La vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
—¿Qué hiciste hoy? —El doncel giró el rostro, arqueando las cejas. No había hecho nada más que andar de un lado a otro, dando paseos cortos puesto que tobillo no se había recuperado del todo—. Lo tomaré como que no hiciste nada interesante.
—Noona me prohibió tejer, y no he tenido interés por algún libro nuevo, así que...
—¿Te lo prohibió?
—Ella dice que la mala posición me dará dolor de espalda—Taehyung dejó sus cubiertos a un lado—, aunque tiene razón. Por eso solo he caminado, pero tampoco puedo dar tantos paseos...
—¿Aún te duele el tobillo? —Cuestionó con preocupación, Jin asintió levemente, acomodándose en su puesto, mientras Taehyung terminaba de comer.
—Aunque estoy teniendo cuidado, cuando camino mucho o bajo las escaleras. Aunque, estás raro. —Dijo al acercarse a él, notando sus ojos rojos—. ¿Sucedió algo en el castillo, Voo?
—Bonito...
—Siempre te das un baño antes de cenar porque te ayuda a dormir mejor—El duque se levantó y lo abrazo, sin decir más nada. Seokjin solo correspondió, sintiendo como Taehyung hundía su rostro en su cuello.
No olía a alcohol, entonces, ¿Qué había sucedido?
—Taehyung.
—¿Qué querrás de regalo de cumpleaños, bonito? —El duque se separó y lo observó con una sonrisa, toda aquella bruma de incomodidad había desaparecido de sus ojos—. Y no me he dado un baño porque tenía demasiada hambre, no vengo del castillo sino de la capital.
—Aún así...
—Además, vi varias cosas para nuestro bebé, falta poco para terminar su cuarto y tener todo completamente listo para su llegada.
—Tienes razón, falta tan poco...
—Sí tenemos suerte, será un niño de invierno como nosotros—le comentó emocionado, acariciando sus laterales—. Pero bueno, al tema, ¿Qué querrás de regalo de cumpleaños?
—No lo sé... Aunque, ¿Sabes que quiero ahora?
—¿Unos cuantos besos?
—Sí—Sonrió contra sus labios, sintiendo el calor del cuerpo del mayor contra el suyo.
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—Muchacha... —Jinmi giró el rostro levemente, su mirada encontrándose con los ojos de Jiseok—. Siempre vienes aquí cuando tienes mucho en lo que pensar.
—Ella se enojara si sabe que vino sin avisar—Jiseok soltó una risita y negó, bajando la mirada hasta Ryujun, que dormía cómodamente.
—Ella no puede impedirme venir a ver a mí hijo. Lo hizo hasta cansarse con Seokjin y eso nunca me detuvo. No lo hará con él tampoco.
—Por supuesto.
—¿Entonces? ¿Qué te molesta?
—El futuro de este niño... —Suspiró, antes de alzar la mira y ver las amplias verjas de la entrada del palacio—. Cuanto me gustaría que no tuviera que vivir pensando en que nació solo para subirse a ese trono carmesí.
—Es un bebé...
—Y sin embargo, estoy segura que puede sentir el olor de la sangre que hay en este lugar—Su mirada se fue a la pared que daba al norte, donde en las afueras yacían cuerpos que sólo daban un mensaje, el emperador de Kokuryeo se había cansado de sus jugarretas y todo aquél que osara entrometerse pagaría el mismo precio.
La muerte.
>>No me lo tomé a mal, mi señor, pero tan suyo como mío es este niño y quizás es porque soy su madre, pero cuanto hubiese deseado que su cuerpo estuviese marcado para no temer su muerte por asuntos políticos.
—Jinmi—Ella negó levemente, una sonrisa triste llegando a sus labios en el momento que veía al emperador con diversión.
—Cuánto desearía que Seokjin hubiese sido el niño y Ryujun el doncel, les habría ahorrado tantos sufrimientos pasados y futuros a los dos, pero la diosa hace las cosas por una razón. —Su sonrisa se tornó triste—. Iré a verla, buenas noches.
Dio una leve reverencia y Jiseok sólo pudo verla irse en silencio, bajando la mirada hasta el pequeño infante de dulces facciones. Sus dedos acariciaron sus mejillas, viéndolo removiéndose en su lugar.
—Siento mucho haberle puesto a ambos tal peso sobre los hombros, cometí demasiados errores criando a Seokjin, pero me aseguraré que de estar en mis manos, ningún sufrimiento llegue a tu vida, Ryujun.
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Holaaaa, ahora sí, regrese antes de tiempo :)
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Retrato de la madre del artista de James McNeill Whistler
Arreglo en Gris y Negro No.1, más conocido bajo el nombre coloquial de La madre de Whistler, es una pintura al óleo sobre lienzo creada por el pintor James McNeill Whistler en 1871. El tema de la pintura es la madre de Whistler, Anna McNeill Whistler. La pintura mide 56.81 por 63.94 pulgadas (144.3 cm × 162.4 cm) y se muestra en un marco del propio diseño de Whistler. Es exhibido en el Museo de Orsay, París, Francia y se conserva, por el estado francés desde que fue comprado en 1891. Es una de las obras más famosas de un artista estadounidense fuera de los Estados Unidos.
Se ha descrito de diversas maneras como icono estadounidense como una Mona Lisa victoriana.
Los dos Eun me dan un poco de tristeza, porque ambos no tienen vidas extremadamente felices, como muchos personajes de esta historia. Eunjoon tuvo que crecer muy rápido y aceptar que en él viven dos personas: El hombre y el rey, siempre está más el rey que el hombre porque siempre busca el bien mayor; en este caso me refiero a que saber que para su pueblo es mejor deshacerse de los últimos esclavistas, incluso aunque signifique no poder llorar la perdida de su hija y probablemente ganarse el odio de su esposa, por no mencionar que la guerra es fría y no perdona, nadie sabe si realmente regresara con vida.