El viaje duró un poco más de una semana, curiosamente se le hizo más corto que cuando había viajado por primera vez al sur para su segunda boda, quizás porque en esa oportunidad estaba más preocupado y ansioso que en ese momento, donde tenia a Taehyung dándole todo el apoyo que necesitaba.
Llegó cuando la noche apenas teñía el firmamento, el gran palacio seguía como recordaba, lo que no esperaba por supuesto es que en esa oportunidad, todos los sirvientes le dieran una bienvenida tan significativa como esa. Una gran fila de ellos esperaban que pasase dando una reverencia de noventa grados. Tragó duro y apretó la mano de Taehyung, quién no parecía sorprendido por aquel recibimiento.
—Joven amo Seokjin—la sirvienta ni siquiera le miró a los ojos, haciendo un ademán hacia un pasillo—. Su majestad ha acondicionado su antigua habitación para recibirlos, y se ha preparado un banquete para que puedan comer antes de descansar del largo viaje.
Caminaron hasta su habitación, siguiendo a la sirvienta, incluso cuando él sabía el camino.
Muchas cosas habían cambiado y aquel había dejado de ser su hogar, lastimosamente era algo que podía sentir. Luego de que sus pertenencias fueran dejadas en su habitación, les guiaron hasta la mesa donde les sirvieron un gran banquete que comieron en silencio, para ser finalmente dejados en su habitación.
—Es raro, ¿Este lugar siempre había tenido esta vibra?—suspiró, sentándose en su cama. Taehyung soltó un suspiro y se quitó el saco, Seokjin lo vio por un segundo y se preguntó si Taehyung accedería a aquello si se lo pedía en ese momento.
—Se mantiene igual a la última vez que vine, solo que esta habitación si me es nueva—respondió al notar las cosas con curiosidad, había largas hileras de libros y cuadernos de notas. Al fondo, había un pequeño clóset que tenía un candado—. Es muy tú.
—Todos los he memorizado, así que básicamente son sólo adornos.
—¿Todos?
—Todos.
La puerta fue tocada en ese momento, Seokjin giró el rostro y se alejó para abrir, la sirvienta dio una leve reverencia y con su mirada baja, dijo:
—Mis disculpas por molestarlo, mi señor, pero su majestad está pidiendo su presencia en este momento.
—Bien, iré en un momento, puedes retirarte. —cerró la puerta y giró a ver a Taehyung, sorprendiendose al notar que el mayor estaba desabotonandose la camisa—. Tae, iré a ver a mi padre. Y no te cambies todavía, tengo un lugar que mostrarte.
—Oh... Está bien—Taehyung se detuvo en el segundo botón—. Tomate el tiempo que necesites.
Salió de la habitación y siguió a la sirvienta por los pasillos, hasta la habitación más grande del palacio, una vez dentro y siguiendo el protocolo, se arrodilló y pegó su frente al suelo en una reverencia total.
—Larga vida al emperador Jiseok, el gran sol de nuestro imperio. —pronunció, manteniendo su posición.
—Déjennos solos, tengo cosas que conversar con mi hijo—Una vez que fue dejado solo y alzó la mirada, su padre sonrió y abrió los brazos y el salto hasta su regazo, abrazándolo como si aún fuese un niño pequeño y tomando su rostro.
—Papá, ¿Qué tienes? ¿Has sido herido? Siempre dije que ir de caza era peligroso, pero tu nunca me haces caso y-
—Jinnie, respira, no puedo entender lo que dices. —la expresión de su padre se suavizó al notarlo—. Aigoo, te ves tan raro sin tu hanbok y tu cabello largo, pequeño. Aunque quizás ya no deba llamarte pequeño, estás casado ahora.
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Soft Edges ➠ 【TaeJin】
FanfictionLa vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
