—Papá...

—Shh—Siseo Taehyung, guardando todo cuidadosamente detrás de aquella cortina para que no se notara el interior—, si son muy obvios, Jinnie se dará cuenta que oculto algo y se supone que es una sorpresa, ¿No es así?

—Ahí viene papá.

Taehyung dio un salto en su lugar, girando bruscamente y encontrando a Seokjin en el primer escalón que daba a su taller. Con cada año que pasaba su habilidad para esconder las sorpresas se iba deteriorando, próximamente cumplirían siete años de casados y apenas podía mantener los secretos.

—¿Qué estás haciendo, Voo? —El duque soltó una carcajada y negó, posando una mano sobre el cabello de Soobin, para parecer que no estaba haciendo nada—. ¿Qué estas escondiendo?

—¿Yo? —Soltó una risita al ver al mayor de sus hijos—. No estamos haciendo nada, ¿Verdad, Soobinnie?

—Voo.

—No estoy escondiendo nada, bonito, solo estaba guardando las pinturas viejas. —Soltó una risita—, las van a guardar en el ático y...

—Buen intento, Voo, pero no creo que los lienzos nuevos que Yeeun te trajo hace unos instantes cuenten como pinturas ya hechas—Su esposo resoplo, no pudiendo ocultar la verdad—, ¿Para qué es eso? ¿Y por qué tienes a Soobin contigo?

—Ah...

—¡Yo quería ayudar a papá! —le dijo este, con una sonrisa, logrando que Seokjin sonriera también antes de suspirar.

—De todas formas, Minnie y Jungkookie deben llegar en cualquier momento, así que hay prepararlos, ven Binnie—El niño corrió a sus brazos y él lo alzó, dándole una última mirada a Taehyung—. Haré como que no vi nada, así que tu secreto está a salvo.

Y salió de su taller.

—¿Quienes son Jungkookie y Minnie, papá? —Le preguntó el pequeño, sus labios haciendo un pico. No era la primera vez que escuchaba sus nombres, pero estaba seguro que no recordaba a alguien con esos nombres.

En su mente eran solo palabras, rostros sin un nombre.

—Son mis amigos, vienen a quedarse un tiempo con nosotros. También tienen dos hijos que tienen edades similares a la de ustedes—Soobin asintió, quizás de esa forma podrían jugar con otros niños, estaba seguro de que sería divertido. Caminaron hasta la biblioteca, donde encontraron a Beomgyu y a Hope amontonando los libros en la mesa.

—¿Qué están haciendo?

—Estamos acomodando los libros.

—Debemos darnos un baño—Soltó Soobin—, vienen los amigos de papá.

—Nana me dio uno temprano—Soltó Hope, asomando su cabeza detrás de todos los libros—. ¡Papá escogió este vestido azul! ¿Es lindo, tío Jin?

—Es precioso, ¿Por qué nana no te recogió el cabello?

—Lo hizo, pero Hope se lo soltó, como siempre—La pequeña soltó una risita y alzó el adorno que había sido colocado en su cabeza.

—Le daré un baño a estos dos bribones y te lo acomodare, ¿Bien? —Le vio asentir varias veces, con una sonrisa—, no te vayas muy lejos.

—¡Hm! ¡Estaré en el jardín!

—¡Procura no ensuciarte, para que tu madre no te regañe!

—¡De acuerdo! —Le dijo esta al desaparecer por la puerta, Seokjin bajo a Soobin y tomó la mano de ambos niños, caminando hasta el baño de su habitación. Abrió el grifo de la bañera y mientras se llenaba, desvistió a los dos pequeños.

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