Soft Edges ➠ 【TaeJin】

~37~

La boda se llevó a cabo una semana luego, cuando Seokjin se había recuperado en su totalidad, este acompañaba a Jimin en su habitación, ya esperando para su entrada. Jimin, maquillado y listo, temblaba en su lugar como si estuviese congelado. Y aunque si hacía frío, Jin sabía que era por los nervios.

—¿Qué sucede, Minnie?

—Estoy nervioso.

—Eso puedo notarlo, pero, ¿Por qué? —cuestionó divertido—. Dentro de unos minutos darás una entrada triunfal y luego de la ceremonia serás el consorte real y el esposo de Yoongi.

—¡P-Por eso mismo! —gimió para sí mismo, casi dando un salto, un sirviente tocó la puerta y Jimin se obligó a tomar una respiración profunda, o al menos eso fue lo que Jin vio, saliendo de aquella y dirigiéndose al lugar del banquete, recibiendo la mano de su esposo para sentarse a su lado, sonriendo al apoyar su cabeza en su hombro.

—¿Como estaba Jimin?

—Nervioso, se le pasará cuando llegue. —le dijo divertido al batir las pestañas, Taehyung sonrió levemente y entrelazo sus dedos bajo la mesa. La música comenzó a sonar y Jimin apareció, con aquel traje rojo que realza a su belleza. Yoongi sonrió al verlo y estiró su mano cuando él doncel avanzó hasta el, atrapándolo cuando estuvo a punto de caer.

Ambos avanzaron hasta el templo, mientras los demás esperaban en su lugar. El intercambio de votos era algo íntimo y propio de solo los novios y los dioses, de escucharlo los demás podrían contagiar de malas intenciones sus buenos deseos, por lo que sólo los novios y sus padres asistían a la ceremonia.

El lugar estaba en silencio, no por costumbre si no por expectación, todos estaban al tanto que el consorte real había sido envenenado hacía unos días y según la información que se manejaba, había estado al borde de la muerte por eso. Además, muchos si bien no lo decían públicamente no estaban convencidos de que Jimin fuese el consorte ideal, habiendo mejores prospectos en las hijas de algunos otros nobles, por no mencionar que Jimin era un doncel.

No es que Yoongi hubiese sido el primero en casarse con uno, de los dieciséis emperadores anteriores a él sólo cuatro se habían casado con donceles, entre ellos el padre del antiguo emperador Jiseok. Se sabía que normalmente los donceles no podrían dar a luz tantos hijos, además de que existía el dilema del primer hijo y el próximo en la línea sucesorial.

De ir todo bien con el embarazo de la consorte, y de nacer este niño, este sería el primer candidato, y luego estaban los hijos de los dos donceles. Los hijos de Seokjin llegarían primero al trono de nacer como doncel o un doncella del embarazo de la concubina. Y luego, los hijos que Jimin pudiese tener.

El joven amo Park, por su psique pequeña, parecía un ser muy frágil y dudaban que pudiese proveer un heredero fuerte, a los ojos de los demás nobles. Seokjin no había podido embarazarse a esas alturas, además de que en caso de nacer en el sur, que era el caso más probable, dudaban de aceptar a un extranjero como regente.

Su única opción era que el bebé de la concubina fuese un niño.

—Alguien nos está observando. —le dijo Taehyung en voz baja, Seokjin frunció la boca y giró hasta dar con uno de los nobles, que los observaba fijamente—. ¿Sabes quién es?

—El hijo de uno de los señores de alguna casa noble, no lo conozco por nombre. Nunca me relacioné con los nobles.

—¿Por tu envenenamiento?

—Hm, Papá prefirió tener cuidado.

—...Ya veo. —El duque no dijo más nada, manteniendo su mirada en el rostro de aquel, apartándola sólo cuando escuchó los aplausos y sintió que Jin se levantaba, por lo que lo imitó, girando a ver a los recién casados.