Soft Edges ➠ 【TaeJin】

~30~

—No puedo, me da miedo—Eunjoon soltó una risita, notando al doncel regresar asustado a la mesa—. Vayan ustedes, me quedaré aquí.

—Jin, no da tanto miedo una vez estás aquí, anda inténtalo—Taehyung frunció los labios, bajándose del caballo y acercándose al doncel—. ¿Por qué no subes conmigo?

—Me da miedo. —susurró, el duque dejó un corto beso en su mejilla, que con el pasar de los días ya se había curado.

—¿No quieres intentarlo? ¿Ni siquiera conmigo? —el doncel alzó la mirada y tomó su mano, Taehyung lo alzó en sus brazos de forma nupcial y lo subió primero al caballo, antes de subirse él, tomando las riendas luego—. No es tan malo, ¿Ves?

—No le estás viendo la cara, está tan pálido como una hoja. —le dijo Eunseol, la diversión llenando su tono. Al igual que él, le habían vestido con pantalones y a diferencia de Seokjin, ella iba en un caballo sola—. El aire se siente distinto aquí, ¿Verdad?

—Eh, pequeño Jinnie, cuando el caballo corre se siente una brisa agradable—le dijo el rey, a Jin le agradaba Eunjoon, le trataba como un hermano menor y se portaba como todo menos un rey, hacía travesuras y se divertía con ellas. Eunseol también, aunque ella parecía más frívola, sin embargo solía hablarle en su dialecto y hablarle mucho de su tierra, cosa que le agradaba.

—Eun, ¿Estás bien con no ir de caza?

—¿Te gustaría ir de caza?

—No, sabes que la sangre me da náuseas—se quejó ella, logrando que el rey soltara una carcajada—. Pero te gusta, así que-

—Eun, de esto se trata un matrimonio, a veces cedes y a veces eres quien decide. Además, te gusta esto, ¿Verdad?

—¿Por qué ellos no tienen hijos aún?—susurró el doncel, Taehyung se encogió de hombros y besó la sien del doncel, antes de jalar las riendas y que el caballo empezará a andar, haciendo chillar a Jin—. ¡Voo, no tan rápido!

Sus brazos se aferraron al duque, sintiendo sus lados curvarse y su corazón latir.

—Cuando... cuando mis padres murieron tomaba largos viajes a caballo—le confesó—, la brisa movía mis cabellos y se robaba mis penas.

—Yo siento que hayas tenido que vivir eso, incluso aunque eres un adulto, yo... no podría imaginar perder a mis padres, incluso aunque uno de ellos no me ame.

—Estoy seguro que ellos te habrían adorado.

—Tu hermana dijo lo mismo.

—... —Jin le escuchó suspirar—. Jin, voy a hacer algo respecto a Hana. Y será algo cruel, pero... Es necesario. Debo hacerlo, quizás cuando lo sepas te molestarás conmigo y hasta me veas como un tirano, pero va contra mis principios mantenerlo así.

—¿Qué piensas hacer?

—¿Realmente deseas saber?

—Hm. —Asintió, notando entonces aquel aire frío y nostálgico que no estaba acostumbrado a ver, era como ver a un hombre distinto y no a su amado esposo, cuyos ojos solían brillar por la emoción y sus labios tenían un sabor dulce.

Era sólo un hombro sobrio, que no era su esposo.

—Voy a quitarle a Seungjae.

Seokjin se molestó, por supuesto, tanto que dejó de hablarle, sin embargo frente a sus invitados actuaba normal. Ese día, una semana más tarde, que habían despedido a los reyes y cuando ahora la casona se mantenía sólo con sus habituales habitantes decidió llamar a Hana a su oficina, con Hoseok a su lado.