21. Agua bendita (1)

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Llegar a la inmensa mansión de la Marquesa toma ocho horas y su imagen es impresionante, es tres veces más grande que la mansión de mi padre, el Conde Igor Sheridan y ni siquiera puedo comenzar a compararla con la mansión del señor Sigfred, esta construcción es más un castillo que una mansión común.

El jardín también es impresionante, los arbustos son pequeños en el camino hasta la entrada mientras que en los extremos son muy altos y forman un laberinto, hay esculturas de piedra de tres metros de altas y dos fuentes adornan la entrada.

Tan solo atravesar el jardín toma diez minutos.

Estoy segura de que si lo viera de día sería mucho más impresionante.

– Mi señora – varios hombres saludan a la Marquesa y se inclinan ante ella, un mayordomo me mira de reojo antes de guiarnos a un cuarto muy iluminado con sillones cubiertos de cojines.

La Marquesa se sienta y señala el asiento frente a mí.

– Puedes comenzar.

Supuse que sería de esa forma, estoy cansada del viaje, pero esa no es una excusa para olvidar mi promesa, si no puedo curarla, me regresará a la mansión Sigfred y considerando que acabo de humillar a la señora y a su hija, mi vida será mucho más miserable.

– Por favor, permítame tocar su mano.

Ella acepta y la extiende sin dudarlo, mis manos tocan su piel áspera, las venas saltadas forman líneas muy llamativas y hay pequeñas manchas que van desde sus dedos hasta sus antebrazos.

Todos esos detalles son importantes, si su salud no es la correcta, su embarazo será de alto riesgo, necesito concentrarme.

Mi diagnóstico no es tan acertado como el de Elizabeth, pero se acerca bastante, mi energía entra en el cuerpo de la Marquesa Morgana siguiendo la ruta de sus venas y huesos, su cuerpo es el de una mujer adulta de cuarenta años, se alimenta correctamente, cuida mucho su salud, no recurre a excesos no tiene adicciones y

Hay algo extraño.

Algo que no debería estar ahí.

– ¿Qué ocurre?

Nunca fui buena ocultado cosas, mi expresión debió cambiar o por lo menos debí demostrar mi sorpresa y por eso ella me mira con ansiedad.

Tengo que decirlo – hay veneno en su cuerpo – me mira con incredulidad – la ha estado envenenando por años y la última vez que lo consumió fue esta mañana.

– ¿Qué has dicho?

Me levanto del sillón por inercia, como si tuviera miedo de que ella me degollé en el medio de su rabia – no estoy mintiendo, ese veneno es la causa de que usted no pueda tener hijos desde hace veinte años.

Su expresión va cambiando y sus manos se aprietan con fuerza – si estás mintiendo.

– Puedo probarlo.

Con mucho cuidado me siento de nuevo en el sillón y remango mi vestido igual que haría un actor ambulante antes de mostrar un truco de magia, mis dedos tocan suavemente el dorso de la mano de la Marquesa, el veneno ha sido administrado por tantos años, con mucho cuidado deslizo mis dedos y una gota de sangre negra surge de la piel de la Marquesa, no tengo pañuelos a la mano, así que rompo un pedazo de tela de mi vestido y limpio la sangre mostrándola.

No importa que sea difícil de explicar cómo funciona la sanación, es obvio que la sangre negra viscosa y maloliente no es señal de buena salud.

Las manos de la Marquesa se aprietan con fuerza mientras alterna la mirada entre la sangre negra y mi rostro – sí te muestro las sobras del desayuno, ¿puedes identificar de dónde vino el veneno?

La petición de la mujer malvadaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum