero ese no es motivo para que no la saludes si quiera. Además, nuestra relación ahora va mucho mejor que antes. Creo que incluso nos podemos llegar a llevar bien.

Veo una pequeña mueca en su rostro.

-¿Es que piensas trabajar en ese lugar toda tu vida? -Bromea a pesar de que el es único que sonríe. -Por cierto, ¿de quien dices que es el cumple? -Pregunta a pesar de que estaba bastante convencida de que ya se lo había dicho anteriormente.

Seremos eternos.Where stories live. Discover now