Soft Edges ➠ 【TaeJin】

~50.1~

—¿...Gyu?

—Odio ser doncel—Fue lo único que dijo, antes de soltarse del agarre de su padre y entrar a la casona. Taehyung pudo notar como Seokjin bajaba la cabeza, mordiéndose los labios con la mirada fija por el camino que había tomado el carruaje:

—Me preguntó qué tan distinto hubiese sido si los dos hubiesen sido niños, ¿El dolor de su corazón no existiría en ese caso?

—Lamentablemente, bonito, no tendríamos forma de saber eso.

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Soobin se esforzó por cumplir lo que su hermano le pidió, se alejó de aquellos chicos problema y estudio duro, terminó estudiando en varios lugares por lo mismo, el norte o el sur no terminaron siendo un impedimento para él, lo que lamentablemente lo mantuvo alejado de su casa por muchos años. Se encargó de escribir cartas cada vez que podía y atesoraba cada respuesta recibida, por lo que al enterarse que tenía la posibilidad de regresar a su casa, no lo pensó ni un momento antes de empacar sus cosas y tomar el primer barco con destino al sur.

La emoción no lo dejó dormir demasiado una vez llegó a la capital, optó por subirse a un carruaje y pagarle al cochero para que lo llevara a su casa, una vez se bajó, casi pudo llorar de felicidad. Todo se mantenía igual a como lo recordaba, puede que quizás de un ángulo más alto que el recordaba.

La puerta se abrió lentamente y Jieun le observó fijamente, su expresión cambiando al reconocerlo.

—¡Señorito!

—Hola—Saludó con una sonrisa tímida—, Jieun, ¿Cómo estás?

—Pase, pase, sus padres y su hermano se emocionaran al verlo—Le dijo esta, haciéndolo asentir emocionado.

—¿Dónde están? Vine tan rápido como pude para verlos.

—Están en el campo de flores, iban a hacer un picnic y-

—¿Puedo dejarte mi equipaje, Jieun? ¡Muero por verlos! —La sirvienta asintió y le hizo una seña para que fuera, posó la maleta a un lado y se echó a correr con destino a aquel campo, el camino estaba algo distinto por los cambios en la vegetación, pero poco le costó llegar, encontrándolos sentados bajó la falda de un árbol, comiendo entre risitas.

—¡Papá Jin, papá Tae! ¡Gyu! —Gritó, sus padres solo lo observaron con las cejas arqueadas, pero su hermano dio un salto y corrió a sus brazos, saltando a ellos y lanzándolo al suelo en el proceso.

—¡Bin, regresaste! —Le dijo entre risas, en el momento que su sonrisa se extendía por sus labios aún más, cambiando al notar el atuendo del menor. ¡Estaba llevando pantalones y una camisa abotonada con tirantes! —Oh, ¿Te gusta?

—Gyu, déjalo levantarse—El menor se bajó y tomó la mano de su padre, la expresión de los otros tres decayendo al verlo con las bocas abiertas.

—¿Q-Qué? ¿Tengo algo en el rostro?

—¡¿Cuándo creciste tanto?! ¡Apenas te llego al pecho, grandulón! —Soltó un quejido cuando Beomgyu le dio un codazo en la costilla. Ahora que lo mencionaba, era incluso más alto que padre, ¿Se había estirado tanto así en tan poco tiempo? Esa tarde se la pasó explicando lo que había hecho y disfrutando de los abrazos de su padre y de su hermano, que tanto había extrañado.