—Jinnie—Seokjin dio un salto en su lugar, abriendo los ojos y observando a todas partes, antes de notar a Seungjae frente a él, restregandose un ojo algo adormilado.
—¿Jaejae?
—¿Puedo dormir con ustedes? Mamá no está en la habitación y no me gusta dormir así.
—Supongo... —Seokjin le vio escalar la cama y ubicarse en el espacio entre Taehyung y él, el duque dormía del otro lado, dándole la espalda. En algún momento debió haberse girado, solía hacerlo cuando el doncel comenzaba a moverse demasiado.
El niño se acurrucó contra él y pronto se durmió, pero Jin no pudo. Bostezo y se levantó, dándole una última mirada al pequeño y a su esposo antes de salir. El pasillo estaba helado y se arrepintió de no haber calzado las pantuflas al bajar las escaleras. Taehyung tenía razón y ahora la temperatura de las cálidas tierras de Ryana había descendido unos cuantos grados, lo suficiente como para ser perceptible.
Con la idea de colarse en la cocina y tomar algunas galletas comenzó a bajar los escalones con rapidez, soltando risitas para sí mismo. Solo tomaría unas cuántas y nadie se daría cuenta, tomó un atajo por el pasillo y sonrió al llegar a su destino.
El tarro de las galletas no estaba tan escondido como esperaba, pudiendo abrirlo y tomar cinco para comerlas con una sonrisa. Nadie sabría de su pequeño crimen y estaba seguro que no contaban las galletas, así que con más razón no podrían descubrirlo.
Mientras limpiaba los restos y cerraba el tarro, escuchó sonidos extraños. Frunció el ceño y guardó el tarro en su lugar, para avanzar por los pasillos que en lugar de estar sumidos en el silencio sepulcral, eran ahora invadidos por sonidos.
¿Serían fantasmas? Tragó duro y adelantó el paso, tratando de callar su respiración. Los fantasmas no existían, eso no podía ser. Se detuvo frente a la puerta y abrió lo suficiente como para ver que ocurría.
Su rostro inmediatamente se coloreo de un fuerte rojo, carraspeo y alzó la mirada palideciendo cuando en uno de sus movimientos pudo notar la cabellera ondulada de su cuñada y como el caballero que se estaba hundiendo en su entrada giraba a verlo.
Su respiración quedó trancada en su pecho cuando juntaron miradas, que fue cuando cerró la puerta con más fuerza de la necesario y echo a correr, saltando por los escalones hasta llegar a su habitación, que no pudo abrir por sus manos temblorosas.
La puerta fue abierta por el duque, que le jaló dentro y observó su agitación en su respiración, además de notar su rostro tan pálido como una hoja.
—¿Qué sucede?
—Yo-Ellos estaban-y yo-sólo—balbuceo otras cosas sin sentido, deslizándose hasta caer de rodillas, su cara ardiendo por la vergüenza—. Yo no-
—Jin, calma, respira. —Seokjin tragó duro, algo conmocionado por lo que había visto. Eran Hana y Junghoon, teniendo relaciones. Se restregó el rostro tratando de borrar la bochornosa imagen de su cabeza, era desagradable poder pensar en ello. Hana aún estaba de luto por su esposo, entonces, ¿Por qué...? Sacudió la cabeza, ese no era su asunto—. Bonito.
—Lo siento, solo parece que vi algo que no debería.
—¿Seungjae vino solo?
—Dijo que Hana no estaba en su habitación y no podía dormir asi—Taehyung le alzó, guiándole hasta sentarlo en la cama, agachándose frente a él—. Me pregunto si podía dormir con nosotros, no pude decirle que no.
—Ya veo, no preguntaré qué viste porque tengo una idea—suspiró el duque, apoyando su cabeza en el regazo del doncel—. Ayer cuando me levanté los escuché, no son necesariamente silenciosos al respecto.
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Soft Edges ➠ 【TaeJin】
FanfictionLa vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
