Capítulo 40.

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Bella. 

-¿No te hibas a cambiar en el baño?- pregunta Max mientras caminamos hacia la plaza del aparcamiento en la que está estacionado el Mercedes de Max. 

-No pensé que hoy me tocaría en la discoteca.- resoplo.- Tendré que ir en el avión así.- hago una mueca y muevo un poco el borde del vestido que llevo puesto.

-¿No puedes cambiarte en el baño del aeropuerto?- entramos en el coche y quito mis zapatos de tacón.

-En media hora sale nuestro vuelo, lo que quiere decir que llegamos al aeropuerto en veinte minutos y tenemos que pasar las maletas y todo ese rollo para entrar en el avión.- pongo mi cinturón de seguridad y Max hace lo mismo mientras enciende el motor del coche.

-¿Has cogido los billetes?- pregunta Max mientras salimos del aparcamiento.

-Eh...- digo nerviosa.

Cojo mi bolso gris grande (ya que lo llevaré en el avión conmigo) y busco los billetes. Cuando me doy cuenta de que estoy buscando como una idiota, coloco el bolso boca abajo sobre la alfombrilla del coche y dejo caer todas las cosas que llevo en el.

-¡Están aquí!- grito aliviada cuando veo el sobre blanco que contiene nuestros billetes de avión y en el que está escrito NEW YORK.- También tengo las llaves, la cartera con el dinero y las tarjetas, el móvil, la botella de agua, la ropa que me hiba a poner, las francesitas negras, el paquete de pañuelos, las gafas de sol, las compresas y los tampones.- digo mientras meto cada una de las cosas que voy diciendo.

-¿Tampones?- dice Max riendo.

No deberías haberlo dicho. 

-Como me vaciles durante el viaje no te hablo en toda la semana.- digo haciéndome la seria.

Max deposita un beso en mi mejilla y una sonrisa se forma en mi rostro.

Quince minutos después, Max estaciona el coche en una plaza libre y salimos de este.

-Sé que tú y tu coche estais muy unidos pero, ¿quieres ayudarme a sacar las maletas?- digo mientras saco mi maleta morada y la maleta rosa del maletero del coche.- O me ayudas o lo araño.- digo con cara de pocos amigos cuando veo que Max acaricia la puerta del conductor del Mercedes.

¿Está enamorado del coche o lo quiere violar? 

-Ya voy, ya voy.- dice al final, cuando ya he sacado del coche mi maletín de maquillaje, mi bolso y su maleta.

-Max, te quiero mucho pero, vete a la mierda.- bajo la puerta del maletero haciendo que suene bastante el golpe al cerrarse y tras coger mis maletas y mi bolso, camino hasta la entrada del aeropuerto.

-¡No te enfades!- dice Max divertido mientras me quita mi maleta morada y empieza  a llevarla el.

¿Por qué sigo viviendo con él? ¿Por qué me voy a New York con este idiota? 

En el aeropuerto, las personas que pasan a nuestro alrrededor, me miran. Si, bueno, yo también quedaría mirando confusa si veo a una chica en el aeropuerto con unos zapatos dorados de tacón altos, un vestido por mitad del muslo negro y color vidrio, con el pelo suelto con algún tirabuzón y con más maquillaje del que se suele llevar.

*** 

Siento como alguien mueve mi brazo derecho durante un par de segundos y abro los ojos esperando que la persona que está moviendo mi brazo, pare de hacerlo.

-¿Qué pasa?- pregunto a Max medio dormida.

-Mira.- Max señala la ventanilla que hay al lado de su asiento y apollo mi cabeza sobre su hombro para poder verlo.

Viviendo Con Mi Ex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora