Viviendo Con Mi Ex.

Capítulo 36.

A la mañana siguiente...

Bella. 

Los rayos de sol entran por la ventana mientras los pájaros cantan, en las ramas del árbol que hay al lado de la ventana de mi habitación hay un par de ellos. No, nada de esto sucede en la vida real.

Abro los ojos pocos segundos después de escuchar la alarma de mi móvil y salgo de la cama. Por la ventana de la habitación se ven las calles mojadas ya que sigue lloviendo y el ruído que se escucha, no es el de unos pájaros, sino el de los coches que pasan por el barrio.

Me visto con desgana con unas medias transparentes, un pantalón corto, vaquero y negro, una camiseta de manga corta gris, mis Converse negras y mi gorro negro. 

En el baño, pongo un poco más de lo habitual por mi cara (corrector para las imperfecciones) ya que no he dormido más de dos horas en toda la noche y peino un poco mi pelo todavía liso.

De nuevo, en el vestidor de mi habitación, meto vestidos de noche, zapatos de tacón, mis Converse blancas, ropa para todo el día, mi cazadora vaquera verde y tres gorros en mi maleta morada.

Si explota, no me sorprenderé.- pienso mientras estoy sentada sobre la maleta y corro la cremayera plateada alrrededor de la maleta.

-¡Max!- exclamo desde el vestidor.

-¡Dime!- dice entrando en la habitación.

-¿Me puedes bajar la maleta? No la doy levantado del suelo.- digo divertida.- ¿Tú nunca tienes frío o qué?- pregunto con una sonrisa pícara al ver que el chico lleva su camisa vaquera sin abotonar.

-Depende con quien.- me guiña un ojo y sale del vestidor con la maleta morada.

Suelto una carcajada por el comentario del chico y salgo del vestidor tras él.

-Esta maleta va a explotar.- dice mientras la baja por las escaleras.

-Mientras lo haga en el maletero del coche y no fuera...

***

Salgo del gran salón de la Universidad con el sobre que contiene mis notas del primer trimestre con Alex y caminamos hasta donde están esperando Lidia, Dylan, Iván y Max.

-¿Qué tal las notas?- pregunta Iván.

-Todas aprobadas. ¿Y vosotros?- dice Alex después de abrazar a Iván.

-Solo una.- dice Dylan decepcionado por la asignatura suspensa.

Lidia da un beso en la mejilla del chico y Dylan le sonríe.

-¿Y tú?- me pregunta Max.

-Aún no las he abierto.- muerdo la uña negra de uno de mis dedos y suspiro.- ¿Las abres tú?- pregunto a Max.

-A veces me pregunto que harías sin mi.- dice Max divertido antes de coger el sobre que contiene el papel con mis notas.

Max abre el sobre lentamente, seguramente para torturarme, y desdobla el papel en el que están mis notas escritas. 

Max hace una mueca.- Te han quedado tres.- dice serio. En su rostro no hay ningún gesto que diga que es una broma de mal gusto, por lo que mis ojos no tardan en humedecerse.- ¡Es mentira!- exclama divertido.

-¡Gilipollas!- digo riendo antes de soltar un grito y tirarme encima suya.

-Lo seré, pero te lo has creído.- dice riendo.

Max me levanta del suelo y rodeo su cintura con mis piernas mientras le quito de su mano derecha el papel de las notas.

Suelto de nuevo otro grito y Max suelta una carcajada.

-Te lo mereces, enana.- Max me mira y sonrío.

-Te quiero, idiota.- digo divertida antes de besar su mejilla derecha.

***

Han pasado unas cuantas horas desde que nos dieron las notas del primer trimestre en la Universidad y me despedí de los chicos antes de entrar en el coche y conducir hasta Santiago.

Ya eran las cuatro de la tarde y no había parado de llover o de nevar durante todo el camino, lo que hacía que me costase más conducir.

Estaciono el coche delante de la casa de Jorge ya que Brayan tiene una carrera en media hora y iría a darle una sorpresa antes de que comenzase la carrera con el resto de los chicos.

Jorge no tarda en salir de la casa después de que le envíe un mensaje diciendo que le estoy esperando delante de la casa y entra en el coche.

-¡Te he echado de menos!- me tiro encima de Jorge en cuanto se sienta en el asiento del copiloto y beso una de sus mejillas.

Jorge suelta una carcajada.- Y yo a ti también.- deposita un beso en mi mejilla derecha y abrcochamos nuestros cinturones de seguridad mientras salgo del barrio.- ¿Qué tal las notas?

-Para mi, genial.- digo mientras pienso en que mi madre se quejará porque no son las notas que ella quería.- ¿Y las tuyas?

-Igual.- dice mientras mueve su pelo hacia arriba.- ¿Y tú novio? Tu madre le ha contado a todo el barrio que pasabas las Navidades aquí con tu novio.

Ups. 

-Eh...- freno de golpe cuando el semáforo se cambia de color y miro nerviosa a Jorge.- Me parece que no le he dicho que vendría sola.

-Las has cagado.- es lo único que dice Jorge.

-Lo sé.- muevo mi pelo liso hacia mi lado izquierdo y muerdo mi labio izquierdo mientras quito el pie del freno.

Tardamos como unos diez minutos en llegar al circuíto y en cuanto salimos del coche, Lucas, Julio y Brayan me abrazan.

-¿Tú no tendrías que estar en casa con tus padres?- dice Brayan después de separarnos.

-No le ha dicho a su madre que ha cortado con su novio.- dice Jorge.

-La has cagado.- dice Julio y Lucas al unísono.

-Lo sé.- digo cavizbaja.

-Bueno, siempre tienes la oportunidad de que Louis haya echo algo peor que tu y a lo tuyo no le tome importancia.- dice Brayan.

Miro irónica al chico y todos reímos.

Louis es como el chico perfecto, el hijo perfecto para mi madre. Tiene una novia perfecta y saca las mejores notas aunque trabaje parte del día para tener un buen futuro con Miriam.