Un suspiro escapó de los labios del doncel, al hundir sus pies en el agua del pequeño riachuelo de la luna estrellada, el sol de la media mañana iluminaba el agua y calentaba sus mejillas de una manera que debía relajarlo, pero no podía dejar de pensar en Yoongi.
Era como si todo el asunto de los nobles los hubiese distanciado cientos de metros, y el amable esposo que le daba los buenos días con un beso en su nariz de botón y le hacía cosquillas hubiese desaparecido en su faceta de emperador ruin, aquél rostro que solo conocían los demás.
Aquella situación lo tenía preocupado, lo que afectaba su salud y lo tenía débil, razón principal por la que había sido enviado a la Luna estrellada y no a la casa de sus padres. Necesitaba relajarse y despejarse, pero era tan jodidamente difícil no pensar en su Yoongi y en su bebé, así como en el futuro de los tres.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, tenía más de una semana sin saber nada de su esposo y temía que la noticia que llegase fuera que su esposo había sido asesinado por conflictos políticos.
No podría aguantar algo como eso, debía verlo una vez más, Yoongi necesitaba ver a su hijo, cargarlo en sus brazos y verlo crecer.
—Lo siento mucho, pequeño, papi debería ser más fuerte, ¿No es así? —musitó en voz quebrada—. Por ti y por papá.
Sin embargo, la llegada de su bebé también le traía pesadillas, en caso de que se tratase de una niña o un doncel, ¿Lo tratarían como a Seokjin? ¿Debía entonces temer por su vida incluso antes de que diese su primer respiro? ¿Era eso? Sabía que eso ya era decisión de los dioses, pero deseaba que estos tomarán en cuenta su situación y que el bebé que tanto esperaba fuera un niño.
No porque no quisiera un hijo como él, Yoongi en realidad le había comentado con una sonrisa lo mucho que deseaba que su hijo se pareciese a él, que fuera un hermoso doncel de ojos brillantes, con figura pequeña y cabello negro.
—No siempre debemos ser fuertes, eso es imposible porque somos humanos, somos seres emocionales e inestables—Jimin giró el rostro de manera inmediata, tropezando y casi cayendo al agua más profunda de no ser por la intromisión del duque, que lo sostuvo del brazo—. ¿Está bien?
Taehyung le ayudó a levantarse de aquellas rocas, el corazón del doncel latiendo rápidamente en su pecho por los segundos en los que pensó que realmente caería al agua.
—S-Si...
—¿Está seguro? —las manos le temblaban, Taehyung le hizo sentar en aquellas rocas, esta vez con los pies descalzos sobre la tierra—. Lo siento, no había sido mi intención asustarlo.
—N-No... —explicó—. So-Solo no esperaba tener compañía, gracias por salvarme.
—Me dijeron que estaría aquí, así que vine directamente a este lugar. —Taehyung observó a los alrededores, notando las hermosas plantas que rodeaban el pequeño río.
—¿Estaba buscándome?
—Tienes un mejor amigo realmente terco—suspiró, tendiéndole aquel empaque envuelto que Jin había preparado para él—, dijo que no hubiese significado lo mismo para ti recibirlo de un desconocido que recibirlo directamente de una persona que conoces. Así que espero que realmente mejore tu ánimo.
—... ¿Le pidió que lo trajera personalmente? —cuestionó sorprendido, viendo al duque asentir—. Ese Jinnie... —suspiró con pesar, abriendo con cuidado el paquete y encontrándose con aquel peluche tejido, sus ojos brillando por las lágrimas que los embargaron.
—Se pondrá triste si sabe que lo hizo llorar.
—Imposible no hacerlo cuando me regala un guardián para este niño—le dijo Jimin al llevarse una mano al vientre, riendo entre sus lágrimas, abrazando el peluche contra su pecho—, que no ha sentido más que mi propio temor por nuestro futuro.
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Soft Edges ➠ 【TaeJin】
FanfictionLa vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
