Viviendo Con Mi Ex.

Capítulo 60.

Bella.

-¿En donde es?- pregunto a Raquel mientras salimos del ascensor que nos ha llevado hasta la planta en la que está la habitación de Sam.

-Queda un poco lejos, está al final del pasillo.- dice Raquel.

Todavía no había conocido a Sam ya que ayer solamente la dejé en la entrada del hospital para que pasase la noche con Sam.

En cuanto hoy llegué al hospital, le envié un mensaje para que bajase a la entrada ya que nunca había estado en este hospital y seguramente, es uno de los hospitales más grandes de Barcelona.

-¿Qué tal está Sam?- pregunto mientras caminamos hacia el final del pasillo.

-Bien, ni se ha enterado de que estuve toda la noche con ella hasta que se despertó.- dice divertida. Por la sonrisa de Raquel puedo afirmar que esta chica haría cualquier cosa por Sam.

Las dos reímos y durante un par de minutos, caminamos en silencio hasta la habitación de Sam.

Raquel abre la puerta de la habitación que se encuentra al final del pasillo a la derecha y deja que sea la primera en entrar.

-¿Raquel?- pregunta una voz femenina mientras cierro la puerta de la habitación.

-Si, soy yo.- dice Raquel.- ¿Me has echado de menos durante estos diez minutos?- dice divertida.

-Claro...- dice alargando divertida la otra chica.

Sigo a Raquel hasta la camilla donde se encuentra una chica de pelo castaño y saludo a esta con la mano.

Sam es una chica preciosa. Sus ojos color miel son preciosos y su pelo castaño está recogido en una trenza hacia un lado que seguramente le ha hecho Raquel.

-Sam, esta es Bella.- Raquel mira a Sam y después se gira para mirarme a mi.- Bella, esta es Sam.

Me acerco a la chica y deposito un beso en cada una de sus mejillas.- Encantada, Raquel me ha hablado muy bien de ti.

Sam sonríe al escuchar esto último y me devuelve los besos.- Igualmente, Bella.- nos separamos y Sam mira a Raquel.- Así que hablando bien de tu novia eh.

Suelto una carcajada y Raquel besa la mejilla de la chica de pelo castaño.

-Os tengo que dejar solas, chicas. Tengo que hablar con tu médica y decirles a las enfermeras que te traigan la silla de ruedas.- dice Raquel.

-Yo me quedo con Sam.- digo sentándome en el sillón que hay junto a la camilla.

-Si necesitas ayuda con algún papel que tengas que rellenar, llámame y te lo digo, no hace falta que andes de un lado a otro por el hospital.- dice Sam con una media sonrisa. Sé que cuando Raquel ha mencionado la silla de ruedas su mundo de ha venido abajo tan solo con pensarlo.

Mientras Raquel camina hacia la puerta de la habitación Sam mira cada paso que da y cuando Raquel se gira, sonríe y vuelve hasta ella para darle un pequeño beso.

-Vuelvo ahora, intentaré tardar lo menos posible.- dice antes de salir de la habitación corriendo.

Sam coloca la almohada que tiene detrás suya un poco más arriba y se apoya en ella.

-Gracias por dejar que nos quedemos en vuestra casa estas dos semanas, supongo que Raquel ya te ha contado lo que ha pasado...- dice Sam.

-No te preocupes, estoy segura de que todo saldrá bien.- digo con una sonrisa.

-Me he alegrado mucho cuando Raquel me ha dicho que estáis bien entre vosotras. Llámame bruja, pero sabía que algún día lo arreglaríais.- dice divertida.