La petición de la mujer malvada

57. Un pacto de sangre (3)

Es un poco extraño.

– Señora, no tome las palabras de la Marquesa muy en serio, ella sabe que usted le es leal, solo se muestra ruda, pero en el fondo la aprecia.

– ¿Por qué lo dices?

– Ella, le presentó al joven Alexis, ¿no?

Por la forma en que lo dice cualquiera diría que Alexis es un tesoro realmente preciado que la Marquesa mantiene bajo secreto y solo sus personas más allegadas pueden conocerlo – Ágata, ¿qué tipo de relación tiene la Marquesa con el joven Alexis?

– ¿Eh? – se humedece los labios, desvía la mirada, está pensando de qué forma responderme o cuánta información puede darme, en cualquier caso, dudo que me diga la verdad.

Entiendo – ¿qué edad tiene?

– Cumplió dieciséis este año.

¡Por la diosa!

Me pareció bastante joven pese a ser muy alto, pero no pensé que fuera solo un niño, también, se ve demasiado gentil y, ¿cómo describirlo?, me pareció un espíritu libre.

Es lo que me preocupa.

La Marquesa Morgana Van Tassel es la clase de mujer a la que visitas cuando los mismos dioses te han abandonado y se cobrará cada favor con sangre, literalmente, no me gustaría que ella lo convirtiera en un hombre frío y cruel.

Sería una pena

Suspiro.

*****

– Pensé que querías que me acercara a tu protegida.

– Eso fue antes de que el idiota del Duque Daigo hiciera su movimiento, acercarte a ella la pondrá en peligro, no vuelvas a hacerlo – enfatizó – lo que te encargué, tu carta decía que pudiste conseguirlo, ¿dónde está? – sus ojos lo miran y una gota de sudor baja por su frente por lo cerca que estuvieron sus planes de arruinarse.

Alexis se llevó la mano al bolsillo y sacó un paquete muy bien envuelto, al verlo la Marquesa respiró aliviada y abrió las capas de papel hasta mostrar una pequeña y minúscula semilla.

– El mayor tesoro de la familia Diaval, trátalo con cuidado.

La Marquesa dejó de escuchar y tomó la semilla entre sus manos, con un movimiento de su mano Leticia retiró los bocadillos y Gerald trajo una maceta, una botella de agua y un plato.

Viendo como la Marquesa sembraba la semilla, Alexis se burló – esa cosa solo crece si es regada con sangre de la Santa, jamás conseguirás

Las gotas de sangre cayeron sobre la tierra y Alexis dejó caer su pie pesadamente provocando un sonido seco.

– ¡Oye!, eso no es

El tesoro de la familia Diaval tenía quinientos años de antigüedad, existía el rumor de que le fue entregado al rey de manos directas de la hija de la diosa Ameritia y durante todo ese tiempo el reino de Tiara pidió que le fuera entregada sangre de la Santa en turno para que la semilla germinara, durante la misma cantidad de tiempo el reino de Undra les negó ese derecho. Diecinueve años atrás un asesino fue enviado para recoger sangre de las gemelas Alma y Bianca Silas, después de que ese hombre desapareciera, el último esfuerzo del reino de Tiara por conseguir la sangre se esfumó.

¿Por qué era tan difícil?

Por qué la sangre debía ser entregada sin resistencia y sabiendo lo valiosa que era, todas las Santas eran muy cuidadosas y sanaban rápidamente haciendo que fuera imposible recolectar la sangre.