Soft Edges ➠ 【TaeJin】

~32~

—Jinmi—la concubina se detuvo, girando a ver a la mujer al batir sus pestañas—. Eso que dijiste, ¿Es verdad?

—¿Qué parte?

—Lo de Seokjin.

—¿Sabe? La diosa del destino es caprichosa, le gusta hilar y enredar todo, tanto como le gusta sentarse y ver a sus hijos llorar y reír.

—¿Su esposo morirá?

—¿No lo haremos todos un día? Deje de preocuparse—hizo un ademán al encogerse de hombros, riendo—. Ellos serán felices.

—Dioses, a veces pienso que te volviste loca.

—No, estoy lo bastante cuerda. —le aseguró.

—Pues no parece, y ven, ya es hora de desayunar y debes comer todo lo que te sirvan.

—Sirven muchas cosas raras—suspiró derrotada, siguiendo a la antigua emperatriz, que sólo caminaba con la mirada baja. La concubina soltó una risita y negó para sí misma—. ¿Por qué no lo quieres?

—No sé de qué me hablas.

—Al príncipe.

—Seokjin no es un príncipe, estoy cansada de decírtelo, él es un doncel.

—No, es un príncipe porque es hijo de un emperador y una emperatriz, no guarda diferencia con ser un segundo hijo o un cuarto. Todos son príncipes.

—¿Para qué darle un título que no le corresponde?

—¿Pensaste qué iba a morir esa vez y decidiste que no lo amarías más? Incluso cuando era el único que tus hijos que vio la luz y que esperaste atentamente durante nueve largos meses. —la mayor frunció el ceño, mordiéndose el interior de las mejillas—. O al menos eso escuché cuando pregunté porqué no se hablaba de él, lo volviste una sombra porque de esa forma si era arrancado de tu lado no te dolería, pero la realidad es distinta, sin embargo el daño está hecho y tu relación con él no existe ya.

—Deja de hablar ese montón de sandeces y atormentarme—se quejó—, ¿Qué sí fue así? Es un doncel, es débil, puede morir en cualquier momento. 

—Somos mortales, todos lo haremos cuando nuestro momento llegue—fue lo último que ella le dijo, antes de entrar al comedor.

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—Seokjin.

—Emperador—prestó sus respetos al hombre rubio, que hizo una seña para que se detuviera, Jimin lo imitó con una sonrisa ligera en los labios—, debí haberlo saludado temprano.

—Llegaste antes de lo esperado, pensé que llegarías el día de la boda—le dijo, Jin asintió levemente, apretando la mano de Jimin—. Aunque es un alivio, Minnie estaba muy ansioso con todo esto.

—¿Emperador? Los consejeros ya están reunidos y esperan por usted—comunicó un sirviente, Yoongi asintió y procedió a despedirse.

—Entonces, nos veremos luego.

Seokjin lo observó irse, antes de notar la sonrisa ilusionada de Jimin, lo que lo hizo soltar una risita enternecido.

—No comas ansías, Minnie, solo faltan algunos días para la ceremonia. —el otro doncel se ruborizo, apretando su mano y notando su brazalete.

—¿Y esto?

—Es un brazalete que me dio el duque, ambos tenemos el mismo y tiene un mensaje grabado. —le comentó, alzando su mano y mostrándoselo—. Son como las alianzas, solo que en brazaletes.