Capítulo 79.

57.6K 2.4K 114
                                    

Bella.

-¿Qué tal te encuentras?- me pregunta Max mientras caminamos hacia la entrada del aeropuerto.

Hace una hora que me dieron el alta y había querido acompañar a Max hasta el aeropuerto para recoger a Raquel ya que llegaba en media hora.

-Supongo que bien, me duele la cabeza y la pierna.- suelto un suspiro y miro hacia abajo. Anoche no había parado de llorar al pensar que el accidente había podido ser peor.- ¿Le has dicho algo del accidente a mis padres cuando llamaron mientras me cambiaba?- miro a Max y el chico deja que sea la primera en subir a la escaleras mecánicas que nos llevarán a la planta en la que espera Raquel.

-No, no les dije nada.- hace una pausa y respiro aliviada.- Creo que es tu decisión contárselo o no y no me voy a meter, aunque ya te he dicho lo que pienso.

-¿Cómo se lo digo? Sé que son capaces de venir y montarle una al hombre del otro coche.

-Mi consejo es que si se lo dices, se lo digas hoy o mañana, porque sino cuando se enteren aún encima te dirán como no se lo dijiste cuando llamaron y se enfadarán.

¿Este me quiere ayudar o ponerme más nerviosa?- pienso mientras camino detrás de Max hacia el ventanal por el que se ven como aterrizan los aviones.

-No creo que se lo diga. Hicieron bastante comprándome el coche y aún por encima, ya tienen suficiente con el tema de que Louis y Miriam van a ser padres.

Apoyo mi espalda en el ventanal y sonrío cuando Max se coloca delante de mi y me mira.

-¿Vas a besarme o qué?- pregunto divertida al sentir que lo único que mira son mis ojos y mis labios.

Max sonríe y me besa delicadamente. Conociéndolo seguramente piense que puede hacerme daño en la herida que hay debajo del labio o algo por el estilo.

En cuanto nos separamos, acaricio la mejilla del chico que se ha convertido en mi novio hace unas cuantas horas.

-¿A qué hora llegaba? No he desayunado nada y tengo hambre.- hace una mueca y suelto una carcajada.

-¿Quieres bajar a la cafetería para comer algo?- pregunto al chico aún sabiendo que va a decirme que no porque no quiere que me quede sola.

-No.

Suelto una carcajada.- ¿Hacemos una cosa? Yo me quedo esperando aquí a Raquel y mientras, tu desayunas algo, ¿vale?

-¿Y esperas tu sola? No me parece muy buena idea...

-Tengo dos muletas, si alguien desconocido se me acerca, solo tendré que pegarle con ellas.- digo divertida.

Max suelta una carcajada.- Está bien, intentaré no tardar mucho.

Max deposita un beso en mi mejilla y camina hacia las escaleras mecánicas del otro lado de la planta.

Decido caminar con las muletas hacia la puerta por la que tiene que salir Raquel para no aburrirme y doy un par de vueltas con las muletas mientras Raquel no llega.

-¡Bella!- grita una voz femenina detrás de mi mientras camino con las muletas hacia el otro lado por cuarta vez.

Me giro y camino hacia Raquel para abrazarla.

La chica de pelo castaño está diferente en comparación a la última vez que la vi en persona. Lleva puesta una blusa de tiras de color blanco, unos pantalones vaqueros desgastados y con alguna parte un poco rota y unos zapatos de tacón color crema.

-¿Qué tal el viaje?- pregunto mientras la abrazo.

-Aburrido como siempre, me ha tocado un hombre al lado que lo único que hizo durante el viaje fue roncar.- dice divertida.- ¿Y tú? ¿Querías que te viese enferma porque cuando te operaron no pude o qué?

Las dos reímos y esfuerzo una sonrisa.

-Bueno, ya te ha contado Max lo que me pasó, ¿no?

-Si, mientras te ponían le escayola me lo contó.- hace una mueca y suspira.- ¿Te duele algo? No hacía falta que vinieses a recogerme.

-Me duele un poco la cabeza y el pie, pero me encuentro bastante bien. Además, no pienso pasar toda la mañana encerrada en casa sin poder salir.- digo con una sonrisa.

-Bueno, lo importante es que no te ha pasado nada grave.- la chica de pelo castaño me abraza y besa mi mejilla.- ¿Y tu novio en donde se ha metido?

-Pues ha bajado a la cafetería.- digo con una sonrisa.- ¡Espera! ¿Y tu como sabes que estamos saliendo?

-Yo siempre me entero de todo,- dice divertida- además, en la escayola se lee perfectamente.

Las dos reímos y caminamos hacia las escaleras mecánicas para bajar.

Max.

Espero a que alguien me cobre el café que he pedido para llevar y decido sentarme en uno de los taburetes mientras espero.

-Me parece que puedes tomártelo aquí, a nosotras nos ha entrado hambre.- dice una voz femenina detrás de mi.

Bella sonríe y beso su mejilla.

-¿A mi no me saludas o qué?- pregunta divertida Raquel. Doy dos besos a la chica y decido despeinar su perfecto pelo ondulado en cuanto nos separamos.- Ya veo que sigues tan idiota como siempre.- dice en un suspiro antes de reír.

Me gustaba ver a la Raquel de antes, aquella chica de pelo castaño que te puteaba a todas horas pero que era la más divertida y con más imaginación del grupo. La verdad es que parecía otra en comparación a la Raquel de hace dos meses, aquella que llevaba mayas y camisetas o camisas de cuadros con sus Converse negras. Sin embargo, ahora era la chica rubia que sonreía, que se maquillaba y llevaba zapatos de tacón.

-¿Qué tal está Sam?- pregunto a Sam en cuanto el camarero que ha apuntado lo que quiere desayunar cada una de las chicas, se ha ido.

-Muchísimo mejor, es genial ver que tu novia puede hacer lo mismo que cuando la conociste, verla feliz y no deprimida.- hace una mueca y nos sonríe a mi y a Bella.

-Creo que yo nunca llevaría tan bien algo como lo que le pasó a ella.- dice Bella.

-Lo sé, es muy difícil pero Sam tampoco es de piedra y, aunque os pareciese que lo llevaba demasiado bien, no lo ha llevado tan bien.- Raquel suspira y mira hacia abajo.- ¿Y qué persona sería capaz de llevarlo tan bien?

A Raquel se le escapa una lágrima y Bella se levanta de su silla para darle un abrazo.

Me gusta ver que, aunque nunca volviesen a confiar la una en la otra como hace unos años, al menos se comportasen como buenas amigas.

***

Bella.

Max tenía dos exámenes mañana así que le había pedido a Marcos que viniese a recogerme para ir a trabajar ya que no podía ir en el metro.

-¿Te ayudo en algo?- pregunta Raquel mientras subo mi falda negra del trabajo.

-Eh... ¿Puedes guardarme en el bolso todo lo que hay en la silla del escritorio?- pregunto desde el vestidor.

Subo por mis piernas las medias transparentes y pongo una de mis francesitas negras en el pie que no tiene la escayola.

-Me ha dicho Max que te acompañe hasta el portal porque el tiene que seguir estudiando.- dice Raquel mientras coloco una cinta negra en mi pelo.

-Vale.- digo mientras salgo del vestidor.- Así te presento a Marcos.

Después de despedirnos de Max que estudia en su habitación desde que llegamos del aeropuerto, Raquel baja conmigo al coche y, tras presentarla a Marcos, me ayuda a entrar en el coche y el chico conduce hacia el bar de los tíos de Lidia.

En cuanto entro en el establecimiento acompañada de Marcos, la tía de Lidia me mira con los ojos abiertos como platos y suspiro.

-Por favor, deja que trabaje esta noche y si decides que no puedo seguir trabajando porque ando con ayuda de las muletas, lo entenderé. 



Viviendo Con Mi Ex.Where stories live. Discover now