Viviendo Con Mi Ex.

Capítulo 29.

Bella.

Llevábamos dos semanas en Diciembre y cada día que pasa hace más frío.

Ha pasado un mes desde que Alicia se marchó con su padre y nos dejó de nuevo solos a mi y a Max, aunque a partir de ese día me centré en mi relación con Tom.

Tom vendrá a recogerle dentro de una hora ya que quería verme y preguntarme algo. Esto último me está poniendo nerviosa.

Salgo de la ducha con mi cuerpo tapado por una toalla y bajo al piso de bajo.

-¿Has encendido la calefacción?- digo a Max.- Estoy congelada.- miro a Max y el chico aparta su mirada del PC, por lo que me había dicho el otro día, tiene que entregar este trabajo mañana para aprobar una asignatura.

-Quizás tienes frío porque te paseas por casa en toalla.- dice divertido.

Pulso el botón que conecta la calefacción y miro a Max con cara de pocos amigos.

-¿Como es que no tienes frío?- miro a Max y el chico señala su sudadera y la camiseta que tiene por debajo.
Pillado.

Subo las escaleras hasta mi habitación y me visto con la ropa que había escogido antes de ducharme. Un vestido color crema de manga corta, por mitad del muslo, unas botas altas por la rodilla beis y un chaquetón color crema.

Liso mi pelo y dejo pequeñas ondas en las puntas y pongo más maquillaje del habitual por mi cara.

El telefonillo suena por toda la casa y bajo al piso de abajo.

-Le he abierto ya.- dice Max antes de dejar caer su cuerpo sobre el sofá y encender la televisión.

-¡Max! Qué el ascensor no funciona y tiene que subir las escaleras.

-Max tose un par de veces y me mira con una sonrisa pícara.- También sube para otra cosa, ¿no?

Suelto una carcajada, había tenido gracia aunque no me gustaba que se metiera con Tom.

El timbre suena y corro hasta la puerta de entrada de la casa.

-Hola, cariño.- digo antes de depositar un beso en los labios del chico que se alarga cada vez más.

Max vuelve a toser un par de veces. Ruedo los ojos y Tom y yo nos separamos.

-Estás preciosa, ¿nos vamos?- dice Tom.

-Claro.- digo con una sonrisa.- ¡Chao!

***

-¿Y qué te dijo tu madre cuando le contaste que tienes novio?- prunta Tom tras dar un sorbo a su copa de vino.

-Que quería conocerte la semana que viene cuando vaya a Santiago por Navidad.- muerdo mi labio inferior y Tom me besa.

-¿Me estás pidiendo que pase la Navidad contigo y tu familia?

-Puede.- los dos reímos y le miro.- ¿Y tu se lo has dicho a tus padres?

-Estba esperando ha pedirte que...

-¿Qué...?- alzo una ceja y le miel.

-¿Quieres venirte a vivir conmigo?- me mira con sus ojos azules y aparto mi mirada de la suya.

-Y-Yo...- apollo mi espalda en !a silla y muevbo mi pelo hacia un lado.- No puedo, osea, no estoy preparada.

-Estás viviendo con Max, Bella.

-Es diferente.- digo rápido.- Dame un tiempo para que lo piense y lo hablamos, ¿vale?

Tom asiente.

Tras pagar la cuenta de la cena , salimos del restaurante y Tom abre la puerta del copiloto para que entre.

Durante el trayecto hasta casa, ninguno de los dos dice nada. Esto es a lo que yo le llamo: Silencio incómodo.

-Chao.- doy un beso en la mejilla del chico y corro hasta el portal del edificio ya que me estoy congelando.

Pulso el botón del piso y Max no tarda en constar al telefonillo,

-Ábreme.- digo tirando de la puerta.

La puerta se abre y en cuanto entro, me siento sobre las escaleras que hay para subir por las escaleras o entrar en el ascensor.
Max.

Bella había timbrado hace más de media hora y estaba empezando a preocuparme.

Cojo mis llaves y salgo del piso. Bajo las escaleras sin hacer mucho ruido y siento como alguien llora, ese alguien resulta ser Bella.

-Ei, enana.- digo suave antes de sentarme a su lado y abrazarla.- ¿Quieres contarme que ha pasado?

Bella seca sus mejillas con los bordes de las mangas del chaquetón dejando manchas negras por el maquillaje estropeado.

-Me ha pedido que me vaya a vivir con el.- dice entrecortada antes de volver a llorar.

-¿Le has dicho qué no?- pregunto confuso.

Bella niega con la cabeza y me mira.- No quiero irme de aquí, es como mi pequeño refugio. Si me voy a vivir con el y rompemos, ¿vuelvo a Santiago con mis padres o donde me quedo a vivir?

-Siempre puedes volver a aquí.- retiro su pelo marrón hacia un lado.- Podrías intentarlo, ¿no?

No quiero que se vaya, es como mi hermana, mi mejor amiga, pero solo quiero que sea feliz.

-Me da la sensación de que no sería feliz si me voy a vivir con el.

No parece estar enamorada.

-Será mejor que subamos a casa.- digo con un tono suave.

Nos levantamos del escalón y subimos las escaleras hasta el tercer piso.

-Será mejor que rompamos.- dice Bella en cuanto se sienta en el sofá.

-Pensaba que estabas enamorada de Tom.- me siento a su lado y Bella apolla su cabeza sobre mis piernas.

-Creo que no ha sido buena idea tener pareja.- confiesa.- ¿No tienes la sensación de que acabarás solo?

-No.- la verdad es que nunca me ha dado miedo estar solo. Si que me gustaría tener pareja y pasar tiempo con ella, formar una familia... pero no ahora.

-Yo si.- hace una pausa y vuelve a hablar.- Todas mis amigas tienen pareja, mi prima de 15 años lleva 2 años con su novio, ¿y yo? Aquí me ves, a punto de romper mi relación con Tom, un chico al que parece que le importo porque nunca he estado segura de algo. Si te fijas, siempre acabo jodiendo todo lo bueno que me pasa.- cada palabra que decía era igual a una lágrima.

-Yo también estoy solo. Sabes mejor que nadie, que siempre jodo todo lo bueno que me pasa y no necesito a nadie en este instante. Me gustaría dormir con mi novia, ir al cine, planes de pareja... pero sino estoy enamorado de ella, no puedo irme a vivir o casarme con ella.

-El amor es una mierda.- dice antes de incorporarse en el sofá.- Mañana llamaré a Tom para hablar.