Soft Edges ➠ 【TaeJin】

~47~

Taehyung tomó una respiración profunda, sin soltar al joven rey, era la primera vez en más de quince años que veía al rey llorar. La última vez que Eunjoon había llorado era cuando su padre, el único que le quedaba había muerto.

>>Eun está inconsolable, y no la culpo—le dijo, sorbiendo por la nariz—, esperó nueve meses por ella... La sintió dentro de sí, carajo, hasta yo lo hice. Sentí sus movimientos bajo mi mano, contra su vientre. Esto ni siquiera tiene nombre, cuando uno pierde un padre se vuelve huérfano, ¿Pero perder un hijo? Indescriptible.

—Realmente siento tu pérdida, Joon—le dijo en voz suave—, sé cuánto la esperabas, sé lo mucho que querías tener un hijo y la ilusión que tenías por verla llegar.

Ninguno dijo más nada por un buen rato, Taehyung nunca detuvo sus movimientos, era la única forma que tenía de apoyarlo. El rey lloró en silencio por un largo rato, hasta que descubrió su rostro y se secó las lágrimas, sorbiendo por la nariz. No había dejado de llorar porque su dolor hubiese cesado, sino porque tenía asuntos que tratar, el hombre había sido reemplazado por el rey.

—Viajaré al norte por Eun... Aquí está sola, está triste y no quiero que se sienta mal por eso. Ya ambos tenemos demasiado sobre nuestros hombros—El duque asintió levemente—, pero quería hablar contigo de lo sucedido antes de irme y porque tengo algo que hacer luego.

—¿Algo que hacer?

—Voy a conquistar las islas del sur finalmente, eso también se relaciona con lo ocurrido en tu casa—Eunjoon alzó la mirada, y Taehyung pudo ver a través del dolor y el pesar, la burbujeante rabia—. Tengo un infiltrado en la corte, y pudo encontrar la correspondencia entre un salvaje y un erudito. Nos iban a tender una emboscada. A ti y a mí. Querían sacarnos del camino, Keim.

—¿Qué...?

—Puedes verlo por ti mismo—Soltó al lanzar un conjunto de cartas atadas, Taehyung la tomó entre sus manos temblorosas y reconoció las letras—. Puedes llevártelas, si quieres. Ya sus cabezas deben haber rodado lejos, a los traidores se les aniquila antes de que puedan hacer más daño y—Hizo un ademán al ver a Taehyung abrir la boca—, sé que piensas que debí esperar, pero te aseguró que si leyeras cada palabra entenderías porque lo hice. Los malditos querían meterse con los niños, mi hija puede estar muerta y quizás estaba en su destino estarlo, pero tu hijo esta vivo dentro del vientre de tu esposo y como futuro habitante de este reino, debo defenderlo.

—Eunjoon-

—Por eso y más voy a enviar a Eun al norte, te llamé antes debido a eso también, porque si ellos pudieron vernos la cara de estúpidos, otros en la corte pueden estar haciendo lo mismo. Y amo a esa mujer como amo a mi vida, no voy a dejarla sola y en esta situación, sin saber si voy a regresar bien o siquiera con vida. Prefiero que este con su familia, en la tierra que la vio crecer, aunque me odie y me desprecie por eso—Su voz se tornó seria al alzar la mirada, notando la molestia en el rostro del duque—. Y no te llamé porqué quería una opinión, porque ya tomé una decisión, lo que sí quiero que hagas, es que veles por ella y por mí pueblo. Si algo llega a pasarme, me iré tranquilo al otro mundo sabiendo que he dejado a mi reino y a mi esposa en buenas manos.

—No quiero.

—No es una petición, duque Keim—el rey se levantó y le tomó del rostro, para que lo viese fijamente—. Eso es una orden.

Y sonrió.

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